Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 2

PDV Teresa

Con mi corazon latiendo de forma frenetica, me paro en

el centro de la tarima, el presentador esta a mi lado, las luces me enfocan,

pero a pesar de eso puedo ver a varios grupos de hombres sentados en distintas

mesas.

Todos ellos estan observandome.

Despues de llegar, el presentador empieza a

presentarme, dice mi edad, peso, altura y otros datos con respecto a mi.

­­­­—¿Puedes dar una vuelta querida? Necesitas ver

todo— me dice el presentador, mientras me mira fijamente.

Al oir las palabras del presentador, me quedo

aturdido, pero solo por un instante, y tras una breve vacilacion empiezo darme

la vuelta lentamente, mientras siento como los hombres observan cada parte de

mi cuerpo.

No se por que, pero siento que observan en especial mi

culo, es la primera vez que siento como los hombres me miran tan abiertamente.

Cuando termino de dar un par de vueltas, el

presentador dice unas palabras, antes de finalmente iniciar la subasta.

Despues de que el presentador inicia la subasta, los

hombres se quedan en silencio por un segundo, y eso me pone nerviosa.

Todas las anteriores chicas habian recibido pujas

desde un principio, pero solo con ella los hombres se quedaron en silencio, no

sabia por que, pero eso estaba dañando seriamente mi autoestima.

—¿Habra algo malo? ¿Sera que no les gusto? ¿No les

parezco atractiva? —pienso, mientras espero con el corazon en un puño a ver que

hacen los hombres que estan sentados observandome.

Despues de un par de segundos en silencio, un hombre

finalmente hace una puja, y un instante despues otro lo hace, y asi

sucesivamente.

Cuando por fin escucho a los hombres hacer pujas por

mi, empiezo a relajarme, la espera solo habia durado unos pocos segundos, pero

se sintieron como una eternidad.

Habia sido feo tener que vender su virginidad a

hombres desconocidos… pero habria sido mucho peor que ninguno de esos hombres

desconocidos te qusiera, sin mencionar la humillacion y el golpe a su

autoestima.

Los hombres que estaban sentados en las mesas seguian

la ofertando, y yo me sorprendo mucho al escuchar como la cifra aumenta hasta

los 100.000 dolares.

—100.000 dolares… ni siquiera trabajando durante 3 o 5

años podria ganar esa cantidad con el trabajo de camarera que tengo —pienso,

mientras sigo escuchando como la cifra aumenta.

—150.000 dolares ¿Quién da mas? —pregunto el presenta

el presentador, mientras mira al publico.

—160.000 —dijo un hombre que se veia joven, estaba

sentado en una mesa junto con otro hombre que parecia algo aburrido de lo que

estaba pasando, de hecho, hasta tenia los ojos cerrados.

No puedo evitar enojarme con él, estoy aquí parada

toda nerviosa mientras hombres siguen ofertando por mi, y él ni siquiera me da

un vistazo, por lo visto no le intereso ni un poco, y eso me enoja, aunque

rapidamente trato de pensar en otras cosas.

La oferta por mi sigue subiendo, cuando el monto llega

a los 190.000 dolares, el numero de ofertas empieza a bajar y a ralentizarse

drasticamente, sobre todo en comparacion con el inicio.

—220.000 dolares ¿Quién da mas? —pregunta el

presentador.

—230.000 —dice el hombre que anteriormente habia

ofertado 160.000 por mi.

—240.000 — dice un hombre mayor que estaba sentado con

un grupo de 6.

Ese hombre no era muy bien parecido, y dentro de mi,

no queria que él ganara, preferia mil veces al hombre que era mas joven, él era

bien parecido y con buen fisico hasta donde podia ver, y preferia estar con él

esta noche que con un hombre mayor.

Ella estaba vendiendo su primera vez al mejor postor,

pero preferia que fuera con alguien cuya edad se aproximara mas a la suya y no

un hombre de mas de 50 años.

—Pues bien, si nadie ofrece mas, entonces la

virginidad de esta chica sera para nuestro distingido cliente por el precio de

280.000 dolares, a la una, a las dos…

—300.000 —dice el hombre joven.

Cuando escucho esto ultimo, siento que me voy a

desmayar del alivio, pero en un instante recuerdo que el hombre mayor podria

decidir por ofertar mas.

—No lo hagas, no lo hagas, no lo hagas —rezo en mi

mente, mientras espero.

El hombre mayor parecepensativo, pero despues de una

breve espera, no parece mostrar alguna intencion de seguir ofertando.

—Si nadie quiere ofertar mas, entonces el precio sera

de 300.000 dolares, a la una, a las dos, y a las tres, ¡Vendido al señor Saint!

—dice el presentador, mientras señala a la mesa donde se encuentran sentados el

hombre joven y su amigo.

—¿Saint? —pienso en mi interior, tratando de adivinar

si ese sera el apellido de ese hombre joven o su nombre.

De todas formas, me siento agradecida con ese hombre

Saint, me acaba de salvar de tener mi primera vez con un viejo verde.

Despue de que la subasta por mi termina, me voy de la

tarima, mientras recuerdo que la razon por la cual vine aquí era para obtener

la mayor cantidad de dinero para el tratamiento de mi madre, si el hombre mayor

hubiera ofertado mas hubiera sido bueno para mi.

—Es suficiente, 300.000 dolares, con eso es suficiente

—pienso, mientras pienso si de verdad hubiera aceptado tener mi primera vez con

ese viejo verde.

Según las reglas del club, yo obtendria el 70% del

dinero ofrecido por mi, mientras que el 30% seria para el club, el monto

ofrecido por mi seria de 300.000 dolares, por lo que al repartir porcentajes,

yo obtendria unos 210.000 dolares.

Esa cantidad de dinero… Teresa no podri obtenerla ni

aunque trabajara como camarera durante 8 o 9 años, pero ahora la obtendria una

sola hora de su tiempo esta noche.

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