¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 804

Cynthia preguntó a Mauricio mirándole, —¿Tenéis problemas?

Mauricio estuvo sorprendido por lo que preguntó Cynthiay dijo, —No.

Cynthia no le creyó mucho, pero tampoco siguió preguntando. De todas formas, Mauricio no era un niño, pero Luciana era joven y el pensamiento de la chica era delicado. Le dijo, —Sabes claramente la situación de Luciana, tienes que protegerla bien, la haces que tenga la sensación de casa y no la dejes sola.

Mauricio se rio y dijo que sí.

Él también estuvo cuidando a Luciana con su manera, soportó sus estudios. Ella dijo que quiso alojarse en el colegio mayor por ocuparse en los estudios. Aunque él quiso estar con ella cuando volvió, tampoco dijo nada o la detuvo por alojarse en el colegio mayor.

Él también acompañó a Luciana a la escuela.

Mauricio pensó detenidamente ahora, Luciana era un poco diferente que antes realmente. Ella era muy entusiasta antes, le gustó tomar cariño a él. Esta vez le trató un poco indiferente, ¿hizo algo mal él?

Él pensó detenidamente, se marchó después de que volviera la última vez, tampoco tuvieron conflictos los dos. Él estaba ocupado durante este tiempo, por eso no tuvieron muchos contactos los dos, cuanto más tener problemas.

A lo mejor él pensó demasiado, ¿no se enfadó Luciana con él?

—Dejame el bebé. —Isabel vino y recogió el niño en el pecho de Cynthia, —él necesita dormir un poco ahora.

Cynthia dejó al bebé a Isabely fue a echar dos vasos de aguas. Dejó uno en frente de Mauricio y preguntó, —¿Cuándo podrías volver?

—Un mes más o menos. —contestó Mauricio.

Cynthia asintió con la cabeza, ella tomó una vez el agua y preguntó, —¿Cuántos días vas a quedar esta vez y cuándo vuelves?

—Estuve ocupado durante el período anterior, estos días tengo más tilibrelibre. Puedo. quedar un día más, volveré el martes. Terminaré el estudio después de la vuelta de la siguiente vez. —dijo Mauricio.

—Sé que estás ocupado, pero tienes que tomar el tiempo para acompañar a Luciana. —Cynthia vio a Luciana preocupada la última vez que vino, pero se rio todavía, sólo que estaba aturdida fácilmente.

Mauricio asintió con la cabeza diciendo, —Lo sé.

—A comer. —Vega dejó los platos hechos en la mesa. Estaba tranquila la casa hoy. Hoy era domingo, Alejandro llevó a dos niños a Centro cultural y no volvieron para comer. Alain tuvo una cortesía, tampoco volvió.

Quedó tranquila mucho.

Mauricio se marchó después de comer, se dio cuenta de que él no tuvo lugar para ir. No había nadie en casa, tampoco estaba Luciana. Él sacó el móvil y mandó un mensaje a Luciana, —¿Has comido?

Luciana estuvo en el comedor, compró la comida pero no tuvo apetito. Oyó el móvil sonando, ella sacó el móvil, vio el mensaje de Mauricio y lo leyó rápidamente. Aunque estuvo enfadada porque Mauricio no la contactó de iniciativa, todavía no aguantó preocuparse por él. Un mensaje pudo hacerla alegre.

Después de leer el mensaje y le contestó indiferente a propósito, —Sí.

Mauricio cogió el móvil y no supo qué dijo, «¿te extraño?» Era demasiado dulce, además Luciana estuvo en la escuela. Entonces él preguntó, —¿Qué comiste?

—…

¿Este hombre era piedra?

Ella le contestó, —Judías, Carne con gengibre, Tofu...

Mauricio se sintió muy aburrido y preguntó, —¿Cuántas clases tienes esta tarde?

Las pupilas de Luciana aparecieron un poco de luz y preguntó, —¿Qué pasa?

Mauricio tecleó «Quiero verte» en la pantalla rápidamente...

Pero él dudó un poco y lo corregió por,—Cenamos juntos.

Luciana le echó un vistazo y dijo, —Vale, una es suficiente.

—Pues coma rápido. —Alba apresuró a Luciana y pudieron salir por el paseo.

Luciana cogió los palillos y echó un vistazo a la pantalla del móvil. No había ninguna noticia entrada. Ella metió el móvil en el bolsillo y bajó la cabeza comiendo.

Después de la comida, Alba llamó a un taxi y la cogieron cuando salieron de la puerta de la universidad. Luciana creyó que Alba quiso ir a la Calle San Valentín. Se vendía de todo allí y tenía el precio bajo. No esperó que Alba quiso ir a las tiendas del centro de la cuidad.

Ellas fueron universitarias y no tuvieron mucho dinero.

Las ropas de las tiendas eran muy caras.

Luciana la preguntó, —¿Qué vas a comprar?

—Un traje formal para la búsqueda de trabajo. —Alba la miró diciendo, —no compras uno?

—Luciana negó con la cabeza, —Lo tengo.

—¿No lo compraste en Calle San Valentín, no? —Alba la estuvo mirando.

Sí que Luciana lo compró en allí, no le pareció mal, —No creo que hay problema, corresponde a mi identidad.

Ella no tuvo trabajo todavía, no necesitó vestirse de las marcas lujosas, era poco práctico.

Si ella fue a la empresa, todavía fue una practicante, las ropas caras tampoco correspondió a su identidad.

Alba no lo pensó así, ella creyó que un traje decente pudo hacer a la gente confiada, —¿No te da el dinero tu marido?

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