Amante peligroso romance Capítulo 304

Denis miró a Macaria con una mirada profunda.

-¿Me estás amenazando con destruir el Grupo Alonso?-

-Denis, vete a denunciarme, el mundo entero sabrá que el Grupo Alonso es un cascarón vacío. Me encantaría verte perder todo. Una vez con todo perdido, ¡no podrás estar frente de mí interrogándome con una actitud tan arrogante como estás haciendo ahora!-

Lo que Macaria más odiaba era la arrogancia de Denis.

¿Por qué alguien que solía ser tan humilde y después de los tres años volvió con una vida mucho más mejor que ella?

“Una mujer sucia y humilde como Denis, ¿por qué nunca la puedo superar?” pensaba Macaria.

-Tú no tienes ninguna habilidad, solo heredaste el negocio de tu familia, ¿no era así? Todo lo que tienes ahora te lo dio tu familia. No, no era así. Se lo quitaste a tus familiares. Denis, no solo eres humilde, también tienes el corazón malvado. ¡Incluso llegaste a hacer el daño a tus propios familiares!-

-¡Paf!- a Aitor le temblaba la mano y dijo, -¡Qué tonterías estás diciendo! La presidenta Denis ya ha dicho que deja que lo pasado esté pasado, ¡por qué sigues montado el lío!-

Macaria se volvió loca de repente, volvió la cabeza ferozmente y miró al calvo Aitor,

-¿Tú crees que eres mejor que yo? ¿No eras tú quien despreciaba a Denis diciendo que ella era cruel y que ni siquiera perdonó a sus propios familiares?-

El rostro de Aitor se puso pálido, y de repente miró a Denis, -Presidenta Denis, ¡no es lo que piensas!-

-No lo niegues, tenías el coraje de decirlo antes, ¿ahora no tienes el coraje de admitirlo? Al menos soy un poco mejor que tú, ¡lo que hice, lo admito! ¿Tú te atreves?-

-Denis, ¿crees que has ganado mucha confianza de los demás? ¿Sabes cómo te llaman a escondidas todos los que trabajan en la empresa? ¡Viuda negra!-

-Ay, me lo olvidé, eres una prisionera reformada que no se graduó del bachillerato. ¿Cómo sabes lo que significa una viuda negra? ¿Quieres que te lo explique?-

Denis solo miraba tranquilamente el rostro enojado de Macaria que estaba frente de ella. Antes, Denis nunca se había indignado por eso, de manera que ahora tampoco le despertó la furia.

-¿Ya has terminado?-

Mientras que Macaria con los fuertes altibajos del pecho y los ojos llenos de furia, Denis lo preguntó con indiferencia.

-Macaria, ¿sabes por qué te iba a perdonar la revelación de secretos?-

Macaria estaba tan enfadada que las venas de su cuello sobresalían, lo que mostraba que Denis le caía muy mal a Macaria.

-¿Para qué molestarse?- suspiró Denis ligeramente.

Macaria la miró con fiereza, -¡No necesito tu compasión! ¿A quién pretendes mostrar la compasión?-

-Para qué molestarse... Macaria, no te he preguntado más detalles sobre la revelación de secretos de la empresa, ni te he preguntado si lo hiciste con intención o fue un descuido tuyo. ¿Sabes por qué no me importa este asunto? Si tú, Macaria, realmente quisieras destruir el Grupo Alonso, entonces ya habrías informado a todos los medios de comunicación que la cadena del capital del Grupo Alonso ya se había roto. Si tú quisieras difundirlo, todo el mundo entero ya lo habría sabido.-

Los ojos de Denis estaban claros y Macaria los miraba.

Denis dijo, -Pero la verdad es que hasta ahora, solo Venancio se ha enterado de esta noticia.-

Cuando Denis estaba en la empresa, ya se había dado cuenta de esto.

La noticia era como si fuera una carta con alas, si alguien quisiera darla a conocer a todo el mundo, entonces cada uno ya se habría enterado de la noticia.

-Macaria, ¿por qué? ¿Solo porque me odias?- preguntó Denis. ¿Y era por esto que no refutó las palabras de Denis?

Macaria se sorprendió, al segundo siguiente se mordió el labio con fuerza y le dio a Denis una mirada con enojo,

-¡Te odio tanto! ¡La persona que más odio en mi vida eres tú! Nunca he odiado a los demás como te odio a ti. Pero al menos, yo, Macaria, ¡no soy tan frenética! En todo el Grupo Alonso, hay miles de familias que dependen del Grupo Alonso para vivir.-

Así que caminó apresuradamente hacia el balcón.

En el balcón solo estaba ese telescopio profesional, pero estaba vacío.

¿Dónde estaba?

De repente le entró el pánico a Denis, se dio la vuelta y se dirigió al dormitorio apresuradamente, empujó la puerta y encendió la luz.

El corazón acelerado finalmente se calmó.

Denis dio algunos pasos y se detuvo delante de Joaquín quien estaba durmiendo en el suelo. Ella se puso en cuclillas y vio que el cabello desordenado de Joaquín sobresalía del edredón. Si Denis no pensaba quién estaba durmiendo bajo este edredón ni mirar su rostro, para ella, la persona que tenía enfrente era mono, su cabeza peluda estaba fuera del edredón y estaba durmiendo en una posición fetal con todo el cuerpo encogido.

Se decía que las personas que se dormían con los brazos y las piernas encogidos eran inseguras.

Joaquín, ¿se sentía inseguro?

A Denis le hizo gracia y sacudió la cabeza para sí misma... Pensó que la persona que llegó a esa conclusión debía ser un estafador, la teoría era una falacia.

A ella no se le ocurría ninguna razón de porqué Joaquín se sintiera inseguro.

Todo el mundo podía sentirse inseguro, pero Joaquín no podía ser uno de ellos.

La persona que estaba durmiendo pareció despertarse, se movió, abrió los ojos, sus ojos estaban somnolientos y se frotó el rostro, dijo en voz baja, -Denisita, ya has vuelto, he preparado los fideos y los he metido en el termo. Te los traigo ahora mismo-

Tal vez, Denis tenía mucha hambre, estaba tierna y no se negó, dijo, -Vale.-

El hombre inmediatamente se levantó del suelo frotando los ojos adormilados y corrió hacia el salón.

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