Amante peligroso romance Capítulo 54

El Jefe, con estas tres palabras, quizás no Renza no supiera quién era, pero sabía que el club podía operarse sin obstáculo en la ciudad S y esto significaba que podía imaginarse la capacidad tan enorme del dueño a espaldas.

Pero en este momento, Ivana le decía que quien salvó a Denis justamente era el -Jefe- más misterioso.

El Jefe, este era sólo un nombre para el dueño a espaldas.

Renza cayó al suelo con las piernas blandas y su cabeza estaba zumbando. Ivana no habló de todo muy claramente, pero esto fue suficiente para que ella entendiera algunas cosas.

Su mente estaba confundida, y de repente lo pensó detenidamente. Ella levantó la cabeza bruscamente y gritó -No sabía adónde fue Denis. Pero, Ivana, déjame hacer la investigación.-

Debería ser una persona fastidiosa que dañaba a Denis.

Si al principio sabía que entre esa chica lamentable y el Jefe hubiera una relación no clara, no le hubiera maltratado a ella...no quería perder la vida.

Ivana se volvía sospechosa, porque a esta mujer, le conocía y no le hacía falta decir una mentira como así.

Pero si no era su orden, entonces Denis... En otro lado, Renza salió corriendo en persona y preguntó al encontrar a alguien -¿Dónde está?-

-¿Qué?-

-¡Denis! ¿Dónde está ella?-

-Está, está en el cuarto interior. Renza, le buscas para...-

Antes de que terminara las palabras de esta persona, Renza salió corriendo como un viento.

-Vaya...-

-Esta chica Denis, ¿qué ha hecho? Incluso Ivana aparece para obligar a Renza a hacer la investigación.-

-¿Te importa?-

-Tienes razón.-

Aquí la gente hablaban sin parar mientras que Renza entró en el cuarto interior como un torbellino -Denis, tú...- hablaba con la actitud acostumbrada para Denis, y de pronto, recordaba esa oración de Ivana, tosió con vergüenza y suavizó la voz,

-¿Estás bien?-

Denis estaba curiosa y no sabía desde cuándo Renza empezaba a preocuparse de ella.

-Estoy bien.-

-Yo...yo solo vengo a preguntarte, lo que pasó en el palco VIP del sexto piso. -

El cuerpo de Denis se quedaba un poco rígido.

-No seas nerviosa.- Renza le consolaba -Sólo quiero preguntarte, hoy no te he pedido trabajar en el sexto piso, pero, ¿por qué fuiste al palco de allá?-

Ella le preguntó pensando en el corazón -Es posible que esta chica esté codiciosa del dinero. A pesar de todo, aunque lo que ha hecho se ha ocultado, entre las personas del club, todo el mundo lo saben en su corazón.-

Para el dinero podía perder la dignidad, y esto significaba que era posible poder perder la vida por el mismo motivo.

-Alguien me llamó- dijo Denis sin pensar mucho, y además simplemente creía que Renza le preguntó como así para una consolación regular. Sea como sea, sin su permiso, ella fue al palco VIP del sexto piso y esto siempre no era conveniente.

Renza frunció el ceño -¿Quién es?- Miró fijamente a Denis, con una mirada aguda al instante.

-No la conocía. Debería haber sido propuesto por el cliente, y personalmente me llamó para ir.-

-Así. Pues cuando fuiste para allá, ¿había otros trabajadores en el palco?- Todavía era una persona experimentada y podía capturar el punto clave inmediatamente.

-Ma...- Denis acababa de pronunciar -Ma...- y de repente se calló.

No era idiota. Después de revisar dos veces todos los detalles de las preguntas de Renza, de pronto comprendió que ella no sólo estaba haciendo la consolación regular, sino que también quería saber algo de ella.

Cerró los labios y esto no era porque odiaba a Macaria sino que no quería hablar mal de los otros a espaldas indirectamente.

-¿Quién es?- Renza le preguntó de nuevo.

Miró fijamente a Denis frente de ella, pero la persona ante ella todavía se quedaba callada sin decir ninguna palabra.

Destellos indefensos en los ojos de Renza y dio otra mirada a Denis, tocando su hombro con unos golpes ligeros -Pues, que descae...- De repente, miró atónitamente a la ropa que Denis se llevaba debajo de su palma.

Unos minutos antes estaba demasiado ansiosa y sólo quería preguntarle sobre la verdad, por lo tanto, no dio cuenta de su ropa.

En este momento, la mirada de Renza cayó hacia su ropa.

Aunque Denis puso el dobladillo de la camisa en sus pantalones, aunque los pantalones deportivos eran más neutrales, podrían ser tanto para hombres como para mujeres.

Sin embargo, todavía se podía encontrar la evidencia fina de que la ropa era para hombres.

Como encontrarse con una fantasma, Renza observaba atentamente a Denis...Esta chica, no tenía ninguna característica especial. Cómo...

-Bueno, me voy.-

Renza se dio la vuelta y se fue pero dentro de su corazón había mucho lío.

Ivana siguió a Renza pero sin entrar en el cuarto, sólo cruzándose los brazos e inclinándose a la pared cerca de la puerta, por eso aunque estaba separada por una puerta, naturalmente escuchó la mayoría de la conversación. Aunque no oyó todo con claridad, fue suficiente.

Cuando salió Renza, por la rendija de la puerta, Ivana miró a Denis en la habitación. Al ver que ella no estaba mal, respiró al instante.

Al salir, Renza la vio a Ivana pero esta se fue de pronto. Le siguió de inmediato.

-Había algo anormal. - Renza presentaba su opinión -Dicen que era la demanda del cliente. En el palco había otra trabajadora pero ahora no sabíamos quién era en ese lugar.-

Ivana sacó su teléfono y llamó directamente a Manrique Rodríguez -Cuando entraban al palco, ¿quiénes estaban en ese lugar? ¿Había una trabajadora con el vestido del club?-

En el otro lado decía directamente -Había una chica, con un rostro puro, pero no sé cómo se llama...- Después de una pausa, dijo -Pero siempre pienso que esa chica es un poco conocida. -

Por supuesto que era conocida. Después de que Denis fuera liberada de la prisión, volvería a irritar a Manrique y esto era porque quería salvar a Macaria.

-Si te muestro las fotos, ¿podrás reconocerla?-

-Claro que sí. -

-Bueno, ahora estoy en regreso a mi oficina. Ven. - Después de colgar el teléfono, Ivana llamó inmediatamente al Departamento de Relaciones Públicas -Arregla la información de los empleados contratados con el club en seguida y mándamela mediante el correo electrónico. -

-Ivana, yo...- Renza sintió vergüenza con una cara roja y dijo incómodamente.

-Sobre tus asuntos, hablaremos después. Ahora tengo otras cosas para arreglar. -

Cuando dijo esto, Renza se sintió aliviada, porque lo de -hablaremos después- significaba poder -hablar- todavía. Si no hubiera otro remedio, no hubiera sido necesario seguir -hablando-.

Ivana se apresuró a su oficina.

Manrique le estaba esperando en la oficina.

La eficiencia del Departamento de Relaciones Públicas fue rápida. Cuando Ivana regresó a la oficina, justamente acababa de llegar el correo.

Abrió el archivo, mostrando cada foto a Manrique y dijo -¡Mira con mucha atención! Esta tía, no la puedo emplear más. - Los trabajadores del club podría tener unas intenciones pero si querían hacer daño al otro, no se podían aprovechar más.

Manrique estaba revisando el archivo, de repente, la mano que abarcaba el ratón se detuvo y dijo -¡Es ella!-

-¿Macaria?-

Ivana entrecerró los ojos mirando el documento de Macaria en la pantalla y su foto estaba frente a ella. De pronto, sonrió y dijo -No debo ser compasiva. -

De repente volvía la cabeza hacia Manrique -¿Es el Jefe quien te deja hacer la investigación de lo sucedido en el palco del sexto piso? Por eso, con tantas cosas que he hecho, ¿puedo decir que te he dado una ayuda?-

Manrique no lo negó -Ivana, de veras conoces muy bien al Jefe. -

-No soy yo quien conozco bien al Jefe, sino que he descubierto que el Jefe trata a Denis no como a los demás. -

Manrique se sintió áspero pensando que solo Jimena era el tesoro más importante del Jefe y no le importaba a Denis -Sobre unas cosas, si no lo sabes, es mejor no hacer la opinión indiscriminadamente. -

Ivana no podía dejar de sonreír. La persona que se consideraba intachable no era ella sino él.

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