Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 61

PDV Teresa

—No vuelvas a hacer eso Vincent —le dije a Vincent mientras me levantaba y lo miraba enojada.

—Perdón, perdón, es que me dio el impulso de hacerlo Teresita, no volverá a pasar durante… quizás un par de horas —me dijo Vincent.

— ¡Tú…!

—Bien, bien, ya fueron muchas bromas, ya hablamos mucho, y ya es muy tarde, son las 2 de la mañana y necesitamos irnos a dormir, mañana tenemos cosas que hacer y no queremos caminar con sueño por las calles —dijo Daisy, interviniendo de repente.

—Cierto, ya es muy tarde, me quedare a dormir aquí —dijo Vincent mientras se echaba a dormir en el sofá.

— ¡¿Qué?! ¿Piensas dormir aquí? —le pregunte atónita a Vincent.

—Claro Teresa, ¿No pensaras enviarme de caminar por las calles a estas horas de la madrugada?, es muy peligroso, ¿No te preocupa lo que pueda pasarme?

Teniendo en cuenta lo que eh visto que podías hacer… la verdad es que no.

—No puedes quedarte a dormir —le dije mientras lo miraba.

— ¿Por qué no? Tengo sueño Teresa… quiero dormir y es muy peligroso que camine por las calles a estas horas… déjame dormir aquí, por favor —me dijo mientras me miraba con ojos llorosos.

—Vincent…

—Vamos Teresa, tampoco es que sea algo difícil de cumplir, deja que se quede hoy aquí, no perdemos nada al dejar que duerma en el sofá —me dijo Daisy mientras me miraba.

Es idea mía, o Daisy ha estado colocándose del lado de Saint en muchas ocasiones.

—Bien, quédate entonces Vincent, pero debes irte temprano en la mañana —le dije a Vincent mientras lo miraba.

—Puedo prometerte que lo hare Teresa —me dijo Vincent.

—Bien, duerme en el sofá, nos veremos en la mañana —le dije a Vincent mientras suspiraba.

—Seguro —dijo Vincent, quien lanzo sus zapatos con un movimiento de sus pies y en un abrir y cerrar de ojos se puso cómodo en mi sofá.

Este tipo era increíble.

—Adiós Teresita, nos vemos en la mañana, espero ansioso el que me prepares el desayuno —me dijo Vincent, mientras caminaba hacia mi cuarto.

Cuando escuche estas palabras, termine por tropezar y casi me caigo, pero por suerte logre mantener mi equilibrio y evite esto, pude notar como Vincent se reía de lo que había pasado, ya que escuche su molesta risa, pero a pesar de eso, decidí ignorarlo y continúe mi camino.

Era increíble como Vincent tenía el don de poder sacarme de mis casillas y alterarme de esa forma.

Las mujeres siempre buscaban estar con alguien cuyo estatus fuera superior al de ellas, era algo innato, siempre buscaban pretendientes que fueran mejores que ellas en todo sentido, alguien a quien pudieran admirar y que pudiera proveerles protección.

Debido a estos sentimientos de querer buscar a hombres de gran estatus, las empleadas por lo general se sentían más predispuesta a sentirse atraídas hacia sus jefes, los sentimientos de admiración que sentían hacia ellos y su naturaleza innata de buscar a hombres de gran estatus que pudieran proveerles de protección hacia que esto fuera por lo general inevitable.

El que Teresa trabajara para mí, tenía el objetivo de que ella desarrollara esa atracción que todas las empleadas sienten hacia sus respectivos jefes, mi encanto personal, mi atractivo, sumado a mi mayor estatus y a la posición de Teresa debajo de mi harían que tarde o temprano cayera en mis brazos, era inevitable, solo tenía que ser paciente.

Primero le mostraría m lado bueno y capaz, haría que admirara mis capacidades al mismo tiempo en que fortalecía el vínculo de confianza entre ella y yo, cuando menos se lo espere… quedara atrapada en mis encantos, y entonces la haría mía y la convertiría en una de mis novias.

Mientras pensaba en mi plan maestro, no pude evitar dejar salir una sonrisa, tener a Teresa a mi lado de seguro me vendría muy bien, era una persona leal y capaz, y en el mundo en el cual vivo, esas virtudes me serían muy útiles, necesitaba a alguien leal que me cuidara la espalda, no mentía en eso cuando le dije esas palabras mientras estábamos hablando afuera.

Necesitaba a alguien aparte de Tomas que fuera fiel conmigo, y teresa mostro cualidades para ser ese alguien, por lo que además de convertirla en una de mis novias, también iba a convertirla en mi ayudante de confianza, alguien que me apoyaría detrás de escena en el mundo en el cual vivía.

El apoyo de alguien leal me vendría bien, en especial cuando mi hermana y yo estábamos a punto de chocar por ver quine de los 2 merecía más la herencia de nuestro padre, un conflicto en el cual ambos haríamos todo para poder ganar y en el cual nos mostraríamos nuestras garras.

Mientras pensaba en Teresa y en mi hermana, termine por recordar a Tomas, y entonces tome mi teléfono e hice una llamada a mi fiel amigo…

Y me sorprendió que me hubiera contestado, pero aproveche de inmediato para poder hablarle antes de que me gritara por llamarlo a esta hora.

—Adivina donde estoy ahora Tomas —le dije a Tomas, con cierto tono de triunfo.

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