PDV Teresa
—No vuelvas a hacer eso Vincent —le dije a Vincent mientras me levantaba y
lo miraba enojada.
—Perdón, perdón, es que me dio el impulso de hacerlo Teresita, no volverá a
pasar durante… quizás un par de horas —me dijo Vincent.
— ¡Tú…!
—Bien, bien, ya fueron muchas bromas, ya hablamos mucho, y ya es muy tarde,
son las 2 de la mañana y necesitamos irnos a dormir, mañana tenemos cosas que
hacer y no queremos caminar con sueño por las calles —dijo Daisy, interviniendo
de repente.
—Cierto, ya es muy tarde, me quedare a dormir aquí —dijo Vincent mientras
se echaba a dormir en el sofá.
— ¡¿Qué?! ¿Piensas dormir aquí? —le pregunte atónita a Vincent.
—Claro Teresa, ¿No pensaras enviarme de caminar por las calles a estas
horas de la madrugada?, es muy peligroso, ¿No te preocupa lo que pueda pasarme?
Teniendo en cuenta lo que eh visto que podías hacer… la verdad es que no.
—No puedes quedarte a dormir —le dije mientras lo miraba.
— ¿Por qué no? Tengo sueño Teresa… quiero dormir y es muy peligroso que
camine por las calles a estas horas… déjame dormir aquí, por favor —me dijo
mientras me miraba con ojos llorosos.
—Vincent…
—Vamos Teresa, tampoco es que sea algo difícil de cumplir, deja que se
quede hoy aquí, no perdemos nada al dejar que duerma en el sofá —me dijo Daisy
mientras me miraba.
Es idea mía, o Daisy ha estado colocándose del lado de Saint en muchas
ocasiones.
—Bien, quédate entonces Vincent, pero debes irte temprano en la mañana —le
dije a Vincent mientras lo miraba.
—Puedo prometerte que lo hare Teresa —me dijo Vincent.
—Bien, duerme en el sofá, nos veremos en la mañana —le dije a Vincent
mientras suspiraba.
—Seguro —dijo Vincent, quien lanzo sus zapatos con un movimiento de sus
pies y en un abrir y cerrar de ojos se puso cómodo en mi sofá.
Este tipo era increíble.
—Adiós Teresita, nos vemos en la mañana, espero ansioso el que me prepares
el desayuno —me dijo Vincent, mientras caminaba hacia mi cuarto.
Cuando escuche estas palabras, termine por tropezar y casi me caigo, pero
por suerte logre mantener mi equilibrio y evite esto, pude notar como Vincent
se reía de lo que había pasado, ya que escuche su molesta risa, pero a pesar de
eso, decidí ignorarlo y continúe mi camino.
Era increíble como Vincent tenía el don de poder sacarme de mis casillas y
alterarme de esa forma.
Daisy y yo caminamos hasta mi habitación en silencio, al llegar nos
acostamos en mi cama y nos miramos fijamente por unos momentos sin decirnos
nada.
—Ya verás que al final agradecerás todo lo que ha pasado esta noche —me
dijo Daisy mientras nos mirábamos.
—Eso espero —dije mientras suspiraba, cerrando los ojos poco después con la
intención de dormir.
Hoy había sido otro largo día, y quería descansar, estaba cansado y sentía
que podía dormir durante días enteros.
Es una lástima que no podía hacerlo, tenía que reunirme con Tomas y además
de eso… quizás tendría que hacerle el desayuno a Vincent, quien ser convertiría
en mi futuro jefe.
PDV Saint
Vi como Teresa se iba a su cuarto con mucho interés, la forma en la cual
casi se cae me pareció muy tierna, esta chica… la verdad es que era muy
divertido molestarla una y otra vez.
No importa cuántas veces lo hiciera, simplemente no me cansaba de
fuera por lo general inevitable.
El que Teresa trabajara para mí, tenía el objetivo de que ella desarrollara
esa atracción que todas las empleadas sienten hacia sus respectivos jefes, mi
encanto personal, mi atractivo, sumado a mi mayor estatus y a la posición de Teresa debajo de mi harían
que tarde o temprano cayera en mis brazos, era inevitable, solo tenía que ser
paciente.
Primero le mostraría m lado bueno y capaz, haría que admirara mis
capacidades al mismo tiempo en que fortalecía el vínculo de confianza entre
ella y yo, cuando menos se lo espere… quedara atrapada en mis encantos, y
entonces la haría mía y la convertiría en una de mis novias.
Mientras pensaba en mi plan maestro, no pude evitar dejar salir una
sonrisa, tener a Teresa a mi lado de seguro me vendría muy bien, era una
persona leal y capaz, y en el mundo en el cual vivo, esas virtudes me serían
muy útiles, necesitaba a alguien leal que me cuidara la espalda, no mentía en
eso cuando le dije esas palabras mientras estábamos hablando afuera.
Necesitaba a alguien aparte de Tomas que fuera fiel conmigo, y teresa
mostro cualidades para ser ese alguien, por lo que además de convertirla en una
de mis novias, también iba a convertirla en mi ayudante de confianza, alguien
que me apoyaría detrás de escena en el mundo en el cual vivía.
El apoyo de alguien leal me vendría bien, en especial cuando mi hermana y
yo estábamos a punto de chocar por ver quine de los 2 merecía más la herencia
de nuestro padre, un conflicto en el cual ambos haríamos todo para poder ganar
y en el cual nos mostraríamos nuestras garras.
Mientras pensaba en Teresa y en mi hermana, termine por recordar a Tomas, y
entonces tome mi teléfono e hice una llamada a mi fiel amigo…
Y me sorprendió que me hubiera contestado, pero aproveche de inmediato para
poder hablarle antes de que me gritara por llamarlo a esta hora.
—Adivina donde estoy ahora Tomas —le dije a Tomas, con cierto tono de
triunfo.
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