Amante peligroso romance Capítulo 5

Denis aún tenía las pulsaciones muy rápidas por el miedo. No le dio ni tiempo de alegrarse porque de repente se dio cuenta de que estaba en brazos de un hombre desconocido con una postura muy íntima.

-¡Ah!- gritó Denis sobresaltada y espantada. En toda su vida no había tenido un abrazo tan íntimo con un hombre que no fuera su hermano… Ni si quiera con “él”.

-¡Cállate! ¡Qué mujer más rara! La gente normal tiene el instinto de gritar por miedo cuando se cae, ¿a ti qué te pasa? Si no gritaste antes, ¿por qué coño gritas ahora? -dijo Norberto con mala cara sacando la otra mano para tapar la boca de Denis.

-Su-su-su… suéltame primero.

Contemplando cómo tartamudeaba ella, a Norberto se le pasó una idea por mente: -Oye, ¿gritaste porque te sujeté de la cintura?- Examinó que por un segundo la cara de la mujer que tenía en brazos mostró extrañeza y no pudo contene reír fríamente.

-Parece realmente así- Movió los ojos y se rió de una manera peculiar- Oye, ¿ningún hombre te había abrazado de esta manera?

Norberto pensó que la reacción de esa mujer fue bastante divertida, observando sus orejas sonrojadas se le ocurrió hacerle una broma. Para ello, intencionadamente empleó más fuerza en las manos que sostenía su cintura.

Norberto pareció haberse encontrado un nuevo mundo cuando notó su cara sonrojada. “Hoy en día todavía hay mujer que se sonroja debido a un abrazo de la cintura. ¡Qué raro! ¡Era algo demasiado novedoso! ¡Demasiado divertido!”

Como si hubiera descubierto América, Norberto estaba más que emocionado.

Pellizcó la cintura de Denis a propósito con la mano que la sujetaba, pero con ese gesto solo apreció el tacto del material de tela, algo que le pareció muy extraño. Como no era una persona que contaba con gentileza de caballero, los dedos se dirigieron al dobladillo de su ropa y rápidamente metió la mano bajo su vestimenta. Pero después de palpar su cintura se quedó atónito.

-¡Qué haces!-

Denis se esforzó por librarse de Norberto. En cambio, Norberto miró a Denis con una expresión de sorpresa en la cara -Tu cintura… - dijo, pero no terminó sus palabras porque no sabía qué debería decir. Se había puesto en duda de si lo que acababa de tocar era la cintura de una mujer.

Norberto consideraba a sí mismo como un amante de todas mujeres, había salido como mínimo con más de cien mujeres, entre ellas había modelos internacionales, estrellas y famosas; sin embargo, la cintura que había tocado hace nada era más delgada aún que la cintura más fina de entre las mujeres que había tenido relación. ¡Tan delgada que con una mano podía envolver más de la mitad de la cintura!

-Tú… - Intentó abrir la boca varias veces, quería soltar “por eso te has abrigado tanto en pleno verano”, pero al ver que la mujer desconocida que tenía en frente fingía una mirada como si no le importaba el dolor fuerte que sentía, y esos ojos que intentaban reclamar, pero no se atrevían a hacerlo, Norberto se quedó sin palabras.

Incluso hasta muchos años después, Norberto no pudo olvidar nunca la mirada que tenía Denis en ese momento, hasta el día de hoy no pudo comprender la mirada de una persona cómo podía ser altiva y humilde, mezclando dos sensaciones totalmente opuestas.

¿Qué había pasado hace que una persona tuviera dos cualidades tan contradictorias?

Denis empujó a Norberto y se largó en seguida. En realidad, no corría para nada rápido, incluso a cada dos pasos se caía. No obstante, ya no le importaba eso, cada vez que se caía se volvía a levantar apoyándose en la pared, con el fin de huirse lejos de Norberto.

Tenía un caos en la cabeza… Como si su secreto más vergonzoso fuese descubierto por alguien.

Ya había salido de la cárcel, ella solo quería una vida tranquila en la que habría comidas, un lugar para dormir y podría sobrevivir por sí misma, ahorrar un poco de dinero a fin de visitar el Mar Fresco así como contemplar los paisajes claros que nunca podía contemplar en la prisión.

Ella ya no era capaz de pasar por más dificultades y sufrimientos.

Norberto quería ayudarla, pero cada vez que apresuraba sus pasos, esa mujer corría más rápido como si le estuviera persiguiendo un fantasma. Se confundió apoyándose de la pared para poder seguir adelante.

Norberto no tuvo más remedio que ralentizar sus pasos.

Habitación 606

Denis tocó la puerta y entró hacia el interior.

Cuando ya estaba dentro percató que en la habitación había un ambiente raro. Bajo las luces tenebrosas había varios invitados sentados en el sofá y a sus lados estaban las chicas modelos.

Menos una chica que daba la sensación de pura e inocente estaba en pie delante de la mesa de cristal de roca.

Denis conocía a esa chica, era la nueva camarera llamada Mónica Gil, era su compañera de dormitorio y estudiante de Santo.

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