Alfa, El Padre De Mi Ex Me Enamoró romance Capítulo 6

Enola al ser consciente de que realmente ese hombre la tomará a la fuerza, una chispa en ella se prendió hasta hacer una explosión, una patada impactó los bajos del tipo y ambos quedaron en shock, él no se esperaba una reacción como esa y ella no se creyó capaz ni con la fuerza suficiente como para hacerlo retroceder un par de pasos.

Viendo su oportunidad, tomó el valor y utilizando las escazas fuerzas que tiene, se sentó en la cama y lo miró con odio, ya se le entregó a un desconocido por estar convaleciente, no piensa cometer el mismo error.

―¡Prefiero que me mates antes de que puedas abusar de mí! ―Gritó como si todas sus fuerzas hubieran vuelto a su cuerpo. ―No permitiré que un miserable me toque. ―Kato, agrandó la sonrisa, sus bolas duelen, pero ni siquiera ese dolor puede quitarle la excitación que tiene.

―Veamos si puedes anteponerte a un alfa. ―Enola retrocedió, pero Kato tiró de sus pies y la acostó. ―¡Quieta! ―Gruñó por el puñetazo.

―¡Pude resistirme a uno! ―Lo miró a los ojos. ―Tú mismo lo dijiste, fui capaz de huir de mi alfa, no me importará huir de ti. ―Kato sintió tantas cosas que jamás había experimentado, él se sintió distinto, incluso su lobo se siente diferente.

―Realmente eres una humana valiente y tu fuerza no tiene comparación. ―La abrió de piernas. ―Debo tomarte.

―Alfa. ―El doctor entró a la habitación. ―No puede tomarla. ―Kato se tensó, él no se movió ni un centímetro, ni siquiera para mirar al hombre que lo ha interrumpido. ―Está embarazada y de poseerla podría acabar con su vida. ―Enola miró al hombre en la puerta y sintió una ira incontrolable, quizás su plan era salvarla, pero ¿Por qué con una excusa tan cruel?

―Por eso su olor. ―Kato guardó su erección y se apartó de ella. ―Debí suponerlo, su olor tan fuerte, su debilidad… ―La miró con desconcierto. ―¿No sabes tú que alejarte del padre de tu hijo los puede llevar a la muerte a ambos? ―Enola apretó los dientes con fuerza e inició a agitarse, ¿Cómo puede él burlarse de ella? ―Un cachorro, aunque esté en el vientre debe tener cerca a su padre para que su crecimiento sea normal.

―¡¿Te estás burlando de mí?! ―Gritó dolida. ―¡Yo no puedo concebir, no intentes jugar conmigo y mis sentimientos! ―Inició a llorar descolocando a los dos hombres.

Kato salió de la habitación con el médico, necesita saber qué es lo que está pasando, ¿Cómo puede una humana seguir viva estando embarazada y sufriendo las consecuencias de romper lazos?

―Yo se lo juro. ―El medico lo miró a los ojos, el alfa parece furioso. ―Ella está embarazada, está iniciando, pero embarazada, al fin y al cabo. ―Kato miró en dirección a la habitación y eso que sintió antes se intensificó. Ella es realmente fuerte.

―Bien. ―Susurró volviendo a la habitación. ―Haré que te traigan ropa. ―Enola lo miró, está en forma fetal. ―Yo…

―Lárgate. ―No quiso escucharlo. ―Solo vete. ―Dijo temblando por el crudo frio que cala sus huesos, ¿Acaso está ella muriendo? ¿Cómo pueden ser tan crueles de decir que ella está embarazada? Si es así, es algo imposible, solo ha pasado poco más de una semana desde que se le entregó a ese extraño, se quitó la idea de la cabeza, no hay algo que ella desee más, pero sería una ilusa al ilusionarse aun sabiendo su verdad.

Kato sintió su corazón acelerarse y su lobo aulló, deseó disculparse con ella, la verdad no entiende esa repentina obsesión que siente por la humana y los deseos de poseerla, quizás sea la fascinación que siente por su belleza, fuerza y coraje.

―Quiero que todos se reúnan. ―Gritó saliendo de la habitación, debe olvidarse de esa chica. ―Tanok vendrá y lo hará pronto. ―La ropa era lo único que la mantenía oculta de su alfa y él estúpidamente la desnudó estando embarazada.

Tanok sintió ese fuerte olor nuevamente, pero ahora era distinto y persistente. Abriendo los ojos miró el techo, esperando a que se disipara como siempre, pero no sucedió.

―Pequeña cachorra. ―Susurró poniéndose en pie, había perdido el rastro de su luna, su olor no podía percibirlo, pero ahora es realmente potente y más delicioso de lo normal.

―Alfa, debe descansar. ―Uno de los soldados intentó detenerlo, pero Tanok no le prestó atención, ella está más cerca de lo que pensó y ahora irá a recuperar a su pareja.

―Quiero que organicen una tropa, iremos a la manda vecina. ―Los miró. ―Ese bastardo tiene a mi mujer y pagará caro el haberla secuestrado y alejado de mí. ―Lo culpó de absolutamente todo. ―¡Ahora! ―Gritó con fuerza, demostrando su malhumor.

Una vez estuvo preparado y listo para destripar a todo aquel que se interponga en su camino, salió de la manada dejándose llevar por el olor de su luna. Está triste y débil, pudo sentirlo con claridad.

―Alfa, tenemos compañía. ―El beta se colocó a su lado. ―Esto no será tan fácil. ―Tanok decidió no convertirse, los matará en su forma humana y demostrará su poder.

―¡Kato, maldit0 miserable! ―Gritó Tanok aventando al lobo que mató con su espada lejos de él. ―Tú serás el próximo, hijo de put4. ―Otro lobo arremetió contra él, pero no logró más que un rasguño en su brazo derecho, Tanok lo asesinó con facilidad. ―¡He venido por mi luna y no pienso irme sin ella! ―La batalla pronto finalizó, los guerreros de la manda BloodMoon son los mejores y es en vano luchar contra ellos por puro gusto.

―Estás a salvo, pequeña cachorra. ―Aspiró su olor. ―Te perdí por unos días, pero no volverá a pasar, lo prometo. ―Ensangrentado y con su cachorra en brazos, se marchó a su manada, la tiene de vuelta y puede sentir como la fuerza vuelve a él, como la luz se hace más fuerte y sus sentimientos más intensos.

―Vuela libre, Tanok, pronto te arrodillarás ante mí… ―Kato los miró desde la distancia y con una sonrisa recordó los insultos de esa patética humana que despertó algo inexplicable en él. Hizo que la hechicera le diera un brebaje para que el embarazo de Enola pasara desapercibido hasta para Tanok.

Tanok llegó a la manada y todas las sanadoras disponibles asistieron a la cabaña del alfa, la luna estaba demasiado débil y debían tratarla cuanto antes. La preocupación en el alfa es justo la que todos tienen, aun no comprenden como pudo resistir.

―Estuvo mucho tiempo separada de usted, alfa. ―La mujer mayor lo miró. ―Su condición es crítica, no puedo creer que una humana haya resistido tanto. ―Miró a Enola y las marcas en su piel, era claro que se las hicieron al forzarla. ―Ella debe restablecer los lazos para que deje de sufrir al igual que usted. ―Enola miró a las mujeres, ¿Acaso ellas no se dan cuenta del embarazo? ¿Realmente Kato y el médico le mintieron? Su cabeza se llenó de dudas, pero decidió permanecer callada y no decir nada.

―¿Moriré? ―Le preguntó a la más joven.

―No, luna. ―Le sonrió. ―Pero usted está demasiado débil y las cosas no pintan bien. ―Enola inició a llorar, no quiere a ese hombre, no desea estar ahí y desea marcharse lejos.

―No quiero sentirme más así. ―Miró al hombre, es consiente que una vez estuvo cerca de él todo mejoró en ella. ―Ayúdame. ―Tanok rápidamente se sentó a su lado y tomándola en brazos la sentó en su regazo para abrazarla.

―Ahora estás cerca de mí y te sentirás mejor. ―Miró sus ojos violetas. ―Pero si no restableces nuestros lazos las cosas se pueden salir de control, estás demasiado débil. ―Enola no lo pensó ni por un segundo, puede parecer una tonta, pero si es verdad que está embarazada, quiere estar fuerte.

―Te acepto, alfa cruel. ¿Es eso lo que debo decir? ―Tanok sonrió, sabe que no lo dice de corazón, pero eso no le importó.

―Con eso me basta por ahora. ―Besó sus labios y ambos sintieron esa fuerza que habían perdido.

―Padre, nos enteramos de lo que pasó y… ―Ikal paró en seco al ver a la mujer entre los brazos de su padre, ¿Qué hacía ella ahí? ¿Cómo es posible que sea la luna de la manda y su madrastra? La furia creció en él, se supone que la abandonó para obtener el puesto de alfa y ahora resulta que por ella no pudo conseguirlo.

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