PDV Teresa
Despues de que llegue junto con Vincent a la isla donde estábamos, me puse manos a la obra con mi trabajo, ya había pasado 1 dia, y en todo ese tiempo, no había parado de hacer mis cosas.
Vincent cumplio con su palabra, y en realidad le muy bastardo no quiso ayudarme en nada de las responsabilidades que me dio.
En su lugar, solo se dedico a ver con cualquier extranjera ligaba o que se le topaba en frente, ya varias veces lo había visto con algunas locales o con chicas que por lo que pude suponer venían de Europa o algún otro sitio, e incluso habían algunas chicas latinas que se le pegaron encima sin soltarlo…
Escuche a Vincent prometerles que las iba a sacar de su rutina en su lugar de origen y las iba a llevar a vivir la buena vida con él en USA, eso era una mentira, pero la cara que le pusieron apenas les dijo eso fue única, hubiera querido decirles la verdad.
—Vamos Teresa, será mejor que te pongas a trabajar, no vaya a ser que Tomas nos obligue a irnos o venga aquí a buscarte y dejes las cosas a mitad de camino —me dijo Vincent, en cierto momento en que lo interrumpi cuando estaba haciendo sus cosas.
al final le segui el juego, y segui con el pequeño fraude que estábamos haciendo, la isla en al cual estábamos era una paraíso fiscal, de los tantos que había en el mundo.
Vincent me había traído aquí para poder entrar en contacto con algunas personas y crear una pequeña sede de nuestra asociación conjunta en el mundo de las criptomonedas y la internet.
Si establecíamos nuestra sede aquí, no tendríamos que pagar impuestos en nuestro país, los cuales eran demasiados, además de que asi el gobierno no podría meter las manos en nuestros asuntos.
Y claro, llegando el momento, no podría congelar nuestras cuentas si viera algo “sospechoso” en todas las cosas que íbamos a hacer.
Estas operaciones, técnicamente, eran “legales” por asi decirlo, pero aun asi, estábamos al limite de lo que podria ser llamado eso…
Si Tomas se enterara de lo que hacíamos aquí, de seguro se enojaría, pero al final solo le dije que Vincent y yo estabamo haciendo negocios de forma normal.
Nada de “dudoso” de ninguna forma.
—¿Segura que me dices la verdad Teresa? —me pregunto Tomas, mientras estaba acostada en mi cama con el teléfono en mi oído.
—Si, ¿Vas a dudar de mi? Sabes como soy.
—Y se como es Vincent, y precisamente por que te conozco, se que convecerte no es tan difícil —solto.
…
—¿Piensas que soy tonta? Me vas a hacer enojar Tomas.
—No uses eso para intentar evitar el tema Teresa, ¿Cuánto tiempo piensas que llevamos conociéndonos?
Oh…
—Mmm, sabes, mejor no sigas con eso, no será bueno para ti, en lugar de preocuparte por mi, deberías estar mas pendiente de otras cosas.
—¿Cómo que?
—Pues… Deje a Daisy sola en la sucursal, ¿Lo sabias? Sabes lo que hizo la ultima vez y como casi me lleva a la ruina, deberías echarle un vistazo para ver que hace, ya sabes, como lo haría un buen esposo.
—¿No pudiste usar un mejor chantaje emocional que ese?
…
—Vamos Teresa, se que puedes hacerlo mejor, vamos, ¿Qué otra carta tienes?
—Tu… habla en serio conmigo.
—Y eso hago Teresa, vamos, ¿Qué mas tienes para intentar manipularme?
—¿Clara te ha ido a ver mientras no estoy?
—Wow, eso fue un golpe bajo.
—lo se, una de las cosas que me gusta hacer, respóndeme la pregunta.
—Si quieres saberlo, no, no lo ha hecho, le dije claramente que despues de la ultima ayuda que hice, no lo iba a volver a hacer… parece que entendio el mensaje.
—¿Seguro? No vaya a ser que vuelva a intentar arrastrarte con ella en un momento delicado como paso en nuestra luna de miel, por cierto aun me debes eso ¿Recuerdas?
—Si, nunca se me ha llegado a olvidar Teresa, y menos ahora a pesar del tiempo que paso.
—Me dijiste que me lo ibas a compensar cuando todo terminara, pero hasta ahora no eh visto que tengas intención de eso.
¿Ah no?
—No trates de confundirme.
—No lo hago, es mas, creo que te lo voy a quitar yo mismo si quieres, podria enseñarte un poco al mismo tiempo que lo hago.
—Ni pienses que te voy a dar mi teléfono cuando regrese.
—¿Cuándo regreses? No, no, justo ahora estoy en camino hacia allá Teresa —me dijo.
—¿Qué?
—Voy a abordar dentro de poco, nos vemos dentro de 2 dias.
—¡Espera! ¿Cómo es eso que vienes? ¿Qué vas a hacer aca?
—¿Qué crees? ¿De verdad pensaste que te iba a dejar hacer lo que quieras sin siquiera avisarme? —solto Tomas.
…
—P-pero… no puedes…
—Puedo y lo hare, estoy interesado en saber que es lo que estas haciendo con Vincent allá, seguro que será igual de bueno que lo que hiciste en la sucursal, o eso espero.
—… Pero, ¿Y Daisy? No pues dejarla sola y…
—Tranquila, estará bien, confía en ella —solto Tomas interrumpiendo lo que iba a decir.
Carajo…
Mire inconcientemente la pantalla de mi laptop que no estaba muy lejos de mi, y pense en todos los posibles fraudes que estaba cometiendo justo ahora a nombre de Vincent… y mio…
¿Cómo podria ocultarlo sin que llegara a saberse?
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO