Amante peligroso romance Capítulo 266

En el asiento de conductor, Vivian abrió la boca y quería hacer la consolación pero descubrió que realmente no podía encontrar ninguna frase para consolarla, justamente porque la entendía, sintió que no tenía remedio.

Incluso tenía una sensación de que la mujer sentada en el asiento trasero con una cara indiferente que regresó a la Ciudad S desde la tranqilidad, todavía tenía mucha presión.

Los problemas del Grupo Alonso no eran pocos, pero no sabía si el presidente anterior lo había descuidado o si Samuel no creía que fueran serios.

Vivian se sintió un poco angustiada por la mujer del asiento trasero, y cuando Denis estaba ocupada, casi trabajaba de manera suicidada.

Ella debería odiar a Joaquín, después de todo, fue él quien había obligado a una mujer viva a dar unos pasos atrás y no tener adónde ir.

En toda la Ciudad S, Joaquín era el único que podía realmente obligarle en una situación desesperada.

Pero ahora estaba un poco agradecida, al menos por su molesto, vino a recogerla a tiempo para el almuerzo y la cena, de lo contrario, la mujer en el asiento trasero del automóvil estaría demasiado ocupada para olvidarse de comer.

El auto se detuvo frente a la escuela, y vio al chico alto por segunda vez con una expresión rebelde. Cuando la vio, estaba lleno de incomodidad.

-Te digo la verdad. No tengo gana de ser miembro de la familia Alonso.- el chico con una cara llena de rebelión la miró con enojo y no olvidó seguir, -Han dicho que no iguala la médula, ¿Qué más quieres? Incluso si no es exitoso, aún no funciona hacer la comparación cien veces.

Sandra estaba a un lado con un rostro avergonzado, -Max, ella es tu hermana. ¿Cómo hablas?

-No es mi hermana.-

Miró a Denis en el coche pero esta ni siquiera levantó su cabeza. En el camino, ella estaba ocupada en revisar informes uno tras otro.

De repente, se sintió avergonzada y agraviada.

Era como si ellos jugaran una carta muy importante ante Denis, pero esta no les hizo ningún caso

Sandra era prudente, le arrastró y le metió al asiento trasero, -Acércate a tu hermana. Me siento en el copiloto.-

-¿Quién quiere estar cerca de ella?- el niño seguía rebelde.

Miró a Denis con una expresión avergonzada pero estaba condenada a decepcionarse, porque sin mencionar que hiciera caso, radicalmente no le importaba nada sino que se ocupó en su trabajo de la mano.

Solo pudo pellizcar levemente el brazo de Max, -Este niño.-

No hasta ahora subió al coche a regañadientes.

En camino, vio en el espejo retrovisor que Denis se sentaba en el asiento trasero con varios informes y sus ojos se giraron con destreza, -Se... Señora Denis, qué ocupada estás.-

Lo que le respondió era el aire silencioso.

No abandonó la oportunidad y preguntó de nuevo, -Con tantos informes, ¿tiene tantos beneficios el Grupo Alonso?-

Las delicadas cejas de Vivian se volvieron frías y severas, -Silencio. A Denis no le gusta que los demás le molesten cuando trabaja.-

La reacción de Vivian a sus ojos era indudablemente como una persona culpable manifiestaba visiblemente su inocencia.

De reprente se burló: ese viejo Samuel tenía razón y Denis era una chica malvada.

Miró ansiosamente a Denis en el espejo retrovisor, pensando en que estas cosas eran originalmente de Max.

Nadie habló durante todo el camino y solo quedó el susurro de las páginas que pasaban en el aire.

Vivian se sintió un poco angustiada por ella, -Señora Denis, ya llegamos.-

-¿Sí? ¿Ya llegamos?- la mujer levantó la cabeza y al empujar la puerta para bajar del auto, Vivian la vio meter los papeles en la bolsa, de los que aún no terminó de leer, y no podía resistir consolarla, -Denis, el trabajo es interminable y puede leerlos paso a paso. Esta vez venimos a hacer el emparejamiento. No metas el trabajo en esto.-

Sandra lo escuchó al lado, adivinando cada vez más sobre cuánto era la fortuna del Grupo Alonso y cuán buenos eran los beneficios.

Denis se frotó las cejas y dijo, -Está bien- abrió la puerta y salió del coche. Estos informes eran muy urgentes, de lo contrario, no habría soportado el mareo causado por el movimiento del auto.

Caminaron hacia el edificio principal del hospital para la muestra. El tiempo pasó poco a poco. Después de recogerla, el médico dijo, -Los resultados tardarán alrededor de una semana en publicar.

Sandra se sintió aliviada en su corazón. Al principio apostó que para este tipo de emparejamiento, necesitaría un tiempo para los resultados, lo que era bueno para ella.

Después de regresar del hospital, Sandra puso más énfasis a lo sucedido ante Samuel, -Mira a Denis, qué defensión tiene. Somos de la misma familia pero nos trata como ladrones.

Inmediatamente cambió la expresión, -Esta niña malvada, incluso me defensa a mí.- no tenía defensión para Sandra sino para él.

Sandra fingió mediar, -No lo adivines caprichosamente. No culpes a Denis. Max y ella no tienen la misma madre. Si quieres, echa la culpa de que Max es mi hijo.-

Samuel era aún más furioso, -Max no es hijo de su madre, ¿tampoco es mío?

-Ay...solo espero que Max no sea llamado como bastardo. Si puede ser registrado sin problemas en la genealogía de la familia Alonso, los otros no podrán reírse de él.-

Samuel levantó la mano y pellizcó su cintura con dulzura, -No te preocupes por el emparejamiento.-

De reprente ella bajó la cabeza con frustración.

-¿Por qué no estás contenta de nuevo?-

-Creo que realmente soy muy egoísta.- las lágrimas brillaron en sus ojos y lo miró con una expresión de culpa, -Valentín también es tu hijo. Max originalmente puede salvar a su hermano mayor, pero por mi egoísmo...-

-No hables más. ¿Acaso esa niña no puede donar médula ósea a Valentín? Él es su hermano biológico.-

Samuel se irritó, -Olvídalo. No te preocupes más por esto. Si esa chica realmente se niega a salvar a su hermano, iría a ser criticada por todas las personas famosas de la Ciudad S.

Originalmente no se llevaba con ella. Fue criada por el abuelo y cuando estaba vivo, a menudo lo comparaba con ella.

Él era un hombre de mediana edad pero fue comparado con su propia hija, lo que le sentirse muy humillado.

Su otro hijo Valentín había sido adorado por su madre desde niño, y su capacidad era limitada. No se sentiría cómodo si le entregara el Grupo Alonso.

En cuanto a Max, que se criaba ante él, era tanto fuerte como temperamental. Los hijos de esa mujer campestre, uno fue criado ante ella y la otra ante el abuelo, entonces solo este hijo más joven, al que la amante linda dio a luz, siempre se crecía a su lado.

Dio unos palmaditas a su hombro, -Prepara una buena sopa para Max, y el niño se está creciendo. Voy a hacer algo.-

Después de terminar las palabras, se levantó y se marchó hacia el balcón.

Ella caminó hacia la cocina en respuesta, pero miró en silencio al balcón. Él estaba llamando a alguien con su teléfono móvil.

Denis No lo vio a Joaquín dentro de varios días.

Denis sabía que fue en misión.

No fue la primera vez de ir para el trabajo pero antes no importaba adónde fuera ese hombre, cuán ocupado estuviera, la llmaría, como si hubiera observado el tiempo para telefonearla a la hora de comer.

Cada vez antes de salir, cambiaba de rostro y le advertía, -Si no me contestas, no importa dónde estoy, enseguida dejaré todo en mis manos y regresaré lo más rápido posible.-

También por sus palabras, apenas se atrevió a perder una llamada suya.

Apenas, sí, apenas.

Había una vez que su teléfono móvil fue apagado por perder la alimentación de corriente, pero lo que no esperaba era que esa vez, a las tres de la madrugada, el hombre apareció a la puerta de su casa con el rostro polvoriento.

Al abrir la puerta, se asustó.

Mientras que ese hombre se puso en pie a la puerta, la abrazó fuertemente sin decir nada.

En el momento en que la abrazó, sintió que su corazón latía rápidamente. Él la abrazó con tanta fuerza que le dolió. Esa vez, ella vaciló y finalmente no lo rechazó.

En la oficina.

La mujer que dijo no llorar no podía parar sus lágrimas, -¿Qué es esto?- levantó la mano y secó la cara empapada, como si no conociera la lágrima, levantó la cabeza barbitonta y habló con Vivian de frente quien estaba ansiosa también, -Estoy muy feliz. No lo amo. No tiene relación conmigo. Estoy muy alegre y me muero de felicidad.-

Abrió la boca, hizo una sonrisa con muchos esfuerzos, luchó por decorar una sonrisa en las comisuras de la boca, pero se sintió que eran tan pesadas, como una pesa de quinientos kilos estuviera colgándose por sus comisuras.

-Mira, mira, Vivian, mira, me río. Estoy sonriendo, estoy feliz, de hecho, estoy feliz.-

Vivienne no podía soportar más, mirando a la mujer sin llorar ni reír, mirando el rostro sonriente de la mujer frente a ella pero también lleno de lágrimas.

-Bueno, deja de reír. No rías.- abrazó a la mujer, -No rías. Llora si te sientes triste.-

-No estoy triste sino alegre. Estoy ansiosa por sentirme feliz. Estoy sonriendo,¿no lo ves? Estoy sonriendo. ¿Por qué estoy triste? Estoy sonriendo.-

-Sí, sí, estás sonriendo, estás alegre.- sintió que la mujer en sus brazos era demasiado frágil, tan delicada que no se atrevía a exponer su mentira.

Se sentía sufrida al ver a esta mujer desesperada.

Generalmente estaba en muy buen estado, pero las malas noticias llegaron después de unos días sin avisar.

-Andrés dice que...- la mujer sollozaba.

-¿Qué dice?- preguntó con mucho cuidado y tenía la preocupación de tocar los frágiles nervios de la mujer en sus brazos en ese momento.

-Dice que está al borde de la muerte.- de reprente no se oyó la voz.

Vivian abrió la boca y cambió de rostro...¿tan grave?

Andrés había expresado que estaba al borde de la muerte.

Justamente a esta hora, sonó el teléfono de Vivian.

Fue llamada de Andrés. Vaciló un poco y no tuvo tiempo suficiente para marcar el teclado de recibir.

Inmediatamente la mujer en sus abrazos preguntó, -¿De quién es?-

Vivian tardó mucho en decir, - Es Andrés.-

-¡Contesta en seguida!- Denis era la mujer que generalmente tranquila pero ahora gritó hacia Vivian con muchas emociones.

-Bueno, no te preocupes. Voy a contestar.- sentía que ahora Denis no estaba bien. No se atrevió a tocar sus nervios.

El teléfono estaba conectado y Andrés le pidió algo por teléfono. Luego terminó la llamada corta.

-¿Qué ha dicho?- la mujer en sus abrazos tenían los ojos rojos y le preguntó con mucha prisa.

Vivian tenía una cara seria y la miró con un vistazo compasivo, pero bajo su mirada muy ardiente, se calmó y dijo en voz pesada.

-Andrés dejó un mensaje, pidiendo que la Señora Denis fuera a Italia inmediatamente.-

-Yo...-

No le dio ninguna oportunidad de hablar y continuó, -Telmo va a preparar bien el pasaporte con visa y el avión privado. Más tarde alguien va a recogerte. Andrés ha dicho que tienes que hacer la maleta enseguida y el equipaje debe ser simple, pero...-

No quería ser dura de corazón pero apretó los dientes y dijo, -Es mejor preparar un vestido negro riguroso y solemne. Tendrás muchos asuntos que hacer en el exterior. Temo que no tenga tiempo para comprarlo.-

El cuerpo de Denis se sacudió violentamente y lentamente levantó la mano como una marioneta, secándose las lágrimas.

-Me voy a preparar.-

Ella se volvió estúpidamente. Vivian miró su espalda aturdida, ya no podía más y le gritó en vez alta, -¡Oye, llora fuerte si quieres llorar!-

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