—¿Una mujer vino a la casa y me pidió que llamara a su tía, cuál es su parentesco con nosotros? —dijo Cynthia lo que pasó hoy a propósito. Sabía el ánimo de Alain, por eso decía algo más para desviar su atención.
—¿Quién? —Levantó la mirada, luego entendió que debería ser la mujer de Aarón. Le dijo a Cynthia:
—No somos mucho en mi familia, mi padre tiene un hermano, pero murió hace mucho tiempo. Hasta mi generación, soy el único, y en cuanto a Aarón, necesitamos remontarnos a la generación de mi abuelo, también hay dos hermanos en su generación, y mi abuelo es el mayor, tiene un hermano menor. Pero su hermano no es bueno para los negocios, como consecuencia, sus dos empresas subsidiarias se arruinaron al final. Posteriormente, supo que no tenía la capacidad de comerciar, dejó de hacerlo con la participación de Grupo Superior en mano. Tiene un hijo de generación de mi padre, no obstante, no nos ponemos en contacto mucho con él.
—Puesto que es un tanto solitario sin contactos con vosotros, ¿cómo supo la muerte del padre con rapidez? —preguntó Cynthia con un tono confuso.
Alain echó una mirada fría.
—Cuando estaba Alejandro vivo, el hombre era tan sincero, tan pronto como mi padre murió, el hombre se convirtió tan activo, es imposible que no oculte algo en este caso.
Ella tomó la iniciativa de tomar su mano.
—¿No importa lo que quiera hacer, ahora mismo no nos preocupemos por él. Lo más importante en este momento es solucionar el funeral de papá. Papá y mamá están enterrados juntos? —preguntó con voz baja.
Alejandro estaba tan triste después de que Carmen falleció, dijo en una ocasión que se arrepentía mucho de que no le hubiera expresado su amor a Carmen.
«Aunque no expresaron su amor el uno por el otro, con un matrimonio por toda la vida es suficiente para amarse. Es muy común enamorarse siguiendo en vida juntos. Pueden dormir en la misma cama cuando están vivos y tenderse en la misma tumba después de que mueren, lo que también es un romántico en sí mismo»,pensó Cynthia.
Asintió Alain con la cabeza y Cynthia, muy contenta.
De repente, Calessia abrió la puerta y entró, arrojándose en los brazos de Cynthia. Cynthia le abrazó para que pudiera sentarse en sus piernas.
—¿Tienes hambre? —le preguntó a su hija palmeándole la espalda suavemente.
Calessia movió la cabeza.
—Le echo de menos a mi abuelo—dijo en los brazos de Cynthia.
Cynthia estrechó con fuerza a su hija y bajó la cabeza para besarla.
—Pásamela. —Abrió los brazos Alain.
Se le entregó Cynthia. La hija creció mucho, ahora ya no podía soportar su peso.
—Papá —Calessia le llamó a su papá con los ojos hinchados como consecuencia de los llantos y la falta de sueño.
Cynthia se levantó para irse, como había huéspedes en casa, no estaba bien que los dos se quedaran en la habitación juntos, necesitaban a uno para acogerles.
En la noche cuidó a sus hijos y les hizo a Vega y Isabel descansar.
—No tienes la energía para cuidar de todos los niños, voy a atender al menor y los dos mayores ya son grandes, por eso es más fácil para cuidar —le dijo Vega.
Isabel estaba acompañando a Asher abajo, la muerte de Alejandro fue un choque muy fuerte para él.
Chloe se quedaba en su habitación, pero despierta. Así que subió para acompañar a Cynthia y ayudarle a cuidar a sus hijos. No durmieron todos hasta la medianoche.
Cynthia durmió por un rato y luego se despertó sobresaltada por el sueño. Como no comía nada todo el día y tenía mucha sed, se levantó. Les arropó a los dos niños y Chloe en la cama. Se dirigió hacia la mesa para beber el agua, dentro de poco, se preparó para meterse en la cama. Fue en este momento, descubrió que había luz afuera, se acercó hacia la ventana y miró hacia abajo, vio un coche aparcado con las luces encendidas, que parecía haber personas adentro pero no bajaron.
Mauricio se sentaba en el asiento del conductor, Cristián estaba en el del copiloto y Alain, en el asiento cercano a la ventana. Ellos habían determinado todo en gran medida, por ejemplo, la selección de la urna funeraria y del ataúd y todo con lo mejor.
Todo eso no fue más que un consuelo para los vivos, porque nada bueno podía devolver la vida al muerto.
Mauricio sacó un cigarillo y lo fumó para aliviar, ahora fue el único entre los tres que fumaba. Pero Luciana ya estaba embarazada, pensó que debía dejarlo. Le pidió uno Alain tendiendo la mano y Mauricio le dio uno de la cigarrera lanzándole una mirada con recelo y le ayudó a encenderlo.
Alain nunca había fumado, sin embargo, en esta ocasión lo quería para tranquilizarse. No se adaptó a olor a tabaco y la sensación de ahogo, acabó por fruncir el ceño suavemente.
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