Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 54

PDV Teresa

Los labios de Daisy continuaron acercándose a los míos, pero antes de que

lograra avanzar más, un ruido nos sorprendió a ambas…

Era mi perra, la cual al ver a Daisy encima de mi pareció alterarse y

empezó a ladrarla con fuera, mirándola con ojos amenazantes.

—Calma, calma niña, no le hare nada a tu dueña —le dijo Daisy a mi perra

mientras sonreía y se quitaba de encima mío.

— ¿Qué es lo que pensabas hacer Daisy? —le pregunte a Daisy mientras la

miraba aturdida.

Anteriormente había estado muy cerca, demasiado, casi pensé que de verdad

quería besarme en serio.

—Nada Teresa, solo estaba jugando contigo nada mas —me dijo Daisy mientras se

reía.

—Eso no pareció un juego en lo absoluto —le dije a Daisy mientras la miraba

enojada.

Eso que había hecho de verdad me asusto, sabía que Daisy era bastante

liberal y desinhibida, pero creo que eso fue demasiado incluso para ella.

—Calma Teresa, ¿No somos mejores amigas? Es normal que las amigas de vez en

cuando se den un par de besos ¿Verdad? Más bien es raro que tú y yo no nos

hayamos dado una anteriormente en el pasado —me dijo Daisy mientras continuaba

riéndose.

—Y es mejor que no lo hagamos en el futuro Daisy, es mejor que no.

— ¿Me estas rechazando? ¿A mí? Me rompes el corazón ¿Lo sabias? — me dijo

Daisy mientras me hacia una cara de falsa tristeza.

—Qué bueno, quizás deba romperlo por completo.

—No me trates así, soy tú…

— ¡Cállense ya maldita sea! ¡Están haciendo mucho escándalo y ya son la 1

de la mañana! ¡Mañana tengo que trabajar! —grito mi hermano mientras golpeaba

fuertemente la puerta.

Este repentino grito nos asustó a Daisy y a mí, nos había tomado por

sorpresa, pero solo segundos después nos empezamos a reír.

Lo que había hecho Richard nos divirtió mucho a las 2.

—Bien Daisy, mejor vamos a dormir no vaya a ser que Richard se ponga otra

vez a gritarnos —le dije a Daisy mientras le sonreía.

—Bien,  bien, de todas formas mañana

tenemos que despertarnos temprano —me dijo Daisy mientras se acostaba en la

cama.

— ¿En serio? ¿Por qué lo dices? —le pregunte con curiosidad.

—Pues por la reunión que tenemos con Tomas, es mejor si la hacemos en la

mañana… tengo algunos planes en la noche, y quisiera estar totalmente libre

para que me acompañes —me dijo Daisy.

— ¿Qué planes tienes? —le pregunte con curiosidad.

—Es sorpresa, solo espera para que vayamos juntas a lo de mañana —me dijo

Daisy.

—Cuando eres así de misteriosa, me haces sentir que no tienes nada bueno

planeado —le dije a Daisy.

—Vamos Teresa ¿No confías en mí? ¿Cuándo te eh fallado? Solo espera

ansiosa, la sorpresa que te llevaras será magnifica —me dijo Daisy.

—Bien Daisy, confiare en ti —le dije a Daisy mientras me acostaba junto a

ella para dormir.

—Escríbele a Tomas y dile que nos veremos mañana a las 10 —me dijo Daisy.

— ¿Ahora? ¿No estará durmiendo?

—Sí, pero de seguro te responderá —me dijo Daisy.

— ¿Por qué estás tan segura? —le pregunte.

—Simple, este hombre te acoso y te persiguió para poder hacerte su esclava

personal, por lo que tiene mucho interés en ti, no ignorara nada que provenga

de ti Teresa… ya que tú eres su presa —me dijo Daisy con una sonrisa.

—No me gusta que me digas presa —le dije a Daisy mientras me giraba hacia

ella y la miraba fijamente.

—Pero lo eres Teresa, eso es lo que eres para Tomas, escríbele y veamos qué

pasa, así podremos ver quien tiene la razón —me dijo Daisy.

—Bien, pero estoy segura de que no responderá, debe de estar durmiendo —le

dije a Daisy mientras tomaba mi teléfono y le escribía a Tomas.

Estaba segura de que no contestaría, alguien como Tomas debía tener muchas

ocupaciones importantes que hacer, de seguro debía dormirse temprano para poder

preparase para el largo día que iba a tener, por lo que no debía estar

despierto, y no se iba a despertar solo para enviarme un mensaje a mí.

Tarde solo 1 minuto en preparar el mensaje para Tomas y se lo envié,

después de eso mire a Daisy, la cual me estaba mirando con una sonrisa.

—Bien, veamos quien tiene la razón —me dijo Daisy.

—Ya verás que estas exagera, alguien como Tomas debe estar demasiado

ocupado como para responder a estar hora un mensaje de su “presa” como dices tú

—le dije a Daisy mientras colocaba el teléfono en medio de nosotras y

esperábamos a ver qué ocurría.

Dentro de poco tiempo, pasaron mas de 5 minutos, y termine por echarle una

mirada a Daisy con la cual quería decirle que yo tenía razón, pero Daisy solo

me continúo mirándome con la misma sonrisa y me dijo que siguiéramos esperando.

Su sonrisa era similar a la de Vincent.

Yo ya sabía que Tomas no iba a responderme el mensaje, pero aun así seguí

esperando junto con Daisy, y al final, mi teléfono sonó.

Había llegado un mensaje.

Cuando el teléfono sonó, me asusto debido a la sorpresa, Daisy hizo una

sonrisa más grande y tomo el teléfono y vio el mensaje antes que yo.

—Ten, tu depredador te ha respondido —me dijo Daisy mientras me pasaba el

teléfono.

Tome el teléfono y vi el mensaje de Tomas, en dicho mensaje él me estaba

preguntando la razón por la cual quería reunirse conmigo, me puse algo nerviosa

pero acabe diciéndole que necesitaba hablar con él sobre el acuerdo.

Tomas me respondió, esta vez rápido, y me dijo que nos veríamos mañana… o más

bien hoy a las 10 en el mismo restaurante donde nos reunimos la última vez, me

dijo que llegara puntual y que no lo hiciera esperar.

No tardo nada en ponerse al mando aquí por lo que pude ver.

De todas formas no tenía ningún inconveniente en reunirme a esa hora, de

echa era la hora que Daisy me dijo, por lo que le conteste que nos veríamos en

ese restaurante a las 10, y para evitar que el tuviera todo el mando en la

conversación, le dije que también llegara temprano y que no me hiciera esperar

a mí.

No quería que solo él se sintiera que era el jefe, por lo que le dije esas

palabras, aunque poco después me puse algo nerviosa por eso que dije, pero el

mensaje ya había sido envidado, así que ya no había por que arrepentirse.

Después de enviar el mensaje, gire mi mirada para poder ver a Daisy, la

cual me estuve mirando todo el tiempo.

— ¿Y bien? —me pregunto Daisy.

—Ya programe la reunión, nos veremos con él mañana —le dije a Daisy.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO