Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 99

PDV Teresa

El auto de Tomas avanzo rápidamente por el camino, allí hablamos un poco sobre lo que encontraría en la fiesta de Mía.

Los Saint eran más famosos de lo que pensaba en un principio, según Tomas, su grupo empresarial era incluso más grande que el suyo y eran una razón importante por la cual logro obtener su éxito actual, ya que la asociación con los Saint le abrieron muchas puertas.

Su grupo empresarial tenía presencia en prácticamente todo el mundo, y el jefe actual de la familia, el padre de Vincent, Eliseo (un nombre algo raro) tenía mucha influencia en el mercado mundial actual, y su hija Mía, era alguien muy buscada por muchas personas.

Si Mía lograba heredar la fortuna de su padre y su patrimonio por encima de Vincent, o al menos la mitad de este, sería una mujer muy rica, y el hombre que se casara con ella, podría tener acceso a esa fortuna y disponer de ella (Según Tomas muchos de sus pretendientes tenían el pensamiento conservador de que las posesiones de su esposa eran suyas después del matrimonio) por lo que muchos hombres la buscaban debido a esto, querían hacerse con el patrimonio de los Saint vía matrimonio.

Además de lo anterior, Mía era una mujer, por lo que los hijos que tuviera tendrían el apellido de su padre y las posesiones de los Saint en el futuro pasarían a la familia de este, un incentivo más para perseguirla y además Tomas me dijo que Mía también era una mujer muy atractiva, por lo que ningún hombre sentiría que se estaba sacrificando solo para obtener la fortuna de los Saint, ya que estaría obteniendo una esposa muy hermosa al mismo tiempo que una gran fortuna, dos pájaros de un tiro.

Me molesto cuando Tomas dijo lo atractiva que era Mía y sobre cómo ningún hombre pensaría que sería un sacrificio estar con ella solo por obtener su dinero, pero cuando dijo esto, pensé involuntariamente en Vincent, y teniendo en cuenta lo atractivo que era este, su hermana no debía quedarse atrás, al final termine imaginando a Vincent en versión mujer y tuve que admitir que de seguro seria alguien muy llamativa.

Eso me molesto, pero trate de ignorar eso mientras Tomas seguía conduciendo y continuaba hablando.

Mía era una mujer hermosa con un gran patrimonio tras de sí, los hombres la buscaban como las abejas a la miel, en especial los hijos de magnates de nivel medio o empresarios jóvenes, y de hecho, incluso habían príncipes de distintas casa reales europeas que la buscaban, todos ellos eran un montón de SIMPS según Tomas, todos buscaban la oportunidad de poder besarle los pies a Mía y no les importaba rebajarse un poco para hacerlo.

Me sorprendió un poco que Tomas dijera esto tan abiertamente, llamo SIMPS a hijos de magnates empresariales y jóvenes empresarios, e incluso a príncipes europeos… pero debía tener sus razones para hacerlo.

Todos los SIMPS de Mía, iban a aprovechar para poder cortejarla y ver si podían obtener algo, saber que iban a ir tantas personas importantes a la fiesta de Mía me puso algo nerviosa, pero también ansiosa por llegar.

Inconscientemente termine por darle gracias a Tomas que fue insistente con el tema del vestido, no creo que tuviera algo en mi armario que pudiera lucir en una ocasión como esa.

Por suerte no tardamos mucho y dentro de poco pudimos llegar al lugar donde se celebraría la fiesta.

Según Tomas, Mía iba a celebrar su cumpleaños en su casa, más que una casa era una mansión, hasta donde podía ver, tenía unos 8 pisos altura y todos ellos eran muy grandes, era en su totalidad de color blanco, aunque tenía algunos otros colores como el negro, el purpura y el dorado mezclados aquí y allá, además de eso tenía un amplio jardín tanto delantero como trasero y un monto de fuentes de agua esparcidas a lo largo de todo el jardín.

Por lo visto la hermana menor de Vincent no se privaba de nada, se suponía que vivía sola, y tener una mansión tan grande para una sola persona era algo exagerado, en esa mansión debían poder caber cientos de personas sin problemas… quizás más.

El auto llego a un gran portón que impedía la entrada al jardín de la casa de Mía, pude ver como toco algo cerca de ese portón y hablo con alguien, esa persona conocía a Tomas, y le dio una bienvenida calurosa.

Según esa persona, la señorita Mía, lo estaba esperando, y poco después el portón se abrió y nos deje libre el paso al interior.

Tomas avanzo, y mientras más nos acercábamos, pude ver los cientos de autos que habían estacionados cerca de la mansión de Mía.

Eran demasiados, y muchos de ellos se veían muy costosos, incluso más que el auto que Tomas conducía, el cual según él tenía un valor de 120.000 dólares, mi vestido costaba más que su auto, pero él decía que no necesitaba más que esto, este auto era más que suficiente.

El auto se estaciono en una ubicación cerca de la mansión, una muy buena, fuimos recibidos por miembros del personal los cuales saludaron con entusiasmo a Tomas, parecían conocerlo.

Esto me molesto un poco, por lo visto, Tomas había visitado la casa de Mía antes en el pasado… por qué razón, no lo sabía, pero no me agradaba.

Había una larga fila para poder entrar, no importa quien sea, los hombres o las mujeres allí presentes se veían muy bien, sus ropas se veían bastante elegantes y estaban muy bien arreglados, incluso los guardias que custodiaban la entrada a pesar de que eran tipos de un 1.80 o más, bastante fornidos, también estaban muy bien vestidos.

Pensaba que nos formaríamos en la fila para poder entrar, pero Tomas simplemente decidió ir directo a la entrada pasando sobre todos los demás, eso me altero un poco, este no era cualquier lugar, y esas no eran gente común, todos ellos debían tener ciertos estatus y de seguro tenían mucho ego, no sería bueno que Tomas los hiciera enojar saltándose la fila.

Tomas me arrastro con él, y no tardamos mucho en llegar junto con los guardias, pensaba que los que estaban formados en la fila se quejarían y los guardias le dirían a Tomas que se formara y esperara su turno, pero vi como ellos lo saludaban con mucho entusiasmo y poco después le decían que entrara.

Algunas personas formadas enfrente se quejaron por esto, pero la mayoría guardia silencio y los guardias hicieron caso omiso de ellas, no esperaba que pudiéramos saltarnos la fila así de fácil.

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