A Cristián se le tensaron los nervios. «Después de todo Chloe es amiga de Cynthia, ¿cómo se lo explico?».
—No llores.
Cristián se acercó para consolarla, pero tan pronto como su mano tocó su hombro.
—¡Lárgate! ¡No quiero verte, me das asco!
No pudo evitar temblar al pensar en lo de anoche, hasta su estómago se revolvía.
A Cristián le cambió la cara, pero al final no dijo nada, porque era un hombre y no era el que salía perdiendo en el asunto.
Además, ese no era su primera vez, pero sí la primera vez de Chloe.
Como ella había perdido lo más valioso de una mujer inconscientemente, Cristián podía ignorar las palabras desagradables que dijo, ya que entendía lo cabreada que debería estar.
—Está afuera y acaba de llamar a la puerta.
Cristián la miró, esperando que ella pudiera calmarse y resolver primero la situación a la que se enfrentaban ahora.
Chloe dejó de llorar y levantó sus ojos enrojecidos.
—¿Qué hacemos?
«¡Ahhh, qué vergüenza!».
Se cubrió con la colcha, deseando desaparecer en el mundo de inmediato.
—No te pongas ansiosa.
Cristián la consoló.
—¿Qué tal si fingimos estar saliendo?
Era mejor que ser pillado después de haber tenido rollo de una noche.
Si se tratara de novios, no sería nada extraño que se hubieran acostado juntos.
De ese modo, no quedarían en vergüenza.
—¡Ni se te ocurra!
Chloe levantó la colcha y agarró la almohada para lanzarlo hacia el hombre.
—Si no me hubieras hecho beber tanto, de ninguna manera pasaría algo tan ridículo...
Cristián agarró la almohada que le había tirado, luego se apresuró a taparle la boca, y susurró:
—Baja la voz, ¿quieres que todos sepan que nos hemos acostado juntos anoche?
Chloe pensó por un momento y sacudió la cabeza, no quería, porque era demasiado vergonzoso.
—Pues fingimos estar en una relación, después de un tiempo rompemos con la excusa de que no estamos hechos el uno para el otro, así no pasamos vergüenza, ¿te parece?
Cristián se dio cuenta de que no quería que la gente supiera la noche loca que pasaron, por lo que aprovechó para volver a mencionar lo de actuar como una pareja falsa.
Lo urgente ahora era convencer a Cynthia que estaba en la puerta.
Chloe lo pensó por un rato, pero aun así no estuvo de acuerdo.
Cristián respiró hondo mientras pensaba que esa mujer era demasiado terca.
—Bueno, no pasa nada, los hombres no tenemos miedo a reconocer líos de una noche, le diré que anoche estábamos borrachos y nos acostamos juntos.
Cristián lo dijo mientras fingía que iba a abrir la puerta.
Chloe entró en pánico.
Cristián agarró el pomo de la puerta e hizo un gesto para abrir la puerta.
—Espera.
Chloe reflexionó rápidamente, llegó a la conclusión de que lo que dijo Cristián tenía sentido, fingir una relación de pareja sonaba mejor que un lío de una noche. Después de todo, era inevitable enfrentarse a tanta gente, le daría mucha vergüenza si supieran la verdad.
—Acepto eso de fingir ser pareja por ahora.
Chloe agotó su coraje para pronunciar esa frase.
Como tenía argumento para explicar, Cristián abrió la puerta, pero no había nadie allí, asomó la cabeza y descubrió que Cynthia estaba regresando a su propia habitación.
Cynthia sintió que era demasiado impulsiva, independientemente de qué relación tenían, no debería haber llamado a la puerta en ese momento.
Solo estaba demasiado impactada, después de calmarse, se dio cuenta de que no estaba haciendo lo correcto, así que estaba yéndose. No tenía intención de hacerles pasar vergüenza o rayarse por cómo enfrentarla.
Cristián llamó:
—Cynthia.
Cynthia volvió la cabeza y vio a Cristián asomando la cabeza por la puerta.
—Luego en el desayuno te cuento algo.
Cynthia asintió con la cabeza y luego empujó la puerta de la habitación, en un principio quería salir a tomar un poco de aire, pero ahora no estaba de humor, estaba pensando en lo que Cristián iba a decirle.
Se preguntaba si le contaría lo de él y Chloe.
—¿Cuándo me dejarás acostarme contigo? Soy un hombre con necesidades, me fastidiarás esa función si no me dejas tocarte...
Cynthia apartó su rostro.
—Estoy hablando de un asunto serio contigo, si vuelves a ponerte así, me voy a enfadar contigo.
Alain levantó la cabeza con agravio, «¿Desde cuándo tengo tan poco respeto?».
Silenciosamente miró al techo, sintiendo que era el hombre más miserable del mundo.
—Se lo preguntaré a Mauricio.
Mientras lo decía, Cynthia estaba a punto de levantarse, pero Alain lo abrazó con más fuerza. Para complacer a su esposa, iba a dejar de lado su amigo.
—Ha tenido una novia seria en el pasado, fue su primer amor, pero rompieron posteriormente, eso fue un gran golpe para él. No se ha buscado una novia seria durante todos estos años. Puede que esta vez se lo ha tomado en serio, porque si no...
Le dio a Cynthia una mirada de «tú me entiendes», y aprovechó la oportunidad para meterse en sus brazos.
—Yo no he tenido novia seria ni una vez.
Después de hacerse cargo de la empresa, se centró en su carrera. Por un lado, no tenía ese tiempo para mantener una relación de pareja; por otro lado, no hubo nadie que pudo conmover su corazón.
—Compénsamelo.
Tenía mucho apetito sexual, sus músculos estaban tensos. Sintió que tarde o temprano acabaría muerto por esa tortura de no poder hacer nada.
Los hombres eran especialmente sensibles por la mañana, sobretodo cuando se enfrentaban a la mujer que les gustaban, eso sin duda los pondría más cachondos.
Su respiración se hacía cada vez más pesada mientras la llamaba por su nombre con ternura:
—Cindy...
—No me gustan los hombres que no hacen nada más que pensar en sexo.
Cynthia consiguió apagar su apetito sexual con unas simples palabras.
Alain estaba sin habla.
Se dio la vuelta y miró al techo.
—Tarde o temprano, moriré en tus manos.
No sabía lo que le pasaba, solo sentía muchas ganas de acostarse con ella.
Quería persuadirla de hacer el amor con él, pero no era fácil convencerla.
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