Amante peligroso romance Capítulo 101

La puerta del dormitorio estaba abierta. En el salón, la mujer estaba tirada en el suelo sin fuerzas, mirando las baldosas del suelo aturdida.

Mientras tenía los ojos abiertos para observar las baldosas del suelo embobada, las lágrimas se deslizaron lentamente por su rostro.

Tenía una idea equivocada de La Mona Lisa. Alguien dijo que La Mona Lisa estaba llorando con un ojo y sonriendo con el otro, eso le había parecido muy ridículo e imposible.

Denis siempre había pensado que simplemente era por la forma de utilizar los colores que había hecho el pintor, y luego las generaciones posteriores divulgaron exageradamente esa sensación que daba.

Ya que ¿cómo podía existir en el mundo un ojo llorando y el otro ojo sonriendo?

¡Era muy absurdo!

Pero hoy, Denis sintió que era verdad que en el mundo existía dos tipos de estados de ánimo diferentes pero que se mostraban a la vez.

Por ejemplo, ahora mismo sentía eso.

Por un lado, el placer de la venganza le dio ganas de soltar carcajadas fuertemente, por otro lado, la sensación de ser tratada como basura por sus familiares le dio ganas de llorar porque sentía un inmenso dolor y tristeza... Finalmente, las lágrimas que habían caído parecían una representación de la locura.

No sabía si primero estaba sonriendo y luego lloró, o primero estaba llorando y luego sonrió.

Al día siguiente.

En la mansión de la familia García, un hombre estaba sentado elegantemente en el sofá del salón.

Enfrente del sofá, una pareja de mediana edad se dedicó a hacer la pelota cautelosamente.

Detrás del hombre estaba parado un viejo mayordomo de rostro serio con canas en las sienes, aparentaba con actitud severa.

La mirada de Joaquín recorrió el regalo en la mesa central que tenía delante y se posó en la pareja de mediana edad que estaba enfrente.

Frunció levemente los labios, -Ya tengo entendido lo que quiere decir el señor Samuel.- Había un ligero desinterés en sus ojos. Después de decir eso, se puso de pie y llamó, -Patricio, acompaña al señor Samuel y a la señora Janet a la salida.-

-Sí, señor.-

Patricio dio un paso adelante, hizo una leve reverencia e hizo un gesto de “por favor”, -El señor está muy ocupado últimamente, pero ya ha entendido la intención del señor Samuel y la señora Janet. Así que les acompañaré a la salida.-

-Entonces este regalo...- Samuel se puso nervioso y miró expectante a Joaquín.

El hombre giró levemente la cabeza, soltó una risa ligera, -Puedes dejar tu detalle allí, señor Samuel.-

Al escuchar eso, Samuel suspiró aliviado... El obsequio fue aceptado, eso quería decir que había prometido no implicar al Grupo Alonso y los demás de la familia Alonso por los asuntos de esa malcriada.

-Señor Joaquín, le dejo con su trabajo, adiós, adiós.-

Samuel se sintió mucho más relajado y salió de la casa siguiendo a Patricio que tenía una cara seria.

Se detuvieron junto a su auto, Patricio se encontraba a dos metros de la pareja.

Antes de que Samuel subiera al auto, de repente vaciló, se dio la vuelta y miró a Patricio, - Patricio, no educamos bien a esa malcriada, y hemos perjudicado a una chica tan buena como Jimena. Lo siento mucho.-

Denis se sentiría muy triste si estuviera allí... No había admitido su delito todavía, pero su padre biológico ya había admitido por ella.

El rostro inexpresivo de Patricio, tan serio como siempre, decía con indiferencia, -Jimena ha fallecido hace tres años. Si ese ha sido su destino, lo aceptaré.

La señorita Denis pagaría por los pecados que había cometido, no tenía nada que ver con el señor Samuel y la señora Yanet. Aunque solo era el mayordomo de la familia García, todavía tenía consciencia de evaluar la justicia.

Dijo que... ¿el señor Samuel había publicado en el periódico de esta mañana que había roto sus lazos de padre-hija con la señorita Denis definitivamente?-

-Que seas tan comprensible me hace sentir avergonzado. No puedo dejar que esa malcriada siga así, porque la familia Alonso ya no es capaz de soportar ningún improvisto más. Si anunciando en el periódico puede hacer que el señor Joaquín y Patricio os sintáis un poco mejor, ya ha valido la pena.-

En la cara severa de Patricio finalmente apareció una sonrisa, -Se hace tarde, que les vaya bien, señor Samuel y señora Yanet.-

Después de ver que el coche de Samuel salió de la mansión García, Patricio se dio la vuelta para regresar.

Caminó hasta el segundo piso, -Señor, ya se han ido.-

-Bien.- Joaquín todavía sostenía el regalo de Samuel en su mano, lo tenía frente a él, con un par de ojos rasgados lo observaba con un toque de ironía, luego levantó la mano y arrojó el regalo a los pies de Patricio, -Tíralo.-

-Sí, señor.- Cuando Patricio se inclinó para recoger el regalo del suelo, volvió a sonar la pregunta del hombre.

-Te pedí que investigaras lo que le pasó a esa mujer en la cárcel, ¿lo has averiguado?-

La cintura doblada de Patricio se estremeció sin hacerse notar, sus ojos viejos y oscuros parpadearon un momento sin dejar rastro, entonces respondió sin ninguna expresión.

-¿El señor está hablando de la señorita Denis?- Patricio recogió con la mano el regalo en el suelo y se enderezó de nuevo, -Cuando la señorita Denis estaba recién encarcelada, aún era muy arrogante y orgullosa, eso le trajo el disgusto de algunas personas, por lo que sufrió de algunas malas pasadas.-

Las hermosas cejas de Joaquín fruncieron levemente, -¿Qué le pasó a su riñón?-

Sin duda será golpeada si trajo el disgusto de la gente, pero ¿cómo le pudieron extirpar el riñón en ese lugar?

-Aquí hay un malentendido.- Patricio dijo solemnemente, -La señorita Denis ha tenido mala suerte. Uno de los delincuentes estaba enfermo, y había que extirparle un riñón como tratamiento. Como la señorita Denis había ofendido a mucha gente, estos le hicieron una jugada en esa ocasión, es decir, la sustituyeron por el enfermo. Sin embargo, es verdad que la señorita Denis ha sufrido sin haber hecho nada.-

Cuando Patricio terminó de hablar, miró hacia arriba y vio un par de ojos sonrientes que le estaban observando. Aunque el rostro de Patricio no lo hizo notar, se sintió asustado por un segundo, -Señor, la señorita Denis realmente ha sufrido mucho. Aunque odio mucho a la señorita Denis, ella sigue siendo la mejor amiga de Jimena en el mundo. No importa cuánto odio a la señorita Denis, no le ocultaré las cosas que pasó en la cárcel por la gente de la prisión.-

Y con eso quería decir que ese era el contenido que averiguó, pero en cuanto a si la gente que le contó la historia había mentido o no, él no estaba enterado.

Joaquín entrecerró los ojos para meditar el tema. Entonces, recordó que la personalidad de Denis hacía tres años... era realmente indiscreto, por lo que tampoco era imposible que le costó mucho en ese momento aceptar la realidad de que de repente se convirtió de una señorita a una delincuente.

Luego recordó de nuevo lo que dijo Denis ese día. Ella le preguntó que cómo esa gente se atrevería a meterse con ella si no tenía su permiso... Al fin y al cabo, él había sido el responsable de cómo era ahora.

Le hizo un gesto a Patricio, -Te puedes ir.-

Patricio vaciló un segundo.

-Suelta lo que tengas que decir.-

Patricio asintió con la cabeza, -Señor... ¿Dicen que la señorita Denis está trabajando en Emperador?-

En el sofá, la mirada indiferente del hombre se posó en el rostro de Patricio, eso aceleró mucho las palpitaciones de Patricio y un poco de sudor frío le brotó en la frente. En ese momento, esa mirada indiferente dejó de mirar el rostro de Patricio.

-Patricio, veo que a ti te han dicho muchas cosas.-

Una frase que pronunció sin darle mucha importancia volvió a poner nervioso a Patricio, -No, señor, yo solo...-

-Entiendo que te preocupes por la asesina que mató a tu hija, eso es excusable. Pero Patricio, tu trabajo es administrar esta mansión.-

Con el sonido de una leve advertencia, Patricio sintió miedo en su interior y dijo rápidamente, -El señor tiene razón.-

-Bien, te puedes ir.-

Joaquín estaba advirtiendo a Patricio de que no interfiriera en los asuntos de Denis ahora que ya había salido de la cárcel, porque tendrá muy malas consecuencias si él se enteraba de alguna cosa que le haya hecho a Denis.

Patricio salió por la puerta del dormitorio, apretó con fuerza el regalo de Samuel en su mano haciendo que las venas se le hincharan en el dorso, ¡y apretó los dientes!

¡Jimena estaba muerta, y esa perra solo sufrió de tres años en la cárcel!

¿No solo había perdido un riñón?

¡Su Jimena había perdido la vida!

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