PDV Teresa
Tomas y Mia siguieron juntos unos momentos mas, pero al final Tomas se alejo un poco para poder agarrar algunos aperitivos que pasaron cerca suyo, aproveche ese momento para poder adelantarme y tomar a Mia de su mano.
Esta ultima se sorprendio, no le di tiempo para que hiciera nada, y me la lleve conmigo hacia atrás, lejos de Tomas, el cual por suerte no se volteo antes.
Mia hizo un poco de resistencia, pero todo paso muy rápido y me la pude llevar conmigo hacia donde quería ir.
—Teresa ¿Se puede saber que es lo que haces?
—Mmm, perdona por haberte agarrado de ese modo Mia.
—Ya no importa, ahora dime, ¿Qué fue lo que paso?
—…
¿Y ahora como debería decirle?
—Mmm, pues… no lo tomes a mal, pero escuche algo de lo que llegaste a habla con Tomas.
—¿En serio? No sabia que te gustara escucharar conversación ajenas Teresa, quien lo diría —solto sin estar nerviosa.
—Pues… fue algo accidental, fui a buscar algo y los escuche sin querer.
—Mmm, ¿Qué estabas buscando?
—…
—Vamos Teresa, en el sitio donde estábamos Tomas y yo, no había ninguna forma de que llegaras a escuchar algo por “accidente”.
…
—Mia, no trates de cambiarle el tema.
—¿Qué? ¿Eso hago?
—Si, eso es lo que haces, no trates de cambiar la conversación.
—Mmm, y dime, ¿De que estábamos hablando? ¿De como fue que nos estabas mirando a hurtadillas a Tomas y a mi?
—… bueno, llamalo, asi, escuche lo que hablaste con Tomas, Mia.
—Okey, ¿Y…? ¿Qué pasa con eso?
—Mmm… bueno, ¿Puedes contarme lo que le hiciste a Clara para… bueno, para “mejorar la vida de Tomas”?
—¿Para que quieres saber eso?
—Curiosidad.
—¿Tienes miedo de que intente hacerte lo mismo a ti también Teresa?
¿Cómo supo?
Por suerte para mi, logre calmarme a ultimo momento, y creo que no deje escapar nada hacia el exterior, pero creo que eso no basto como para que Mia no se diera cuenta de lo que senti.
Se rio un poco.
—Bueno, sea como sea, no tienes que preocupar tanto por eso Teresa, la única razón por la cual me funciono eso con Clara, fue por que ella y yo íbamos juntas a algunos centros nocturnos, mas que todo para poder hacer negocios y tratos.
…
—Tu y yo no frecuentamos ese tipo de sitios, y menos por que no tenemos negocios juntas o somos socias en algo, asi que no tienes que estar nerviosa por eso.
—Bueno, justo ahora, con lo que estas haciendo por mi con esos… socios tuyos, puede que acabemos trabajando un poco juntas, ¿O no?
Mia se empezó a reir un poco apenas dije eso.
—Bueno, allí me atrapaste Teresa, que astuta te has vuelto, se nota que el tiempo que has pasado con nosotros ah servido para algo, tienes razón, la verdad es que iba a actuar justo ahora, vamos, tomate el vino que tengo en mi copa para que caigas en mis “garras” justo como paso con Clara… vamos Teresita —me dijo con tono burlon.
—Mia…
—¿Qué hacen aquí? —pregunto Tomas, quien llego en ese momento.
—Oh, nada, solo que Teresa se puso un poco nerviosa con los señores de hace unos momentos y bueno, me pidió que no la dejaramos solas de nuevo.
—¡Mia!
—¿Qué? Vamos Teresa, que no te avergüence ese sentimiento, es normal, vamos, Tomas y yo no vamos a dejarte de nuevo a enfrentar a esos “monstruos” por ti misma.
Me tomo de la mano y luego me jalo con ella, evito muy bien el tema, tendría que sacárselo en otro momento… de todas formas al menos había aprendido algo… mejor evitar los clubes con ella.
Los 3 junto regresamos con el grupo de antes, y seguimos lo nuestro, en poco tiempo terminamos, las personas que me presento Mia, no me hicieron ninguna promesa o me dieron algún compromiso, pero según ellos me iban a “contactar” mas adelante.
Mia, mientras nos íbamos, me dijo que eso era algo normal, a fin de cuentas, no nos conocíamos mucho, e iba a tener que convencerlos poco a poco antes de poder finalmente engatusarlos como quería.
Mia se despidió de nosotros, y se fue por su parte en su auto, Tomas y yo llegamos a nuestra casa, este ultimo sabia mucho mas que yo en ese sentido sobre los negocios, y no pude evitar preguntarle un poco respecto a lo que acababa de pasar.
Este ultimo…
—¿No me dijiste que no me ibas a necesitar para lo que tenias planeado Teresa? —me pregunto antes mientras subíamos las escaleras.
—Pues si, pero…
—¿Pero que? Si recuerdo bien, tu me dijiste claramente que “podias hacer todo por ti misma” ¿Qué paso con eso?
—Tomas…
—Vaya, ¿Ahora si necesitas la ayuda del “viejo” de Tomas? No lo esperaba de ti Teresa.
—No te portes como un niño, ya te pareces a Vincent, no necesito tu ayuda… pero lo normal seria que le des algo de “apoyo” a tu esposa, ¿O no?
Se rio.
—Vaya, vaya, asi que la autosuficiente Teresa necesita la ayuda del controlador Tomas, vaya, vaya, ¿Quién lo hubiera visto venir?
Por suerte para nosotros, su padre no se entero del dinero que le quito, y si no se entero al inicio, entonces era poco probable que se diera cuenta mas tarde, un tipo ocupado como él, por lo general no prestaba atención a la misma cosa 2 veces, si lo hiciera, pasaría todo el dia en la oficina sin hacer nada mas.
Vincent aprovecho lo que teníamos juntos para hacerme jugarretas peores que las que hacia antes, pero se las tuve que aguantar por que al final le deje todo el trabajo a él, y lo sabia, por eso no tuvo problemas en pasarse de la raya varias veces.
Cuando ya no fuera tan importante, le iba a hacer pagar.
Aparte de lo que tenia con él, el nuevo mes que entro, me trajo buenas noticias, y esas fueron los ingreso que había obtenido en la sucursal que administraba.
Había usado materiales y distintas cosas mas baratas de lo usual para poder vender los productos y servicios de la sucursal a un menor coste, pero vendiéndolo al mismo precio de siempre… como si siguieran estando hechos de los materiales de la misma calidad en lugar de unos inferior.
Lo que hacia era, bueno, un poco moralmente cuestionable, pero me me di animo a mi misma al pensar que no le hacia daño a nadie y solo era algo temporal.
Si terminaban siendo clientes frecuentes, bueno, podría darles algunos beneficios mas adelante.
Por suerte para mi, lo que hice tuvo sus consecuencias positivas, cuando Daisy me dio el informe de las ganancias que obtuvimos el pasado mes, las ganancias eran mas del doble a comparación con los meses pasados.
Casi saltaba de alegría apenas vi eso en mi escritorio.
Me habían salido bien las cosas, tuve mis dudas, pero ya tenia todo frente a mi.
—Te ves muy contenta Teresa —me dijo Anna mientras se sentaba en uno de los sofas cerca de mi.
Como siempre, estaba de visita, a pesar de mi regreso al mando de la sucursal, le había pedido que se quedara un poco y viniera de vez en cuando para darme algunos consejos, ella era experta.
—Claro, me Sali con la mia —solte sin querer.
—Bueno, ¿Entonces al final si fue bueno que la hubiera cagado con lo de los proveedores no? —dijo Daisy.
—Que ni se te ocurra tratar de justificar eso Daisy, mira que aun sigo molesta contigo por eso.
—Vamos Teresa, fue hace casi 1 mes, ¿Aun no lo superas?
—Tengo una deuda grande por eso Daisy, no, no lo voy a superar… al menos hasta que me libre de eso.
—Teresa…
—Bueno, si quieres hacerlo, vas a tener que pensar que vas a hacer este mes Teresa.
—¿Cómo asi Anna?
—Las ganancias que sacaste el mes pasado se incrementaron en mas del doble, si… pero con solo eso no vas a pagar el embargo que pediste ¿No? ¿Deberias usar materiales de 2 categoria de nuevo? ¿O mejor usamos los originales?
…
Mire el informe que Daisy me había pasado, y frunci un poco el ceño… esos números se veían muy bien…
—Mmm, quizás podríamos hacerlo… otro mes mas Anna.
—¿Otro mes mas?
—Si, no creo que sea un problema hacerlo de nuevo, ¿No? Quizás esta vez podamos ganar aun mas que antes…
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO