¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 108

La ropa que llevaba era recién comprada, le costó más de 5 mil. Se la puso especialmente para ir a entregarle el informe al presidente Alain en fin de mes.

En todos los meses, solo podía ver al presidente Alain cuando venía a traerle los informes.

Por lo general, solo podía verlo durante las reuniones grandes. Estaban presentes cientos de ejecutivos en esas reuniones grandes. Ella ni siquiera podía verlo con claridad porque su puesto estaba muy detrás.

Esa era su única oportunidad de tratar con el presidente.

Además, como había cancelado su compromiso, ahora era soltero rico.

Tenía que hacer todo lo posible para aprovechar esa oportunidad.

Si daba la casualidad de que le interesara, se convertiría en la esposa del presidente.

Como Cynthia se limitó a sumergirse en sus pensamientos, no vio a la persona que estaba en la puerta. Se había descuidado.

—Lo siento, lo siento, ha sido sin querer.

—¿Quieres que no lo tenga en cuenta solo porque fue sin querer? ¿Sabes cuánto cuesta este vestido que llevo? ¿Crees que puedes permitirte pagármelo?

Noemí la fulminó con la mirada. Ahora que su vestido tan hermoso estaba mojado, ¿cómo iba a ver al presidente Alain?

No había visto nunca esa cara.

—¿Eres nueva?

Cynthia temía que le preguntara en qué departamento estaba como el empleado de antes, así que dijo:

—No.

El rostro de Noemí se puso aún más disgustada. No había ninguna mujer al lado de Alain excepto Jenni, que ya no estaba.

Y tampoco había ninguna mujer en ese piso, ¿de dónde vino esa?

¿Acaso también había venido a seducir a Alain porque se enteró de que había cancelado su compromiso?

Pensando en eso, el rostro de Noemí se volvió aún más sombrío.

—Vas a entrar, ¿verdad? Te abriré la puerta.

Cynthia se sintió avergonzada porque le mojó de agua. Estaba a punto de empujar la puerta, pero la otra la agarró de la muñeca.

Luego la apartó vigorosamente.

Cynthia se echó para atrás por el tiró y retrocedió unos pasos apresuradamente. El agua que había en su mano se derramó porque su cuerpo había perdido el equilibrio, salpicándola en el pecho, hasta su cuello estaba mojada de agua.

Afortunadamente, el agua ya no estaba muy caliente, no se quemó ni nada, solo se había mojado la ropa.

Llevaba una falda de seda. Al empaparse de agua, toda su ropa interior se transparentó, de modo que se cubrió el pecho apresuradamente.

Aunque había tenido hijos, había mantenido muy bien su figura. Po lo que tenía una buena proporción corporal.

Cuando Noemí vio sus pechos, se sorprendió por un momento y luego se burló:

—Qué desvergonzada, ¿a quién quieres seducir vistiéndote así?

Noemí sintió que también había venido a llamar la atención de Alain.

¿Quería competir con ella?

—¡Eres una desvergonzada!

Cynthia también estaba airada. Ya se había disculpado, ¿por qué seguía siendo tan agresiva?

—¿No has oído hablar de que hay que ser tolerante? ¿O es que una empleada de una empresa tan grande ni siquiera tiene este tipo de mentalidad?

—¿A quién crees que…?

Noemí se quedó tan asombrada que en un buen rato no terminó su frase.

Cynthia no se molestó en hacerle caso, se dio la vuelta y quiso ir a la despensa a servir otro vaso de agua.

Pero alguien le tiró del brazo.

—¿Te quieres marchar sin más? Ni lo sueñes.

—¡Discúlpate conmigo!

Noemí aparentaba con mucho ímpetu, porque a pesar de todo era la gerente financiera del Grupo Superior.

Y Cynthia no era más que una empleada que acaba de unirse a la empresa, ¿de qué podía tener miedo?

Tenía la confianza de armar un escándalo, estaba segura de que ella no era la que saldría perdiendo.

Cynthia la miró sorprendida.

—Ya me disculpé por salpicarte agua. Ahora tú deberías disculparte conmigo.

—¿Te crees que eres digna de hacer que me disculpe contigo?

Noemí se burló.

—Creo que ya no quieres quedarte más en la empresa. Solo eres una empleada que acaba de incorporarse a la empresa, ¿cómo te atreves a ser tan presuntuosa? ¿Ya no tienes ganas de vivir o qué? ¿No sabes que puedo acabar contigo?

En ese momento, la puerta de la oficina se abrió desde el interior, y pronto apareció una figura alta en la puerta.

Después de echar un vistazo a su alrededor, finalmente dirigió su mirada a Cynthia. El suelo estaba empapado de agua.

Ella también estaba empapada de agua.

—Presidente Alain, estoy aquí para enviarle el informe de este mes, pero no esperaba que esta nueva empleada me salpicara agua en todo el cuerpo. Encima se niega a disculparse y va de arrogante. Creo que nuestra empresa no debería contratar a este tipo de personas.

Noemí rápidamente se chivó primero.

Después de todo, en esos asuntos, quien hablase primero se quedaría con la ventaja.

Si Cynthia hablara después de que ella le había echado toda la culpa, todo lo que dijera Cynthia se convertiría en excusas.

Cuando estaba hablando, tocó su hermoso cabello, se inclinó hacia Alain y bajó la cabeza como si estuviera agraviada y necesitara que alguien diera justicia por ella.

Antes en la oficina, Alain había escuchado claramente que Cynthia se había disculpado al principio, fue la otra quien iba de agresiva.

—¿Cómo quieres que lidie el asunto?

Alain miró a Cynthia y preguntó.

Antes de que Cynthia tuviera tiempo de hablar, Noemí miró sorprendida a ese hombre alto y divino, «¿Está preguntándome cómo quiero lidiar con esa mujer?»

Se sentía sorprendida por su repente consideración.

Noemí solo sintió que se le aceleraron un montón las palpitaciones.

—Claro que no podemos dejar que este tipo de persona siga en la empresa, porque tiene problemas de carácter.

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