Aún puedo recordar el día de nuestra boda. Fue tan sencilla y hermosa que sería difícil compararla con otra.
Milangel estaba pequeño dado el hecho de que Verónicas se negó completamente a casarse embarazada, por lo que el bebé tenía unos seis meses cuando lo hicimos. Justamente el día 14 de Noviembre, en el aniversario de su sexto mes de nacimiento. Fue en Barbados, algo mágico y especial, acompañados de su madre y padrastro quienes han sido un excelente apoyo en nuestro crecimiento como familia. También algunos compañeros de KitPer y las orillas del mar fueron testigos de nuestros votos de amor, creo que ese día fui más cursi que nunca, pero no, no me arrepiento.
—Eder, por favor, tus votos - pidió el cura vestido de morado. No miré alrededor porque si volteaba a mirar podía congelarme y no decir nada, puede que incluso le diera un ligero golpe al cura. Suspiré y miré esos orbes marrones que tanto amor me transmitían y me habían salvado de una vida llena de mierda
—Verónica, mi ca--— miré al cura, no parecía correcto decirle Cachonda frente al sacerdote- Mi caramelito, la luz en mi oscuridad, te amo y pienso que te amaré hasta el minuto en que me muera. Eres la madre de mi hijo, el mayor apoyo que he tenido en mi vida y la persona más honesta que he podido conocer. No he tenido una buena vida, no he sido feliz ni he conocido lo que es la tranquilidad de una mente sana y eso, mi chica loca, lo he tenido a mi lado desde que te conocí. Eres tan hermosa, divertida, sincera y clara que nadie que yo conozca y creo que no hay una mujer que llegue a superarte, por eso no te quiero perder por nada del mundo. Sólo Dios sabe que siento por ti y tú conoces solo la punta del iceberg de mi corazón. Te amo y te agradezco por todo lo que haces por mi y lo que seguirás haciendo hasta que estemos viejitos y arrugados y rodeados de nuestros muchos hijos y nietos, me entrego a ti para acompañarte y secar tus lágrimas cuando estés triste, hacerte reír y carcajear todos los días y nunca serte infiel, porque a tu lado no necesito a nadie más. Eres la princesa de mi cuento y le doy gracias a Dios por cruzar nuestros caminos. Juro que serás la esposa más feliz del mundo y si me equivoco, al menos serás la esposa más amada de este mundo.
La cara de ella era un mar de lágrimas y me preocupé por arruinar su maquillaje. Sonreía y lloraba y no podía verse más hermosa con ese cabello recogido en la nuca muy elegantemente y el delicado vestido de encaje color crema hasta las rodillas que decidió usar. La amo por ser como es: Siempre ella misma.
Escuché a su madre sonarse la nariz y reprimí una risa dándome cuenta de unas indiscretas lágrimas que se escaparon de mis ojos.
—Verónica, tus votos- dijo el padre, ella asintió cortamente e inspiró agarrando fuerzas, me reí tontamente de su actitud y me sonrió hermosamente
—Eder... Mi nerd, loco y tonto- se rió y sentí las lágrimas picar en mi— Hemos pasado por tanto que me estaba preocupando de que nunca tuvieras los pantalones para pedírmelo— Todos rieron, incluso el sacerdote, todo el que conociera a mi chica sabía que nada cursi saldría de su linda boca sucia— Desde el día que me acosaste como un puberto enamorado, hasta que apareciste en mi puerta y me pediste que trabajara contigo. Desde que me enseñaste tu empresa hasta que te adueñaste de cada uno de mis movimientos, justo desde el principio, yo te amé. Aunque siempre me cerré a la idea de sentir amor por alguien y dejar de lado la diversión- dio una sonrisa ladeada—Descubrí a tu lado que podía tener un poco de ambas si simplemente me dejaba llevar. Lo bueno y lo malo se mezclaron a la perfección entre nosotros para que no tuviésemos momentos aburridos ni cotidianidad, tú con tu gruñona y posesiva forma de ser y yo, con mi claridad y sencillez, tenemos un largo camino por delante. Ahora junto a nuestro pequeño hijo descubriremos un nuevo paso a la diversión de lo que será nuestra familia. Me emociona empezar esta carrera a tu lado y prometo que llegaremos a la meta juntos. Eres luz en mi vida aunque algunas veces te niegues a aclarar. Eres el hombre más correcto y lleno de valores que he podido conocer y eso te hace único y especial. Agradezco el simple hecho de conocerte y que hayas entrado a mi vida, aunque no sea más que desorden— su sonrisa era hermosa con esos ojos cristalinos que por más gotas que derramaban no arruinaban su maquillaje. Sentí humedad en mi rostro y al pasar mi mano me di cuenta que yo también lloraba— Eres un grandioso y amoroso padre y pareja y amaré tu faceta de esposo porque eres maravilloso en todo lo que haces. Me entrego a ti en alma, corazón y cuerpo, aún cuando ya lo hice hace un tiempo. Te amo, Eder Shane— quise besarla pero me contuve, sólo le sonreí de vuelta.
—Eder Louis Shane Smith, ¿Aceptas a Verónica Isabel Tocker Mendéz como tu esposa para amarla, cuidarla, protegerla y acompañarla en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?— Contuve la respiración y no tardé mucho en responder
—Sí, acepto.
—Y tú, Verónica Isabel Tocker Mendéz, ¿Aceptas a Eder Louis Shane Smith como tu esposo para amarlo, cuidarlo, protegerlo y acompañarlo en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe?— Ella sonreía y asentía con emoción evidente, parecía no poder hablar pero un sonido ronco salió de su boca y fue lo más hermoso que pude escuchar
—Sí, acepto.
—Eder, por favor coloca el anillo en la mano de Verónica y repite mis palabras "Verónica, acepta este anillo como símbolo de mi amor y fidelidad" -Asentí y tomé la delicada mano de mi chica, la miré a los ojos mientras le colocaba el hermoso anillo de oro blanco con unas inscripciones especiales adentro que después ella vería.
—Verónica, acepta este anillo como símbolo de mi amor y fidelidad- Repetí- Prometo no fallarte jamás, caramelito— le dije con una sonrisa pequeña, agregándole mi propio toque. Ella sonrió y fue su turno cuando el padre le ordenó lo mismo que a mi. Tomó mi mano en la suya que se veía muchísimo más pequeña en comparación, con esa hermosa manicura francesa que usaba me colocó el anillo con suma delicadeza
—Eder, acepta este anillo como símbolo de mi amor y fidelidad- me miró con una lágrima cayendo por su mejilla- Prometo amarte hasta el último instante en el que respire, pervertido— casi suelto una carcajada llena de emoción pero me estaba conteniendo mucho. Nos enderezamos y miramos de nuevo al sacerdote.
—Si hay alguien que se oponga a esta sagrada unión, que hable ahora o calle para siempre- nada se escuchó por lo que el sacerdote devolvió la mirada a nosotros— Por el poder que me concede la sagrada Iglesia, en este día y esta hermosa isla, rodeados de seres queridos y bendecidos por Dios, los declaro ahora marido y mujer. Eder, puedes besar a la novia.
Y los aplausos retumbaron, no pude más que agarrar ese precioso rostro entre mis dedos y mirar esos pozos café que me tenían flechados. Veía mi reflejo en ellos y puedo asegurarles que nunca fui tan feliz como ese día. Besé su boca con pasión, hasta olvidarme donde y con quién estábamos, no importó más nada que la hermosa mujer que sostenía entre mis brazos y abrazaba mi cuello, por fin era mi esposa aunque ya fuese mi mujer hace tanto. Sé que me tardé mucho para decidirme pero simplemente no me sentía lo suficientemente seguro de mí mismo como para hacerlo, siempre supe que ella aceptaría, no dudaría ni un segundo. Pero por fin tiene el anillo en su dedo y ahora, es para siempre.
.
.
.
La recepción fue en un hermoso bohío lleno de palmas y flores tropicales, el sonido del mar ambientaba el lugar y los invitados y nosotros rodeamos la mesa extra larga de madera con los pies descalzos sobre la arena.
.
Estábamos bailando desde hacía horas y no me cansaba de tenerla entre mis brazos, el sol se ocultaba dándole un romántico aspecto a la playa, miré a mi hijo, estaba en brazos de su abuela quien parecía adorarlo, mi chica tenía el cabello suelto y no dejaba de ser hermosa aún con unas cuantas copas de más encima. Milangel se llevará su fórmula a casa de la abuelita.
—¿Sabes lo que pensé el día que te vi por la ventana?— le dije en el oído y ella se rió, estaba más chispeante que de costumbre
—No lo sé, "Esa preciosidad es una sádica" ¿Tal vez?— me reí
—Casi aciertas. Lo primero que dije cuando te vi fue "Esa chica es hermosa y pervertida. Llama tanto la atención que es imposible resistirse a ella, parece un imán, un sexy imán. Será mía" Y luego de eso me masturbé como no lo había hecho desde que era adolescente, juro que colapsé y me dormí sobre esa silla y no pude apartar la mirada más nunca de ahí. Me encantaste aún desde la distancia, ¿Sabes acaso el poder que tienes sobre mí?— Ella sonreía orgullosa y tomó mi cuello entre sus brazos para besarme con intensidad. Mis pantalones se tensaron cuando su cuerpo se adhirió al mío y ver sus labios hinchados y rojos junto a sus mejillas sonrosadas y sus ojos brillantes sólo me ponía más sobre mi límite
—Podrás enseñarme todo ese poder que tengo sobre ti en la noche de bodas, cariño.
—Y en la luna de miel te enseñaré el poder que tiene mi lengua sobre tu cuerpo. Sobre cada espacio de tu cuerpo.
Sellamos la conversación volviendo al beso y prácticamente nos devorábamos uno al otro, en nuestra lucha eterna por mantener el poder.
Por suerte sabíamos compartirlo y disfrutar cada uno de la posición en la que el otro deseara tenernos.
"Eres esa mezcla perfecta de belleza, ambición, inteligencia y sensualidad que toda mujer en su interior posee pero que no todas exponen. Tú, querida, eres fuego, eres pasión, eres una intensa llama de peligro que no puedo resistir".
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ( 18) SWEET CANDY y DARK SHANE - SEX HARD