Mario se calló de repente. ¡Cierto! Él quería ver si en el momento cuando Denis supiera la realidad, ¿seguiría amando a Joaquín? ¡Ver si ella lamentaría su decisión de haber rechazado a él!
El bello rostro estaba lleno de espíritus malignos.
Mirando a esa figura que se alejaba elegantemente. Él hizo todo lo posible, incluso colaboró con el molesto Norberto. Habían obligado a Joaquín dejar de fingir ser un estúpido y estabilizar la situación. ¡Lo que quería ver era el momento cuando ella viera a Joaquín en el Grupo García! ¡Quería ver el momento en que ella se arrepentía! Pero... ¿Ella simplemente reaccionó de esa manera?
No llegaron las lluvias y tormentas que él había esperado, ni apareció su decepción, rabia, odio a ser engañada, nada. ¡Nada de nada!
Era como un lago tranquilo, que no levantaba ni una ola. ¿Terminaría así?
¿Desde cuándo Mario se convencía tan fácilmente?
Una de las personas en la multitud no pudo aguantar más y se puso de pie gritando, -¡Denis! ¡Te engañó! ¡De principio a fin, no paró de mentirte! De verdad, ¿vas a perdonar tan simplemente a este hombre?-
La mujer que se estaba alejando tuvo que detenerse y al lado de su oído había una voz familiar. En los últimos años, esa voz había sido el único amanecer en su oscura vida y alguna vez había pensado que venía de un ángel.
Ella hizo una pausa, se giró lentamente y miró directamente a la persona que salió de la multitud. Finalmente, habló esa persona, quien ella pensaba que en ese día no se levantaría ni diría nada, en cualquier caso.
Si fuera el caso, ella podría borrar la sospecha que tenía en mente.
Desafortunadamente, las cosas no fueron como esperaba.
La mujer se quedó mirando a la persona entre la multitud, -Esta mañana, antes de ir al Grupo Alonso, nunca pensé que me encontraría con Joaquín en el Grupo García.-
-Entonces qué estás...- el hombre preguntó ansioso, sin terminar.
La mujer sonrió al hombre que salió de la multitud con mucha tranquilidad, -De igual manera, nunca pensé que podría ver aquí al señor Norberto.-
Después de decir todo, ella se fue sin mirar atrás.
Norberto se quedó rígido mirando la figura.
Ella no lo acusó directamente, pero le dejó mal. ¿Por qué estaba Norberto en el Grupo García? ¿Y por qué estaba Norberto allí tan casualmente?
Mario planificó deliberadamente todo el caso, y ¿no participó Norberto?
Norberto sonrió amargamente. Esa mujer siempre lo tenía claro.
Aunque él y ella estuvieran en la dicha situación, tenía que aplaudir por su respuesta. ¡Era un gran contraataque! Mediante una frase, desnudó su costado más humilde, dejando que la fealdad de su corazón se expusiera frente a los demás.
Se oyó un tintineo claro en la puerta del ascensor, todos observaron cómo entró la mujer y la puerta se cerró en silencio.
En la puerta de la sala de reuniones del Grupo García, había una baja presión de aire inmensa.
-¿Estás satisfecho?- Joaquín mostraba su descontento en su cara fría y sus ojos como de halcón disparaban directamente a Alejandro en la multitud, -Abuelo, ¿estás satisfecho?-
Había hecho eso para ese buen espectáculo y ya el objetivo se cumplió, ¿estaría satisfecho?
Telmo se paró detrás de Joaquín, porque eran compañeros contra el mismo enemigo.
Los celos de Mario lo desformaban y dijo, -Nadie te obliga a fingir estar tonto o loco, nadie te obliga a engañar a Denis. En el momento en que la engañaste, deberías haber pensado que habría tal resultado.
A su lado, la cara de Mario fue abofeteada hacia un lado, y el cabello desordenado tapó su vista. Las luces en el garaje subterráneo no eran brillantes, que se encendían de manera irregular y su rostro estaba en la penumbra.
En el aparcamiento silencioso, Mario sonrió repentinamente y se limpió la sangre de la comisura de los labios, giró la cabeza y miró a Alejandro con indiferencia. Alejandro se incomodó con esa mirada tan extraña.
Los labios de Mario se levantaron extrañamente, -Es usted quien quiere al Grupo García, abuelo.-
Los ojos embarrados de Alejandro se encogieron instantáneamente, -¿Y tú no lo quieres?-
Él no lo creía, el Grupo García era una tarta gigante, ¿a quién no le gustaba?
-Sí. Lo admito, quiero al Grupo García.- Mario extendió las manos, -¿No fue esa la razón por la cual he venido a unir a la familia García?-
-¡Ya que quieres al Grupo García, debes ser obediente, no asertivo! Te he dejado invadir poco a poco al Grupo García y devorar poco a poco las fuerzas de Joaquín. De esta forma, cuando se diera cuenta, aunque quisiera recuperar su poder, ya estaba impotente. ¿Y tú?
-Te pusiste en contacto con la familia Martínez en privado y colaboraste con Norberto, ¿no temías que se dieran cuenta y tomasen medidas? Además, trajiste a esa mujer al Grupo García y Joaquín se enfureció por completo. Dime, ¿qué quieres hacer? ¡Parece que no quieres al Grupo García!-
El dedo índice de Mario frotó suavemente la comisura de los labios dañada, de repente levantó una sonrisa y por un instante su mirada se volvió afilada hacia Alejandro, -¿Usar al Grupo García como un cebo?-
Había ironía en las palabras de Mario, -Si cuelgas una zanahoria delante del burro, seguirá caminando obedientemente. Pero tiene que averiguar, si yo fuese un burro obstinado y obediente. ¿Me podría manipular con un cebo como la zanahoria al burro?-
Las piernas esbeltas dieron pasos hacia adelante ágilmente, en un instante se acercó a Alejandro y lo miró de enfrente. Alejandro era anciano y tenía la espalda encorvada. La mirada de Mario bajó y sus ojos negros se posaron críticamente en la arrugada cara de Alejandro, que estaba levemente levantado, y dijo sarcásticamente, -No me extraña que Joaquín haya dicho que ya está viejo.-
-¡Tú! ¿Qué actitud es esta?- Alejandro vivía con orgullo en su vida, había sido una estrella brillante en el mundo de los negocios, hasta ese momento no había nadie quien se atreviese a decir que ya era viejo y presionarle a enfrentar esa realidad, -No me importa lo que piensas, si quieres hacerte con el Grupo García, ¡tienes que pasar por mis pruebas! Soy mayor, ¡pero todavía no es tu turno de presumir delante mío!-
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