Amante peligroso romance Capítulo 133

-De ahora en adelante vivirás aquí.- Joaquín llevó a Denis al piso 28 de Emperador y le dijo, -Ya he renunciado por ti tu trabajo de aquí. Después de incorporarte al Grupo García, trabajarás a mi lado.-

-¡Estoy muy bien trabajando aquí!- Miró a sus ojos con enojo, ¿qué derecho tenía de tomar una decisión por ella?

-¿De verdad? ¿Crees que estás muy bien trabajando en un puesto que tienes que sonreír a quien sea que venga? Denis, aunque estás dispuesta a trabajar de eso, no quiero que sigas haciéndolo.-

Denis quería burlarse... ¿Y ahora tenía la cara de decir eso? ¿Quién la hizo ir al Departamento de Relaciones Públicas?

¡Era realmente... ridículo!

-Señor Joaquín, no habías dicho eso al principio. Fuiste tú quien me trasladó al Departamento de Relaciones Públicas, ¿lo has olvidado?- Denis apretó los dientes y preguntó, -Al principio fuiste tú quien me hizo trabajar allí, pero ¿por qué ahora no quieres que siga?-

Joaquín miró a Denis de forma complicada, -¿Quieres saberlo?- Denis no dijo nada, pero Joaquín dijo a la ligera, -Lo sabrás en el futuro.-

-Pero no quiero...-

-Denis, ¿estabas feliz cuando hacías este trabajo?-

¿Estar feliz? Ella se sobresaltó.

Después de que Joaquín terminó de hablar, se dio la vuelta y se fue, dejando a Denis sola... Ese hombre era cada vez más incomprensible.

Pero había algo que nunca cambiaba.

¡Este hombre podía hacer lo que quería y nadie podía ir en contra de su decisión!

Lo más odioso era que un tipo así... ¡Como cuando dijo que ella era culpable, entonces la condenaron como culpable!

¡Pero hasta el día de hoy, tampoco podía ir en su contra!

-¿Qué... quieres que haga?-

Esa tarde, él estaba lidiando con el trabajo en el estudio, mientras que Denis estaba aturdida en el salón... En cuanto al futuro, ella había tomado una decisión.

¡Todavía tenía que... escapar!

Ya estaba haciendo planes en su mente.

Las acciones de Joaquín en ese momento eran cada vez más raras, ella no podía entenderlas, pero instintivamente notó que eran peligrosas, y realmente no podía darse el lujo de perder el tiempo, por lo que tenía que hacer un buen plan.

Por la noche, después de la cena, volvió al estudio y no salió del estudio hasta las nueve de la noche.

Al ver a Denis en el salón, dijo a la ligera, -Tú duermes en el dormitorio, yo dormiré en el sofá.-

Denis se puso de pie en silencio y entró en el dormitorio... Cuanto más expresaba esa actitud, más asustada se volvía ella.

Al día siguiente.

A Denis le dieron un traje de nuevo. Otra vez estaba en la puerta del edificio del Grupo García, y de nuevo tenía que tomar una decisión, -Entras y vienes a una reunión conmigo, o date la vuelta para volver al apartamento de Emperador.-

Pero en el momento en que Denis se giró para irse, Joaquín extendió la mano y, con un poco de esfuerzo, la arrastró hacia el interior.

-¡Señor Joaquín, has dicho que puedo elegir!-

-Es verdad que lo he dicho.- Al hombre no le importaba.

-Entonces no has dado crédito a tus palabras.- Ella bajó la voz y dijo.

-Ahora también puedes deshacerte de mí para dar la vuelta y salir. Es lo mismo.-

¡Cómo podría ser lo mismo! Ahora mismo ella estaba siendo arrastrada por él, y había muchas miradas que se posaron sobre ella, ¡especialmente porque ella fue arrastrada por “él”!

Si lo apartaba ahora para darse la vuelta y huir sola... Ella no tenía el coraje de correr de allí hasta la calle bajo tantas miradas sospechosas.

Con la cabeza muy agachada, se armó de valor para seguirle, pensó que una vez entrara en el ascensor, esas miradas y esas críticas que murmuraban desaparecerían.

-Denis, de todas formas tienes que hacerlo, ¿da tanto miedo levantar la cabeza y ponerte recta?-

“¡Sí, por supuesto que da miedo!”.

La mano de Joaquín se colocó sobre la espalda de Denis, y poniendo un poco de fuerza empujó hacia adelante, entonces la espalda de Denis se puso recta y cuando estuvo a punto de hablar, escuchó la voz del hombre dando una orden, -Vamos.-

Inconscientemente, obedeció la orden. Y la palma que tenía en su espalada no se apartó en ningún momento.

Bajo las miradas de la gente, él y ella atravesaron el vestíbulo de esa forma y entraron en el ascensor exclusivo del presidente con esa postura tan ambigua.

En el momento en que se cerró la puerta del ascensor, Denis vio que toda la gente le dirigían miradas de incredibilidad. Ella se sorprendió de nuevo, y agachó la cabeza por reflejo... Si alguien la reconocía...

El timbre del ascensor sonó.

El ascensor se detuvo, cuando se abrió la puerta se sentía reacia a salir, pero Joaquín, que estaba a su lado, le apoyó de la espalda, entonces ella salió del ascensor rígidamente.

Así hasta llegar a la oficina del presidente. Denis exhaló un suspiro de alivio cuando entró. Se sintió aliviada por dentro porque en ese lugar no había nadie que le enfocaba la atención.

-Hay libros allí. Ve y lee por tu cuenta. Tengo que ir a una reunión.-

Denis vio con asombro cómo Joaquín se dio la vuelta y salió de la oficina, dejándola sola allí.

Mirando el alrededor, la decoración del lugar no era muy diferente a la de hacía tres años y seguía siendo el estilo habitual del hombre.

Durante dos noches consecutivas durmió en el dormitorio de esa persona, pero no pudo conciliar el sueño en esas dos noches, por eso cuando se sentó en el sofá por un ratito, no pudo resistir la somnolencia y se quedó dormida recostada en el sofá.

Más o menos pasó una hora para que la puerta se abrió silenciosamente.

El hombre se paró en la puerta, viendo la mujer que se quedó dormida recostándose en el sofá. Se sorprendió por un momento. Luego caminó hacia el sofá y se paró frente al sofá. Miró a la mujer que tenía delante por un largo rato. Parecía que tenía frío, porque la persona que dormía en el sofá no dormía tranquilamente, y poco a poco se acurrucó.

Los delgados dedos desabrocharon la camisa para ponerlo sobre su cuerpo, cuando se acercó, escuchó un susurro.

-Karin...-

La mano que cogía su camisa se sorprendió por un segundo, ya que trasoyó su voz, enseguida su mirada se volvió muy gélida.

Todavía estaba pensando en Julián... Al parecer tenía un afecto profundo por él.

Irónicamente, el hombre se mofó.

Entonces, ¿qué era lo de Norberto?

Joaquín conocía la relación entre Julián y Norberto.

Hubo un destello de luz en los ojos del hombre, y preguntó tentativamente, -¿Con Julián... te refieres a Julián Pérez?-

-Karin... Lo siento...-

Naturalmente, Denis no le iba a contestar a Joaquín porque estaba dormida.

Con el ceño fruncido, Joaquín de repente se puso de pie y salió de la oficina para ir a la pequeña sala de reuniones del costado. Luego sacó su móvil y llamó a Julián, -Soy yo, Joaquín.-

Los ojos del atareado Julián brillaron de sorpresa, -El señor Joaquín no me llama si no es por algún asunto, así que dime, señor Joaquín.- No perdió el tiempo y dijo sin rodeos.

Joaquín era más directo todavía, -¿Cuál es tu relación con Denis?-

Esa pregunta era bastante sin sentido.

Julián que normalmente era tan inalterable, se quedó un rato atónito antes de decir, -Solo nos hemos visto una vez.-

Estaba pensando por qué Joaquín de repente le preguntó eso.

Un segundo después escuchó al otro decir por teléfono, -Pues parece que el señor Julián le ha dejado una imagen muy profunda en esa única vez que os habéis visto. Tan profunda que Denis ha llamado el nombre de “Julián” varias veces en su sueño.-

-¡Cof! Cof, cof, cof, cof...- Julián, que estaba bebiendo agua, se sorprendió y se atragantó con el agua, luego rápidamente dijo, -Señor Joaquín, no puedes decir tonterías de este tipo. La señorita Denis es la persona que ama Norberto. No se puede bromear de las novias de los amigos. Y no he caído tan bajo como para quitarle la novia a mi amigo.-

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