Esta vez, el doctor vino preparado.
Después de que Telmo le contara la situación, trajo todas las medicinas que se le ocurrieron lo más rápido posible.
El rostro del doctor Alfredo que siempre era amable, era extremadamente rígido en este momento. Telmo no dijo una palabra e inmediatamente se dio la vuelta para buscar el botiquín de medicamentos.
Él confiaba en doctor Alfredo. Este último estaba muy serio en ese momento, parecía que la condición de Joaquín debería ser muy grave.
-Afortunadamente, no sufrió choque circulatorio.- Después de terminar todo, el doctor Alfredo se secó el sudor en la frente.
Telmo miró la manta del suelo y miró fijamente a Denis por un rato, pero no dijo nada.
Aunque no le echó la culpa, Denis se apartó la mirada como si fuera la culpable.
Después de mucho tiempo, Telmo y el doctor Alfredo se fueron porque no podían quedarse por mucho tiempo.
La temperatura corporal de Joaquín bajó. El doctor dijo que si la temperatura corporal no bajaba, debería llevarle al hospital.
Tanto Telmo como ella entraron en pánico.
En este momento, no estaba bien para Joaquín hacerse público en la Ciudad S, pero afortunadamente, esta persona siempre había siendo muy fuerte y diferente a la gente común, incluso su estado físico era más fuerte que la gente común.
La temperatura corporal bajó a 38.5 grados. Al atardecer, Denis se sentó a un lado y miró el informe de trabajo que le envió Vivian. La cooperación con Veneciano no comenzaría oficialmente hasta la próxima semana.
Pensando en Veneciano, el teléfono sonó de repente, y descubrió que era un número desconocido.
-Denisita, tengo mucha sed.-
Ella se sorprendió y la constestó.
-Hola- sonó una voz masculina profunda y atractiva en el teléfono.
-Denisita... -
Denis rápidamente le tapó la boca.
¡Era Veneciano!
-Denis, ¿qué ruido?-
-Nada, estaba viendo la televisión, pero ahora está apagada. Señor Veneciano, ¿En qué te puedo ayudar?-
A esta hora, el cielo ya estaba oscuro y no podía saber por qué este hombre le llamó en un tiempo tan tarde.
-Así que estabas viendo la tele. Fui a buscarte al Grupo Alonso y la señorita Vivian, tu asistente, me dijo que estabas enferma. ¿Te encuentras mejor ahora?-
-Gracias señor Veneciano por su preocupación, estoy mucho mejor.-
Bajó la mirada y pensó, preguntó avergonzada, -¿Señor Veneciano, pidió mi contacto a Vivian?-
-Sí, me dicen que estás enferma y estoy muy preocupado por ti.- le dijo sin rodeos.
Era bastante similar con la personalidad de este hombre, que siempre era sincero y directo. Como lo que pasó aquel año, aunque no le gustaba, tenía que decir que importaba cuál fuera el propósito, este hombre dejó su propósito visible.
-En realidad.- pensó por unos segundos y luego decidió preguntar, -Si no te importa, ¿podrías contarme sobre los asuntos internos del Grupo Alonso? El que mencionaste ese día cuando las dos empresas se entrevistaron. ¿De dónde se enteró?-
Mucha gente del Grupo Alonso no lo sabía porque ella mantenía la noticia en secreto, pero al final fue enterada por la empresa adversaria. Debía haber un problema con eso. Si no se encontrara la verdad, no estaría aliviada.
-Fue solo una suposición.-
Al oírlo, Denis se quedó en silencio. Obviamente, el hombre no quería contarle la fuente de la noticia.
¿Una suposición?
Una sonrisa de desprecio mostró en sus labios, a lo mejor se podía notar de que había problemas en el interno del Grupo Alonso.
Pero su duda no se podía explicar con sola una suposición.
Pero dado que la otra parte no quería decirla verdad, seguro que no podía obtener información útil de él.
Ella se puso enferma cuando regresó de la reunión de negociación con Veneciano, entonces esta cosa se retrasó. Ahora era el momento de resolver este problema.
-Denis, hay un refrán en tu país que dice que a los empresarios solo les importa el dinero. Yo soy empresario. Aunque estoy persiguiendo los beneficios de todas maneras, también tengo mi propio límite en el negocio.-
-Entiendo, lo siento mucho por mi impertinencia.- Ella no se quejó de Veneciano por negarse a decirle la verdad. Si él realmente le contara la verdad, entonces tendría que reconsiderar de nuevo la cooperación con su empresa.
-Denis, me alegro de que puedas entenderlo. Lo único que puedo decirte es que, tienes que buscar el motivo en el interior la empresa.-
¡Los ojos de Denis se brillaron!
¡Encontrar el motivo desde adentro!
Estaba tan emocionada que no sabía qué decir. ¡El Grupo Alonso podría salvarse de esta crisis por completo con el apoyo de Mifael!
Si podía lograr la cooperación con el Grupo Delta...
La mujer estaba muy emocionada que sus mejillas se hacía sonrojadas.
-Val...- antes de que pudiera decir completamente la palabra “vale”, el dorso de su mano fue agarrado repentinamente.
Ella se sorprendió y miró hacia abajo. Se enfrentó con un hermoso rostro, pero incómodo. El hombre estaba parpadeando con los ojos limpios y claros, mirándola. Esos ojos eran como un remolino, que eran diferentes a los del Joaquín lúcido, ahora sus ojos estaban llenos de apego. Su mirada casi le hizo olvidarse de respirar.
¡Joaquín apegaba completamente a Denis!
Se quedó estupefacta y se olvidó de que todavía tenía el móvil en la mano, y en la pantalla todavía mostraba que seguía en la conversación.
Cuando todavía estaba atónita, la persona tomó sus palmas con ambas manos, las colocó en sus mejillas, y luego frotó la cara con las manos de Denis suavemente.
¡Sus palmas, por un instante, parecían estar en llamas!
Retiró las manos como si le hubieran quemado.
-Denis?- en el otro lado del teléfono sonó la voz de Veneciano, -¿Me escuchas?-
-Gracias por su amabilidad, señor Veneciano.- Denis cerró los ojos. Apretó fuertemente su otra mano que estaba escondida a su lado. Había una voz en su corazón que le decía, “¡Loca! ¡Estás loca!”
Denis sostuvo su teléfono y dijo pesadamente, -Me temo que puedo tener la oportunidad de ver al señor Mifael.-
“¡Es el Grupo Delta! ¡Mifael del Grupo Delta! ¡El líder de la industria! ¡Estás loca! ¡Estás encantada por un hechizo!”
Le dolía mucho el corazón, bajó su mirada lentamente y se posó en el rostro pálido del hombre. Le estaba sonriendo con sus labios pálidos.
Parecía poder oír el sonido cuando le rechinaban los dientes.
“¡Denis, estás loca!”
Se puso de pie bruscamente y se fue con la cara fría. Cuando reapareció, le trajo un vaso de agua al hombre sin expresión.
-Toma.-
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