PDV Saint
—Termina de comer
y vámonos, hay cosas que hacer —dijo Tomas, mientras terminaba de comer la
comida en su plato.
¿Haciéndose el
difícil?
No importa, ya
había podido descubrir la mayor parte de todo su plan maestro, por lo que no
necesitaba una confirmación por parte suya.
Honestamente no la
necesitaba, teniendo en cuenta todos los puntos establecidos anteriormente, era
bastante obvio que lo que yo le había dicho era su plan.
Poco después de
que Tomas dijera esto, ambos terminamos de comer, Tomas pago su comida y yo la
mía, y acto seguido se levantó de su asiento.
— ¿No te vas a
ir?—me pregunto Tomas, mientras me miraba.
—No, voy a esperar
a una de mis novias en este mismo restaurante —le digo con una sonrisa.
Al citar a ambos
en un mismo lugar, de esa forma no tengo que tomarme la molestia de tener que
trasladarme a distintas ubicaciones… que listo soy.
— ¿La vas a
esperar aquí? —me pregunto Tomas, por primera vez puedo notar cierta sorpresa.
Eso me encanta.
—Sí, y no solo a
ella, eh citado a mis dos novias en este mismo lugar, de ese modo puedo matar 3
pájaros de un tiro, me reúno con los 3 y no tengo que moverme a distintos
lugares —le digo con cierto triunfo en mi voz.
— ¿En serio invitaste
a las 2 al mismo lugar? ¿No tienes miedo de que terminen por cruzarse? —me
pregunta.
—No tonto, las
cite a las dos con 2 hora de diferencia, una de ellas vendrá a las 4 y la otra
a las 6, de esa forma no pueden cruzarse.
—Ya veo.
— ¿No soy un genio?
—le pregunto mientras le muestro mi hermosa sonrisa.
—Ojala tuvieras
esa astucia cuando se trata de otras cosas que no involucren mujeres —me dice
Tomas mientras suspira.
—A mí me sobra
astucia ¿Lo sabias?
—Como digas, nos
vemos luego —me dice Tomas, mientras se va del restaurante.
— ¡Adiós cariño!
¡Mañana te cuento como me fue! —le digo a Tomas, mientras me levanto y alzo la
mano para despedirlo.
Tomas al escuchar
la forma en la cual me dirijo a él, se detiene por un instante, parece enojado,
pero sigue caminando poco después, saliendo del restaurante sin mirarme.
—Cuanto control,
jaja —murmuro, mientras pienso en mi velada de hoy.
No era cosa fácil
que Tomas perdiese el control, pero por suerte mis otros conocidos no eran tan
difíciles.
Control, esto era
la filosofía de mi vida, uno siempre debían mantenerse en control de toda
situación, eso fue lo que me inculco mi padre.
A pesar de tener 8
novias, yo había podido mantenerme en control de todas ellas sin ninguna
excepción, algunas personas podrían criticarme por salir con tantas mujeres al
mismo tiempo, pero yo sabía lo que quería, y quería esto.
Algunas personas
que se han llegado a enterar de mis relaciones múltiples siempre me hacen la
misma pregunta, ¿A cuál de tus novias amas más? O ¿Con cuál piensas casarte?
Mis respuestas
siempre eran las mismas… no amaba a ninguna y no planeaba casarme con ninguna.
A decir verdad, ni
siquiera creía en el amor y algo parecido, quizás era por mi infancia.
Mi madre era una
mujer común que era bastante atractiva, en algún momento término conociendo a
mi padre y terminaron por casarse, teniéndonos a mí y a mi hermana.
Que yo recuerde,
ese matrimonio siempre fue algo “frio”, debido a que yo era un niño, no pude
entender que era lo que pasaba en ese entonces, pero al final pude saber todo
con claridad cuando crecí.
Mi madre solo era
una cazafortunas que solo iba tras el dinero de mi padre, y para poder lograr
este objetivo, termino embarazándose de mí y de mi hermana.
Su plan era
utilizarnos a ambos para poder quitarle su fortuna a mi padre, esto era un buen
plan en principio, pero solo serviría con hombres ricos sin cerebro, y por
desgracia para mi madre, mi padre no era de esos.
El matrimonio de
mis padres colapso cuando yo era un niño, mi madre trato de extorsionarle
dinero a mi padre a través de sus hijos, pero él y sus abogados y su potente
acuerdo prenupcial desbarataron para siempre sus esperanzas.
Cuando mi madre se
enteró de que no iba a poder obtener la fortuna de mi padre y que yo y mi
hermana no le servíamos para nada… termino por irse, no sé ni a donde se largó.
Había engendrado a
un par de hijos para usarlos como herramienta para volverse rica, pero una vez
que supo que esto no iba a ser posible, no dudo en abandonarnos al instante a
datos, mi vida personal tampoco hizo nada por cambiar las cosas, las chicas
siempre se acercaban a mí por 3 razones distintas, por mi dinero, por mi
físico, o por las oportunidades de crecimiento que piensan que podrán obtener
No importa cual
chica sea, siempre me querían por alguna de estas 3 razones, y eso me gustaba,
ya que al saber lo que querían de mí, podía mantenerme en “control” de toda la
situación y de todas las personas.
Justo como me
había dicho mi padre.
El ver a mis
amigos como sufrían por sus relaciones, tampoco ayudó mucho a mejorar mi
impresión sobre el “amor”, muchos de ellos habían acabado decepcionados ya que
no habían podido mantenerse en “control” de la situación y no habían podido
“controlar” a sus parejas.
Al final todo se
trataba de control, y uno siempre debía controlarlo todo y mantenerse siempre
en control, mis amigos no pudieron hacer eso y acabaron decepcionados en sus
relaciones… y eso incluso incluía a Tomas.
Al final uno
siempre debía mantenerse en control de todo y controlar a las personas como mi
padre siempre nos enseñó a mí y a mi hermana, y siempre debía mantenerse con
las opciones abiertas.
Por eso tenía 8
novias, no importa si una me abandonara o se enojara conmigo ¿Qué importaba?
Tenía otras novias que fácilmente podrían complacerme en su lugar.
Ninguna de ellas
era imprescindible, justo como mi padre me dijo, nunca debía permitir que
ninguna persona se terminara volviendo imprescindible para mí.
Gracias a eso,
había llegado tan lejos, a diferencia de otros de mi edad incluyendo Tomas, yo
nunca había sufrido alguna decepción de algún tipo por parte de aquellos que me
rodeaban o por parte de mis mujeres… tampoco había sufrido nunca por alguna de
ellas en ningún momento.
Había logrado
llegar a mi edad libre de infortunio o adversidad o decepciones de cualquier
tipo ya sea románticas o amistosa… y todo gracias a que había logrado
mantenerme en “control” de todo y de todos y gracias a que siempre dejo mis
opciones abiertas.
La novia que iba a
venir en estos momentos, solo era una de 8, honestamente no me importaba mucho
si ellas descubrían o no que salían con más de 1 al mismo tiempo, ya que no
eran imprescindibles para mí y siempre podía conseguir más.
Lo único que me
importaba al estar con ellas… era mantener siempre el “control” de toda la
situación y sobre ellas… eso era lo único que importaba a fin de cuentas.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO