30 Días de Prueba Amorosa romance Capítulo 269

Ante la tentación del avance de su carrera, más el hecho de que todos los libros habían sido trasladados a su habitación, Rosaura lo consideró por un segundo y decidió leer los libros de su habitación.

Cuando Camilo vio que Rosaura estaba de acuerdo, se sintió contento. En cuanto a Mateo, que siguiera esperando en el estudio.

Así, Rosaura empezó a leer estos libros que Camilo había traído.

Camilo estaba sentado en otro sofá, leyendo otros libros atentamente. Parecía que la habitación tenía una atmósfera armoniosa.

Rosaura levantó la mirada y echó un vistazo a Camilo. Le parecía muy bien estaba así con Camilo. Cuando Camilo no le hacía esas cosas ambiguas, estar juntos con Camilo hacía que Rosaura disfrutara mucho.

En la silenciosa habitación, sonó el teléfono móvil de Rosaura.

A esta hora, no había mucha gente enviando mensaje a ella. Desconcertada, Rosaura dejó su libro y cogió el teléfono. Era un mensaje de Mateo.

Mateo: —Rosaura, ¿dónde estás? ¿Por qué no has venido todavía al estudio?

Rosaura: —No voy a venir hoy.

Mateo: —¿No dijiste ayer que querías estudiar el contenido del diseño PJ, por qué no viniste de repente? ¿Ha pasado algo?

Sólo entonces Rosaura recordó que ayer le había dicho a Mateo que quería estudiar el diseño del PJ y que Mateo pensaba ayudarla.

Se sorprendió por la repentina llegada de Camilo y en realidad se había olvidado de Mateo.

Un poco avergonzada, Rosaura se apresuró a responder.

Rosaura:—El Señor González trajo todos los libros de PJ a mi habitación, no puedo terminar de leerlos durante poco tiempo, así que estudio en mi habitación.

Mateo: —Aunque hay libros, pero esos conocimientos aún deben ser explicados. ¿Qué tal si voy a tu habitación para ayudarte?

Rosaura: —No hace falta, el Señor González está en mi habitación, dijo que me lo explicaría.

Mateo: —¿Está en tu habitación? No sabe nada de diseño. Además, PJ es tan esotérico y difícil, creo que Camilo no lo entiende.

Rosaura: —Tal vez sea un genio. Le he hecho algunas preguntas hace un momento y realmente las ha entendido todas.

Mateo: —Estáis en una misma habitación. estoy preocupado por ti.

Por los mensajes de Mateo, Rosaura podía apreciar las preocupaciones de Mateo por ella.

Aquella noche, Rosaura casi tuvo sexo con Camilo. Pero ella no lo dijo a nadie. Mateo era inteligente, debía saberlo todo. Incluso fue él quien buscó otro hotel para Rosaura.

Al leer el mensaje de Mateo, Rosaura se recordó de aquella noche. Le resultaba una cosa peligrosa estar con Camilo en una misma habitación en los últimos días. También estaba evitando a él.

Pero ahora...

El hombre que estaba sentado no muy lejos tenía un libro en la mano y lo leía atentamente.

Ante este aspecto de Camilo, Rosaura no tenía ninguna defensa a él. Cuando pensó en el hecho de que Camilo se había comportado como un caballero durante los últimos días y no había hecho lo que le había hecho aquella noche, su actitud defensiva hacia él había disminuido.

Rosaura sabía que Camilo no le hizo daño nunca. La primera vez, Camilo tomó afrodisíaco, pero él controló a sí mismo. La última vez, aunque estaba en un estado de confusión, la había dejado ir al final.

En realidad, Rosaura no temía en absoluto a Camilo, la razón por la que tenía miedo y huía era por ella misma. Tenía miedo de que si se acercaba demasiado a él, no sería capaz de controlar su corazón y se enamoraría de ese hombre.

Camilo, que estaba leyendo un libro, se dio cuenta de la mirada de Rosaura y levantó la cabeza:

—¿Qué pasa?

La voz baja era elegante y agradable.

Rosaura recobró el sentido y negó con la cabeza:

—Nada.

Apartó su mirada y miró su teléfono, respondió a Mateo.

Rosaura: —No te preocupes.

Estas palabras fueron una respuesta a Mateo, y también a ella misma. Parecía haber bajado completamente la guardia contra Camilo. Ella ya no tenía miedo a él.

Mateo miró la respuesta de Rosaura y se sintió tan enojado e impotente.

«Camilo ha dejado que Rosaura bajara la guardia. Si sigue así, no tengo oportunidad. Tengo que tomar la iniciativa.»

Aunque Camilo estaba leyendo, vio todos los movimientos de Rosaura. Sabía que Rosaura estaba enviando mensaje, pero no sabía a quién y los contenidos de los mensajes.

Sin embargo, él podía adivinar de quién se trataba.

Camilo se rio, «eso solo es un comienzo, Mateo, en el futuro, no tendrá oportunidad de charlar por mensaje con Rosaura.»

Los dos hombres ya estaban en una tranquila batalla entre ellos.

En este momento, el corazón de Rosaura estaba en caos. No sabía qué sentimiento tenía a Camilo. Todo no estaba en control.

PJ era un gran tema, y la investigación llevaría un buen tiempo, y ésta era también la última misión de Rosaura en la Ciudad del Río.

Así que durante este tiempo, Rosaura se quedó en su habitación leyendo libros y siendo guiada por Camilo.

En un principio, se sintió incómoda, pero ahora ellos se llevaban muy bien. A veces, sentía que Camilo era como un buen amigo para ella. Era bueno si ellos pudieran ser buenos amigos.

Con estos pensamientos, Rosaura bajó su guardia hacia Camilo. Empezó a acostumbrarse a que Camilo se quedara en su habitación durante largos periodos de tiempo y ellos comían juntos.

El restaurante de Camilo era del mismo piso que lo de otros empleados, pero eran en diferentes direcciones. Cuando Rosaura empezó a comer con Camilo, ellos tomaron otro ascensor.

Normalmente, no podía encontrarse con otros empleados.

Sin embargo, al salir del ascensor, Rosaura y Camilo se encontraron con Mateo.

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