—No te preocupes, mami, seré muy obediente y te esperaré en casa. Pero si tienes algo tienes que decírmelo y no dejes que me preocupe por ti.
A Cynthia le daba ganas de llorar cuando escuchó las palabras tan sensatas de su hijo, no sabía si era la debilidad física lo que le hizo perder firmeza en su mente.
Estaba demasiado asustada, temía que su hijo conociera su situación y tenía miedo de que no hubiera forma de resolver este asunto.
Apretó el puño con una mano, hizo todo lo posible para aguantar y hablar normal:
—Álex, tengo algo que hacer, te cuelgo primero.
—Vale...
Cynthia colgó el teléfono, sin saber si Álex había terminado de hablar.
Vega le trajo la comida:
—Tendrías hambre, ¿no?
Cynthia no tenía nada de apetito, sentía un peso en su pecho y le dolía al respirar.
Ella miró a Vega y la dijo:
—No tengo hambre...
—Necesitas comer algo, a parte ahora estás muy débil.
Vega interrumpió a Cynthia, sostenía un cuenco, se sentó junto a la cama y la miró con seriedad:
—El señor Alain me ordenó cuidarte bien y esta comida lo envió el señor Alain, que es buena para tu salud. Ahora no eres una, sino deberías pensar también en tu bebé.
Vega no conocía la situación actual de Cynthia, sabía que estaba en la cama porque estaba embarazada y tenía síntomas de aborto espontáneo.
En su opinión, antes de todo debería cuidar su salud.
Lo más importante era comer, ya era muy delgada de por sí y si no comiera nada, ¿de qué se iba a nutrir el bebé?
—Temía que tienes mal apetito, así que la comida que te envió el señor Alain es muy ligera, puedes probarla.
Vega le acercó el cuenco:
—Escuché que el nido comestible de esta tienda venía directamente de la Nación M, ya que ahora el nido doméstico nacional tiene mala calidad. Venga, come algo por ti y por el bebé.
Cuando Vega habló sobre el nido comestible, le vinieron a la mente la imagen de «saliva», ya que había visto un reportaje sobre la formación del nido comestible, que era la saliva del serín canario.
—¡Puaj!
Cynthia se tapó la boca, su estómago se revolvía ferozmente. Se levantó la colcha y estaba a punto de levantarse de la cama. Vega se sorprendió y dejó el cuenco para sujetarla:
—Espérame, voy a buscar una palangana, no puedes levantarte de la cama.
Vega corrió apresuradamente al baño y sacó una palangana de plástico.
Cynthia vomitó los ácidos, tenía el estómago vació, pero tenía tanta náusea que se sintió algo mejor después de vomitar.
Vega la acarició en la espalda y le daba mucha pena:
—Así, no puede ser...
Cynthia se enderezó:
—Dame un vaso de agua.
—Sí.
Vega se llevó la palangana para que no le diera náuseas, se lavó las manos y le sirvió un vaso de agua.
—Voy a enjuagarme la boca.
Cynthia miró a Vega que estaba muy ocupada y dijo.
Vega fue al baño para limpiar la palangana y volvió a sacarla.
Cynthia se enjuagó la boca, el aliento en su boca era más fresco y las náuseas se redujeron.
Vega se paró junto a la cama con preocupación:
—¿Qué hacemos si no puedes comer nada?
En ese momento, se abrió la puerta de la habitación, el médico entró con las enfermeras y asistentes a su lado. Era el momento de las rondas, el médico se acercó a la cama y preguntó a Cynthia:
—¿Presentas algún síntoma de dolor abdominal?
—No.
Cynthia dijo.
El médico miró su registro y preguntó:
Obviamente, vio que ella tenía el estómago vacío.
—Genial.
Vega dijo, porque definitivamente no podía seguir sin comer de esta manera.
—Tiene que descansar más.
Ordenó el médico y Cynthia asintió.
Poco tiempo después de la visita médica, llegó una enfermera para ponerle el suero a Cynthia y el médico le había asignado la cantidad de un día, pero principalmente tenía que nutrirse por la comida.
En el Grupo Superior, Andrés y Alejandro fueron a la empresa entrando directamente en la oficina de Alain sin tocar la puerta.
Sin embargo, nadie estaba dentro, Alain se fue al Departamento de Relaciones Públicas y Cristián estaba redactando los documentos de la denuncia.
La noticia se difundió de la noche a la mañana, obviamente alguien lo hizo deliberadamente.
Evidentemente, Elio quería presionar a Alain de nuevo.
—Hay muchos comentarios fantasmas de Internet.
Estos «fantasmas de Internet» subían publicaciones y comentarios por todas partes de manera muy agresivas, indicando que Cynthia era una asesina, había alterado el orden público, había disparado y matado a alguien, era imperdonable, etc.
Era inútil bloquear solo a los periodistas, porque aquellas personas que criticaban a través de Internet también eran los culpables de la expansión del asunto.
Alain también lo pensó, necesitaba solucionarlo eficazmente dando un ejemplo de amenaza para impactar a aquellos internautas que se dejaban llevar tan fácilmente.
—Buscad unos cuantos usuarios destacados, encontrad su ID (identificación) y procedemos a la denuncia.
—Para el ID necesitamos a un profesional.
En ese momento, la puerta cerrada se abrió repentinamente y Andrés se paró delante de la puerta:
—Lo del ID déjamelo a mí.
Aparte de tener un aspecto físico hermoso, no había perdido en tiempo cuando estaba en AC.
Entró, se sentó en una silla, cogió un portátil y comenzó la búsqueda.
Primero fijó las tres cuentas más activas...
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