Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 243

PDV Teresa

Nuestro vuelo duro un par de horas, me habia quedado dormida en el viaje y me desperté en la cama que Tomas tenia en el avión, este me abanico con suavidad, me levante y vi el exterior.

Lo tome de la mano y salimos juntos, el personal nos despidió, y el que nos recibió en el hangar me miro con curiosidad por el vestido que traía.

Tomas habia cumplido su promesa de que no me lo iba a dejar quitar hasta que todos lo vieran.

No tardamos mucho en llegar a nuestro vehiculo, arrancamos, y solo entonces Tomas me permitio quitarme la falda del vestido de novia para tomar un respiro por fin.

—Vas a tener que ponértela cuando llegues al hotel Teresa —me dijo Tomas.

—¿De nuevo? Bromeas ¿No?

—¿Tu que crees? —me dijo.

Hay, llevamos 1 dia de casados… pero parece que mi esposo ya va a empezar a mostrarme sus excentricidades.

En poco tiempo nos bajamos, disfrute el momento en que tuve mis piernas libres y sin calor, pero al final Tomas me hizo ponerme de nuevo la falda y tuve que ir con esta hacia el hotel mientras nos miraban.

Al llegar a la recepción, Tomas intercambio algunas palabras con la recepcionista, esta no paraba de mirarlo de frente y pude notar un leve coqueteo en sus palabras.

Me moleste, y por puro impulso movi mi mano, tome a Tomas por el brazo, y lo jale para colocarlo junto a mi, mire a la recepcionista de frente, e hice algunos movimientos para resaltar el vestido que llevaba.

La recepcionista lo vio, pero no parecio importarle, nos dio las llaves de la habitación y nos dijo que si teníamos cualquier necesidad, la llamaramos, o mas bien se lo dijo a Tomas…

Arreglaría eso mas tarde, de todas formas nos fuimos a nuestra habitaciones y alli fue que Tomas me dejo librarme del vestido de novia.

—Cuando me imagine con esto, nunca espere usarlo hasta otro país —le dije mientras me sentaba en la cama.

—Perdona, pero queria que todos te vieran con èl —se sento a mi lado y me dio 1 beso en la frente mientras me decía estas palabras.

—Ya veremos, pero ahora, dame la tarjeta de la recepcionista.

—¿Por qué?

—Solo dámela, cuando te esposa te dice que le entregues lo que otra mujer te dio, tienes que hacerle caso al instante.

—¿De verdad? —me dijo con sarcasmo.

—Tomas…

—Ya, ya, no me mires asi… aquí tienes.

Tome la tarjeta de contacto de la recepcionista del hotel, la parti en varios pedazos, Tomas me miro de cierta forma, pero no le hice caso, y bote los pedazos por la ventana.

—¿Si sabes que si quisiera verla solo tengo que ir  a su piso verdad?

—Hazlo, y veras lo que pasa.

—Que miedo, pero bueno, ¿Que es lo primero que quieres hacer Teresa? —me pregunto Tomas.

—No lo se, no conozco mucho de este lugar, ¿No tienes cosas planeadas?

—Claro que si… no te encariñes mucho con este lugar, solo es la primera parada de nuestro viaje —Tomas me abrazo desde astras mientras decía esto.

—Santo cielos… ¿Qué piensas hacer? —le pregunte a Mia.

—Tranquila, yo tambien me estoy moviendo Teresa, no te preocupes por mi, se lo que tengo que hacer, aunque por lo que veo, Clara quiere verme presa… ya sabes lo vengativa que puede ser —me dijo Mia de forma despreocupada.

¿Cómo puede decir las cosas de forma tan ligera? ¿No tiene miedo de lo que pueda hacer Clara?

—Mia ¿No estas preocupada? —le dije.

—¿Preocupada? ¿Por qué lo estaría? —me respondio.

—Bueno, Clara esta tomando medidas legales en tu contra… y quiere verte presa, ¿No tienes miedo?

—Jajaja, Teresa, si Clara de verdad pudiera llegar a hacer que termine de esa forma, sera que lo merezco por ser tan tonta por permitirlo, jajaja, para que ella pueda hacerme eso, tiene que volver a nacer… estare bien ¿O estas preocupada por mi? —me dijo.

—Pues… mas o menos.

—Jajaja, me encanta las caras que haces, en especial esas que hacen que seas como 1 libro abierto, no te preocupes Teresita, primero el mundo ardera antes que 1 Saint termine en prisión… o quizas primero caiga un meteoro… ¿Qué piensas que sera mas posible? —me pregunto con sarcasmo.

Cuanta confianza.

A diferencia de mi, Mia no tiene ningun miedo por lo de Clara… si yo tuviera esa confianza seria inquebrantable.

Hable con poco mas con ella y luego colgué, a la mañana siguiente, Tomas y yo nos fuimos a nuestro siguiente destino en nuestra luna de miel.

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