Todos vieron a Karina hacer eso, así que no dijeron nada más y se fueron directo.
Renato había intentado cortejar a Karina varias veces antes, pero ella siempre lo ignoraba. No podía creer que esa noche Karina se le tiraría encima voluntariamente, ella estaba inquieta, lo abrazaba y le susurraba al oído: "Abrázame, ¿por qué no me abrazas?".
Su voz era tan dulce y suave que Renato quería tomarla ahí mismo. La levantó a la altura de su cintura y presionó el botón del ascensor para subir al último piso. El último piso era la zona de las suites presidenciales, donde normalmente no había muchos residentes. Para entonces, los efectos de la droga de Karina ya habían tomado completo efecto. Apenas salieron del ascensor, ella le ofreció sus labios a Renato y empezó a besarlo apasionadamente. Algunas personas que estaban escondidas y grabando se sintieron incómodas al ver la escena cada vez más caliente.
¿Pensaron que iban a grabar un poco de chisme? Eso se puso muy intenso desde el principio.
La escena se volvió cada vez más explícita y Karina era la que tomaba la iniciativa todo el tiempo. Al final, los paparazzi no podían soportar seguir mirando y grabando.
En otro hotel, Cecilia y Paula estaban esperando ansiosamente noticias de Karina. Pero ya eran las doce y no había nada noticias.
Cecilia no pudo esperar más y llamó al periodista.
"¿Sí, qué pasa?". La voz al otro lado del teléfono estaba muy ruidosa, se podía decir que estaba en un bar. Cecilia frunció el ceño de inmediato: "¿Dónde estás? ¿No te dije que fueras al hotel a tomar fotos de Julieta?".
"¿No nos dijiste que nos fuéramos? ¡Todos nos hemos ido!". Las palabras del otro lado hicieron que Cecilia se estremeciera.
Cecilia: "¿Cuándo les dije que se fueran? ¡Nunca les llamé a ninguno de ustedes!".
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