PDV Teresa
Tomas y yo nos
quedamos viendo como Clara se iba, después de perderla de vista, suspire y
después de eso gire mi mirada para ver a Tomas.
— ¿Cómo fue que
te casaste con ella? —le pregunte a Tomas.
Clara de verdad
que me había caído muy mal.
—La conocí hace
tiempo y fue cuando era más joven hace varios años, las cosas eran diferentes
en ese entonces, y con los años todo cambio —me respondió Tomas.
—Aun así Tomas,
las personas no cambian tanto, por cierto ¿Quién es Mía?
Cuando Clara se
estaba marchando, menciono a una tal Mía y una supuesta fiesta, parece que
Tomas también la conocía.
—Se llama Mía
Saint, es una socia de negocios nuestra, tenemos varios tratos y dentro 1 mes
será su cumpleaños, aprovechando la ocasión, todos los socios comerciales que
tiene irán a felicitarla para poder hablar con ella y estrechar la relación, y
eso sin mencionar que se va a hablar de negocios pendientes —me respondió Tomas
mientras terminaba de comer la comida en su plato.
¿Saint? ¿Una
chica?
—Y eso los
incluye a ustedes ¿Verdad? —le pregunte mientras también terminaba la comida
que habíamos ordenado.
—Así es, y tu también,
iras conmigo.
— ¿Yo? ¿Por qué?
—Porque eres mi
“novia” Teresa ¿Lo olvidaste? Sería raro que no lleve a mi novia a una fiesta
en la cual puedo traer invitados.
—Cierto… pero,
¿Es buena idea? Nunca antes estuvo en fiesta de alta sociedad, de seguro hay
mucha etiqueta y yo no sé nada de eso ¿No quedaras mal si hago algo incorrecto?
—No te preocupes
por eso, en este mes te enseñare todo lo que tengas que saber sobre las normas
de una fiesta de este tipo para que puedas quedar bien—me respondió Tomas,
había terminado de comer y llamo a una camarera para que le diera la cuenta.
—Está bien ¿Pero cómo
vas a enseñarme?
—Eso lo veras
después, y además también voy a modificar un poco tu apariencia.
— ¿Mi apariencia?
¿A qué te refieres al decir eso?
—Solo voy a
llevarte a unos cuantos salones de belleza Teresa, necesitas verte lo más
“deslumbrante” posible, por lo general las mujeres que acompañen a los hombres
a ese tipo de baile tienen que destacar por sobre el resto, una forma de llamar
la atención hacia nosotros.
—Bien, mientras
no sea nada exagerado —le dije a Tomas mientras me levantaba.
— ¿A dónde vas?
—Voy al baño,
vuelvo en un momento —le dije a Tomas antes de caminar en dirección hacia los
baños.
Estuve un corto
tiempo allí, y cuando estaba a punto de salir, recibí la llamada de Vincent, había
tenido el teléfono en vibrador desde que me encontré con Tomas, y no lo había
revisado, tenía 10 llamadas perdidas de Vincent, parece que estaba muy ansioso
por hablar conmigo.
Le conteste el
teléfono, pero el saludo que obtuvo no fue el esperado.
Vincent parecía
molesto por no atenderle, y eso sin mencionar que empezó a preguntarme por la
orgia a la cual Daisy me había llevado sin decirme nada.
Me sorprendió que
él también supiera acerca de eso, la bastarda de Daisy debió mandarle la foto también
a él, debo darle una lección por lo que hizo pronto.
Tarde un tiempo
un tiempo en poder calmar a Vincent y explicar todo de forma convincente,
cuando por fin termine, pareció más relajado, aunque empezó a decirme varias
cosas, en especial que no debería frecuentar sitios como ese.
Y eso lo decía el
tipo que asistía a clubes a comprar la virginidad de las chicas jóvenes…
—Si Vincent, te
lo prometo, no dejare que me vuelvan a engañar para asistir a sitios como ese.
— ¿Me lo juras
Teresa?
—Sí, sí, no soy
tonta para caer en el mismo engaño 2 veces, por cierto ¿Cómo se llama tu
hermana?
— ¿Por qué
quieres saber eso?
—Curiosidad nada más.
—Se llama Mía,
Tomas estaba esperándome cerca de la salida del restaurante, camine hacia él y
ambos nos fuimos.
Nos montamos en
su auto e iniciamos el camino hacia su casa, necesitaba ir por mi ropa, y ahora
que pensaba en eso, no pude evitar el impulso de hacerle un par de preguntas a
Tomas, sobre todo el por qué no me dijo que este vestido era tan costoso, era
incomodo llevarlo, cuando fui al baño tuve que tener mucho cuidado por como lo
trataba.
Según Clara,
valía 105.000 dólares, una suma exorbitante.
— ¿Por qué no me
dijiste que esto valía tanto dinero? —le pregunte mientras lo miraba conducir.
—Pensaba que no
te lo ibas a poner si te lo decía, ¿Lo hubiera hecho?
—Pues… creo que
no, pero esto no hubiera pasado si no hubieras mojado mi ropa, o al menos me
hubiera dicho antes algo, de haber sabido antes me hubiera puesto ante el sol y
mi ropa no hubiera tenido ese olor.
—La verdad es que
no te avise a propósito.
— ¡¿Que?! ¡¿Por qué?!
—Esa ropa que
llevaste no me convenció del todo, te dije que vinieras llamativa, no quede
convencido y decidí que sería mejor que usaras otro conjunto.
— ¿Por eso fue
que me besaste en el baño y me mojaste?
—Bueno… es como
te dije, necesitábamos practicar los besos… y también fue para que no tuviera
otra opción más que cambiarte de ropa.
—Tomas, si querías
que me cambiara la ropa, solo tenías que decírmelo, no hacer un plan tan
rebuscado para hacer que lo hiciera.
—Pero funciono ¿O
no? Y además siempre juego a lo seguro, y cuanto te vi en el baño pensé que era
lo más óptimo, pensé que era lo mejor.
—Mejor para ti,
si quieres que sea tu novia estos 3 meses no empieces a hacer las cosas según
lo que creas conveniente, si no te gusta algo solo dímelo y veremos que
hacemos, y además, por usar este conjunto de ropa es que Clara pudo atacarme de
esa forma ¿Lo olvidaste?
—No, no lo
olvide, eso fue un error que no pude prever…
—Tomas…
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