¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 745

Luciana fue corriendo a su dormitorio en la universidad. Las compañeras con que convivía no tenían clase hoy, por eso estaban todos en el dormitorio por la tarde. Vieron que volvió ella, le preguntó, –Luciana, ¿tienes trabajo a tiempo parcial? ¿Qué haces?

Porque ella siempre salía cada vez no tenía clase, se veía muy ocupada, parecía que tenía un trabajo a tiempo parcial, por eso, se lo preguntaron.

Ella negó con su cabeza, sacó afuera la maleta que estaba abajo de su cama, ella había puesto su certificado en sus prendas.

Una de las compañeras le preguntó, –Luciana, ¿qué estás buscando?

Ella hizo una pausa, dijo, –Mi certificado de matrimonio.

Ya no quería ocultarlo, de lo contrario, alguien malinterpretaría que ella y Mauricio no llevaban una relación decente.

Su compañera se sorprendió, –¿Te casaste?

¡Qué increíble que era la noticia!

–Pero aún eres una estudiante universitaria.

Pronto Luciana encontró el certificado rojo, lo sostuvo en su mano y miró a su compañera, –¿Existen leyes que estipulen que los estudiantes universitarios no pueden casarse?

Ella la replicó.

Su compañera se quedó sin palabras, realmente no había ninguna ley que estipulaba que los estudiantes universitarios no podían casarse, siempre y cuando tuvieran suficientes años de edad.

–Aún no te has graduado, y ahora te casaste, ¿no crees que lo hiciste muy apresuradamente?

A Luciana le urgía irse, por eso no dijo nada, salió corriendo rápidamente.

Su compañera le dijo en voz alta, –¡No olvides de invitarnos a comer para celebrar otro día!

Luciana se dio la vuelta y mientras corría, dijo, –De acuerdo.

Al salir de la puerta de su universidad, de repente se sentía perdida en su corazón, ¿A dónde debería ir? ¿Con quién debería hablar para explicar el caso?

En la actualidad, tenía la evidencia de demostrar que la relación entre ella y Mauricio era legal. Pero, ¿con quién debería ir a hablar?

Ella se paró al lado de la carrera, diciéndose a sí misma una y otra vez que debería calmarse. Solo con que estuviera calmada, podría pensar en una solución.

Se lo decía a sí misma una y otra vez.

De repente, se le ocurrió una idea brillante, Cristián era un abogado, debería saber todo.

Inmediatamente llamó un taxi para ir a buscar a Cristián.

Cristián estaba deprimido en estos días, porque no había logrado convencer a su abuela.

Él salió de su oficina, se acercó a su auto, estaba a punto de abrir la puerta del auto para ir al hospital, en este momento justo, llegó Luciana.

Ella lo llamó a Cristián.

Cristián se dio la vuelta, ella le pagó al conductor y vino a su lado.

–¿Por qué viniste aquí? –él todavía estaba sorprendido, no esperaba que ella viniera a buscarlo.

–¿Tienes algún problema con Mauricio? No te puedo ayudar nada, yo también tengo muchos líos propios.

Ella negó con su cabeza, dijo, –No se trata de eso. Él está con problema. Fue denunciado de forma anónima. Hoy por la tarde, vinieron dos personas a casa, y lo llevaron a hacer una mayor investigación.

–¿Fue denunciado? –él abrió sus ojos como platos.

Ella asintió con su cabeza.

–¿Qué se denunció? –le preguntó.

–Que tiene una amante –ella se puso muy nerviosa, no podía preocuparse por otra cosa, sólo quería rescatar a Mauricio lo antes posible.

–¿La amante se refiere a ti? –la preguntó.

En ese momento, Mauricio estaba sentado en la sala de interrogatorios, y el director del departamento de inspección sostuvo en la mano el certificado de matrimonio entregado por Mauricio y lo miró de nuevo.

Se sentía un poco dramático.

Ya habían pasado solo tres días desde la fecha del certificado de matrimonio, también fue en el lunes, ellos recibieron la denuncia.

Dejó su certificado de matrimonio y preguntó, –¿Tienes problema con alguien?

De lo contrario, ¿cómo podrían haber denunciado a él de forma anónima?

Mauricio dijo, –No.

Tenía una presunción en su corazón, sin embargo, no tenía evidencia, por eso, no diría nada sobre eso.

Hannah fue la sospechosa primera.

Esta mujer tenía una ideología muy mala, además, no era decente.

El director dijo con una sonrisa, –Parece que fue un malentendido, pero nosotros, siendo el departamento de inspección, tenemos que terminar estos procedimientos. Espero que lo entiendas.

Mauricio dijo, –Entendido, si no hay nada más, ¿me puedo retirar?

El director estaba a punto de decir que sí, después de todo, se había comprobado que el certificado de matrimonio no había sido falsificado.

Entonces, la denuncia de que él tenía una amante no era cierta.

En este momento justo, entró una persona, le dijo al oído, –Alguien afuera de la puerta quiere verte, me ha dicho que conoce la situación del oficial Mauricio.

–¿Sí? –el director dijo–, dile que pase.

El personal asintió con su cabeza y fue a llamar a esa persona, muy pronto la llevó adentro.

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