Amante peligroso romance Capítulo 64

Cuando Macaria Jiménez levantó la cabeza, se encontró con un par de ojos profundos.

Aún en este momento, todavía en la mejilla se surgió un color de rojo, y se vio ebria.

Miró a Norberto con nerviosidad, murmuró, - Señor...Norberto.-

Parpadeando, esperaba que Norberto pudiera ayundarle y salvarle.

A medida que Norberto dejó la botella de vino en la mano, támbien le miraba a Macaria, y de repente río.

La corazón de Macaria estuvo latiendo con mayor velocidad. Pensaba, excitante, que Norberto todavía no se la olvidó de verdad.

-¿ Señor Joaquín , quién es ella?-

Por un monmento, Macaria ni siquiera podía creer su oído propio como si se situara en una nevera.

Joaquín sentaba elegante en un sofá con sus piernas dobladas y esbeltas. Dijo en tono burlón, -Ella, ha dicho que le gusta a Norberto. Estoy pensando que ella es una chica tan ingenua, y mientras te ha tratado con mucha atención. Yo, como el compañero tuyo desde pequeño, de todas maneras, debo de llevarla aquí para que no pierdas el amor valioso.

Si Joaquín era para dar asco a Norberto con las palabras, vale, él había llegado a su propósito.

¿Pierda el amor?

¿Quién?

¿Como tal tipo pudiera tratarse de mi amor?

La boca de Macaria empezó a temblar. Nunca podía imaginar que ella era tan humilde según las palabras de Norberto.

-Vale, ya le he llevado aquí, este asunto no puede terminarse así. -Joaquín tronó con dos dedos en el aire, y pido, -Manrique, llévame una cubeta más grande en la casa de Norberto después de llenarla en plena.

Norberto no lo desatisfació mucho y se puso de pie inmediatamente, -Espera un momento, -se ponía súper glacial y dijo, -Joaquín, por favor, aquí es mi casa, ¿quién le ha permitido a mover las cosas mías sin aprobación?

Con los diez dedos cruzados, tranquilamente, Joaquín le miraba a Norberto, quien estaba enfadado.

-Claro, aquí es tu casa, por eso yo no debía tocar tus cosas a mi gusto.- Joaquín habló lentamente, en un abrir y cerrar de ojos, una hostilidad se demostró en la cara,

-Denis Alonso me pertenece, quién te ha estado de acuerdo de dañarle sin ningunas razones?

En el tiempo actual, como solía bromear en los días cotidianos, con los párpados saltados, entrecerró los ojos de repente y miró fijamente a ese hombre en el sofá.

Pues, hoy, has venido aquí para Denis?

Preguntó.

Una sonrisa estándar se apareció en la cara de Joaquín, pero no había ninguna ola en su corazón, respondió como si fuera un robot, -Sí, tal vez, o no.-

Mientras hablaba, levantó la barbilla y señaló a Macaria, -En cuanto a esta mujer, ¿por qué la odias? No tengo derecho a interferirlo. Ni siquiera si quieres darle una lección o matarla deliberadamente.

Pero Norberto, al hacer las cosas, ¿no te encargas del resto?-

La acusación de Joaquín era obvia y su tono era tan frío que Norberto notó que algo andaba extraño.

-¿Qué quieres decir y por qué ha relacionado este asunto con la mujer en el suelo de nuevo?-

-Arturo Barros-, Joaquín solo pronunció este nombre. Su mirada quedaba en Norberto, y volvió a señalar a Macaria. ¿Ya me has endentido? En este punto, Norberto había comprendido todo y no había nada que se necesitaba ocultar.

Pero realmente no sabía cómo estaban relacionados entre Macaria y Joaquín.

-Sé que ella es la empleada tuya del Emperador Internacional.- Después de que Norberto lo analizó, creó que podría deberse a que había lastimado a una empleada de Joaquín, cuyo carácter era dominante. Por eso, no estaba seguro de lo que podía hacer.

-Pero ahora ella está bien, al menos no muerta.-

Macaria ya estaba tirado en el suelo.

Así, si todavía no entendió de todo, era realmente estúpida.

Resulta verdadero que, ella, había caído en una trampa diseñada con deliberada por Norberto, al cual quería. Todos los gestos que Denis se encerraba en ese recipiente transparente, luchando dolorosamente y asfixiándose, al mismo tiempo, rompió la pared del contenedor para pedir ayuda se surgieron en su mente. Estaba tan asustada que se estremeció fuertemente.

Si no fuera por suerte, ¡esto es lo que tendría que experimentar por sí mismo!

-Andrés Rodríguez, cóntaselo.-

Andrés le relató a Norberto de un modo mecánico todo lo que pasó en ese día brevemente.

Llvaba a cabo de escucharle, Norberto cerrió los puños tan fuerte y dirigió la vista a Macaria, quien estaba en el suelo. Contaba con una emoción más confusa...y no podía imaginar que tantas cosas se han sucedido.

Joaquín parecía indiferente y dijo, -Norberto, no me importa lo que le hagas a esta mujer, incluso si la matas. Pero, por favor, haz las cosas perfectas y no te equivoques.- Su pensamiento se dirigió al pobre Denis, -Ese día, si no fuera porque yo había regresado adecuado, Denis habría muerto.-

Al escuchar esto, Norberto preguntó con prisa, -¿Cómo está Denis?-

-Ella está bien, y no te preocupes por sus asuntos.- Joaquín respondió con desaprobación. -Por favor recuérdelo que no te le acerques nunca más. Porque ella, que me pertenece solo, incluso si no la quiera, no necesita que otros se preocupen.-

¡Sus palabras conducían un gran enojo de Norberto!

-Joaquín, ¿qué crees que eres? ¿Acaso todo depende de ti como tu quieras en el mundo? Has dicho que ella te pertenece solo, pues, ¿acaso la verdad es como lo que distes?

Si ella es realmente tuya, ¿has enterado de que su cuerpo es diferente al de los demás?-

Obviamente, ella deliberadamente hizo enojar a Joaquín, sin embargo, este frase signifigaba que se llevaría el gato al agua.

Los ojos de Joaquín volvieron fríos enseguida, de repente se puso de pie, adelantó hacia Norberto con un gesto súper horripilante, manteniendo una actitud implacable y preguntó, -¡Dígamelo ahora que has sabido!

Vio estar tan enojado Joaquín que los ojos de Norberto se llenaron de sorpresa. Sabía que Joaquín nunca expresó sus sentimientos fácilmente, pero en este momento, ha perdido su calma habitual debido a la ira. ¡Qué perspicaz era Norberto!

Al escuchar la pregunta de Joaquín, vio que su rostro se llenaba de ira. En un instante, llegó a entender que él también debía conocer los defectos del cuerpo de Denis.

Inclinó la cabeza y estuvo planeando algo mala en su mente. Cuando levantó sus ojos de nuevo, Se sentía más tranquilo y seguro. Bromeó, -sé todo lo que debería saber. No solo estoy familiar en donde diferencia su cuerpo de los demás, támbien lo he tocado.- Mientras decía, Norberto sonrió con malevolencia, apoyándose hacia Joaquín, -Está en ... la cintura trasera izquierda.-

La ira en el rostro sobrenaturalmente hermoso de Joaquín se desvaneció gradualmente. Pero en esos profundos ojos negros, se mantenían una tranquilidad antes de la tormenta.

Miró a Norberto durante un buen tiempo y, al final, abriendo lentamente sus delgados labios, murmulló, -La última vez.-

¡Qué inexplicable esa frase! Ahora bien, Norberto entendió que Joaquín trató de advirtirle que esta sería la última vez para que dejara de pensar en Denis.

De lo contrario, las dos usarían la fuerza para resolver este asunto la próxima vez.

Joaquín sabía claramente que, era él mismo, quien hice el amor con Denis por primera vez. No importaba lo que Norberto le dijo hoy, nadie y nada podía cambiar este hecho.

A pesar de que sabía lo poco confiables que eran las palabras de Norberto, no importaba cómo supiera sobre los defectos físicos de la mujer, por ahora, Joaquín solo quería dejar todo aquí, ir directamente al lado de la mujer, y preguntarle cara a cara cómo Norberto sabía de eso.

Echó un vistazo a Macaria, mientras que Manrique apareció, -Jefe, aquí es el cubo lleno de agua según su orden.-

-Manrique, comíenzalo.- siguió al lado de Joaquín durante mucho tiempo, por eso, con una orden suya, podía entender qué tener que hacer. Inmediatamente agarró a Macaria y metió la cabeza suya en el cubo lleno de agua.

Macaria luchaba con unos sonidos.

Joaquín levantó la muñeca y miró el reloj, implacable, leyendo, -Uno, dos...cuatro minutos, se acabó el tiempo.-

Solo entonces Manrique sacó la cabeza de Macaria del agua. Antes de eso, incluso si cuán doloroso tenía Macaria, ni siquiera tuvo la fuerza para seguir luchando, Manrique todavía no se movió nada, y mantuvo como una montaña.

Joaquín le arrastó la brazo de Macaria, y la empujó hacia el pecho de Norberto, -A continuación, le queda para ciudar bien.- volviéndose, y pido, -Salimos.-

Precisaba regresar y preguntar a esa mujer lo que había hecho con Norberto, y por qué él había sabido de los defectos de su cuerpo.

Por el aspecto de este hombre apenas se podía notar nada del cambio del humor, sin embargo, bajo la cara maravillosa se escondía un calma antes de una tormenta.

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