¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 356

Cynthia estaba muy sorprendida.

—¿No es este el padre de esa niña de la guardería?

Pronto Cynthia reaccionó y miró a Alain.

—¿Él hizo este video y lo subió?

Alain no lo negó.

—¿No conoces a tu hijo?

Cynthia se quedó sin habla. Era verdad, su hijo tenía esa capacidad.

Miró a Alain preocupada.

—¿No traerá problemas? Después de todo, ese hombre tiene cierto poder.

Alain estaba muy tranquilo.

—No debería temer a nada si no ha hecho nada malo.

Si ese vicealcalde era una persona íntegra y honesta, no debería tener miedo a ser investigado. De lo contrario, se lo merecería.

Miraba como lo miraba, pensaba que su hijo hizo bien.

Solo con ver la actitud arrogante de la mujer de la pantalla, podía intuirlo.

Hasta donde él sabía, la esposa del vicealcalde no era tan joven, y mucho menos tenía un niño tan pequeño.

Debería ser...

Cynthia suspiró. A quién habría salido este hijo. Tenía que preocuparse tanto por él.

Cynthia consideraba que era mejor que los niños fueran inocentes.

Tenía solo 6 años y parecía un adulto, no sabía si eso era bueno o malo.

Alain le pellizcó la nariz.

—¿Te asustaste?

Cynthia lo fulminó con la mirada. No quería que le pasara nada a su hijo.

En este momento, comprendió a quién se parecía su hijo.

Era exactamente igual a este hombre.

—¿Te vengaste de Arturo?

Preguntó Cynthia, más bien estaba afirmando.

La mirada de Alain cambió, parecía tan tranquila como siempre, pero había diferencias.

—¿Me estás interrogando?

Cynthia se pausó.

—Solo estoy preguntando, no te estoy interrogando. Él hizo eso porque el tío hizo mal primero…

—¿Así que te da pena?

La interrumpió Alain.

Cynthia cerró la boca, descubrió que podía malinterpretar todo lo que decía.

—No tengo nada que ver con él, ¿por qué siempre tienes que hablar así?

Cynthia también estaba un poco enojada, no le gustaba que la cuestionaran.

Alain siempre hablaba tan insinuante, y eso, a Cynthia le disgustaba mucho.

Alain se inclinó ligeramente hacia atrás y la cogió de la barbilla.

—Sabes claramente que no me gusta que te relaciones con él, pero insistes en hacerlo. ¿Intentas poner a prueba mi paciencia?

Cynthia cerró la boca.

Este hombre...

En ese momento, sonó el teléfono de Alain.

Miró y vio que era de la familia Bezos.

Al mismo tiempo, Cynthia también lo vio.

Ambos se miraron. Alain la soltó y contestó.

Pronto sonó la voz de Irene:

—Alain, ¿tienes tiempo? Tu tío quiere verte.

Alain miró a Cynthia y asintió.

Elio tuvo un accidente de tráfico y estaba herido. Debería visitarle por lógica.

—Bien, entonces prepararé la cena.

Irene terminó de hablar y colgó.

Alain dejó su teléfono y miró a Cynthia.

—Mi esposa es muy vergonzosa y no está acostumbrada a que habléis de ella. Otro día os daré los dulces de boda que os debo.

En ese momento, Henry salió del ascensor. Se sorprendió cuando vio a Alain abrazando a Cynthia. Cuando estaba a punto de saludar, Alain le ignoró y entró al ascensor.

—Asistente Henry.

Todos se reunieron alrededor suyo.

—¿Sabes que el presidente Alain está casado?

¿Qué?

Henry volvió la cabeza y quiso mirar a Alain, pero solo vio la puerta cerrada del ascensor.

—Asistente Henry, pero habla.

Todos tiraron de él. Él era el más cercano a Alain, tenía que saberlo muy bien.

Henry se quedó aturdido, ¿Podía decirlo?

—Asistente Henry, ¿es cierto que la esposa del presidente Alain era esa chica?

¿Chica?

Henry sabía que Cynthia parecía joven, pero ya tenía 25 años. Sus hijos ya tenían 6 años.

—Asistente Henry, ¿en qué estás pensando? Responde, ¿el presidente Alain está casado de verdad?

Henry asintió con la cabeza.

—Sí, está casado, y la señorita que acaba de pasar es su esposa.

Alain él mismo lo había dicho, así que no tenía miedo de contarlo.

—¿Cuándo sucedió? ¿Por qué no hemos escuchado nada?

Henry entrecerró los ojos.

—¿Acaso el jefe tiene que informaros cuando se casa?

—Id a trabajar y haced lo que debáis hacer —Henry comenzó a dar órdenes.

Había gente que todavía se acercó a preguntar.

—¿De qué familia es la esposa del presidente Alain? ¿Por qué nunca se ha oído hablar de ella?

Henry enarcó la ceja.

—¿Qué pasa? ¿Tiene que ser hija de algún magnate para casarse con la familia Paramés?