Amante peligroso romance Capítulo 65

Andaba a toda velocidad en camino, lo que Manrique creía que su jefe estaba tan rápido como si estuviera loco.

Se detuvieron a la puerta del Emperador Internacional.

-Jefe...- cuando Manrique le llamó, su Jefe lo había pasado rápido al lado. Luego entró en el vestíbulo del Emperador Internacional y se dirigió directamente al ascensor sin quedarse.

Manrique le siguió con prisa.

Con un gesto muy indiferente, los piernas largas y una frecuencia súper rápida, Joaquín caminó hacia adelante tan deprisa. La oficina de Ivana Losa en frente de él, y luego vio estar la puerta. La acercó y empujó con fuerza sin llamarla.

Tan pronto como levantó la cabeza, Ivana vio venir Joaquín, que llenaba de ira, hacia un lado de sofá.

-Joaquín, Denis todavía no se ha despertado.- Ivana supo que estaba enojado, por eso se lo recordó de inmediato. En realidad, quería expresar que, -Joaquín, si quiere decir algo a Denis necesita esperar hasta que se despierte porque ella es una paciente pura.-

Joaquín no le echar ni un vistazo a Ivana, justo en este momento llegó Manrique.

Joaquín se agachó para abrazar a la mujer que todavía estaba inyectando sobre el sofá, y le guiñó el ojo a Manrique. Así, Se adelantó sin que medie tiempo y sacó la bolsa de solución salina desde el estante de hierro temporal que estaba al lado del sofá.

-¿Joaquín, a dónde quería llevar a Denis?- Ivana creía que la situación estaba mal y no importaba nada. Antes de que Joaquín saliera la puerta, se apresuró a avanzar y bloquó frente la salida de la oficina, levantando sus manos enteros, para detenerlo.

Ivana le detuvo a Joaquín, quien contaba con un cuerpo bien formado y una figura alta, mientras tiene una cara hermosa y maravillosa que se mostraba súper indiferente. Luego, le echó una mirada a Ivana.

Ivana estaba tan nerviosa que solo una mirada de Joaquín la hacía pánica, -Joaquín...- abrió la boca para hablar. Dándole una ojeada a Denis, se llenó de todo valor y dijo,

-Joaquín, todavía no está despierta Denis, ¿a dónde quería llevarla?-

Porque su gesto era muy extraño desde el momento en que entró Joaquín.

Ivana se le ocurrió todo lo que Denis había sufrido hoy... Supo que no debería meterse en asuntos no relacionados con ella, pero...si ni siquiera le importaba esta pobre tontita, ¡siempre viviría en una vida de oscuridad sin fin!

-Joaquín, no puede llevárla ahora.-

Ivana le dijo con todo coraje, pero nadie sabía que la camisa detrás de la espalda entera se ha ponía mojada.

-Ivana, apártate ahora, y el jefe no se preocuparía por lo que pasó contigo.- Manrique le dijo de repente con una mirada destella.

Ivana sabía claramente que Manrique estaba intentado ayudarla. Pero...apretó los puños tan fuerte y dijo, -El cuerpo de Denis...-

-Ivana, solo lo digo una vez.- Joaquín le disparó una mirada fría a Ivana, se abrió poco el delgado labio y la advirtió con indiferencia, -Apártate.-

Estaba muy enfadado en este momento. Si Ivana quería provocarle para morirse, Joaquín estaba dispuesto a hacerlo.

-Ivana, solo lo digo una vez, vete.- Al ver los ojos fríos de Joaquín, la corazón se tembló con muchos sudores leves en la frente y volvió a mirar a Denis. En este momento, el tiempo se puso especialmente largo, para Ivana, sí.

Al final, ella bajó la cabeza y caminó hacia un lado sin pronunciar nada... -Lo siento, Denis.-

También le tenía miedo a Joaquín. Después de todo, era testiga de toda la capacidad y los medios, además de la mente y la indiferencia del hombre.

Joaquín nunca toleraba a un subordinado desobediente.

Joaquín se llevó a Denis, dejando a Ivana sola, que no se movió nada, en silencio.

Después de un buen tiempo, levantó la cabeza y dijo en voz baja al aire vacío, -Denis, perdona, todavía me amo más a mí misma.-

Sentía pena por esa tontita porque desde ella, se vio a sí misma igual como ella en un tiempo pasado, en que no quería recordar nada.

Sin embargo, en comparación con la tontita que sentía pena... Ivana sabía que tenía las características del humano egoísmo que se amaba más a sí misma.

Ivana no hizo nada malo, incluso, desde el punto de vista de Ivana, sabiendo qué tipo de persona era su jefe, había dado un paso al frente hoy para detenerlo y suplicó por Denis, lo que había intentado mucho.

...

El piso 28 del Emperador Internacional no estaba la casa de Joaquín y solo era un sitio ocasional para él.

Manrique guardaba silencio todo el camino, lo siguiendo, como una sombra, al lado del hombre delantero que estaba enojado por todas partes del cuerpo, todavía sosteniendo una bolsa de solución salina en la mano.

Llegó el ascensor.

Manrique lo siguió fuera del ascensor y adelandó hacia la habitación del piso 28.

Después de que el hombre colocó a la mujer entre sus brazos en una cama grande, sacó la percha a la puerta y tomó la bolsa de solución salina, que no tenía un marco de hierro temporal, de la mano de Manrique sin palabras, y luego lo colgó en la percha. Dijo con indiferencia, -Ya puedes salir.-

-Je...- Manrique quería decir algo, pero tan pronto como hizo un sonido, se detuvo abruptamente. Dtrás de pensar y dudar un momento, responsó -Sí, jefe.-

Sin mirar a la mujer en la cama, Joaquín caminó directamente hacia un ventanal, junto a cual se situaba un sofá en que se sentó.

Tenía muchas ganas de despertar a la mujer en este momento y preguntarle qué había pasado entre Norberto y ella.

Por fin, le reprimió el impulso.

Estaba sentado en el sofá individual de piel de becerro que estaba junto a la ventana, con los codos apoyados en el reposabrazo del sofá y la cabeza apoyada por la mano, mientras miraba con silencio a la dirección de la cama.

Hubo una tormenta afuera de repende.

Ralámpagos y truenos se entrelazaban.

Bajo un fuerte ruido, el cuerpo de la mujer en la cama se parecía más a un cadáver sin alma.

Si no fuera por estaba respirada ni por los altibajos regulares de su pecho en ese momento, su cuerpo... realmente se veía como un cadáver acostado en la cama silenciosamente.

En el dormitorio, no se encendieron el faro delantero sino la lámpara junto a la cama, que podía iluminar la bolsa de solución salina para saber si estaba vacía o no. Pero, con esta, que no pudo compararse con el faro delantero, no podía brillarse hasta el ventanal.

Bajo el ventanal, estaba una oscuridad. Se cayó un relámpago en el cielo justo detrás el ventanal que estaba detrás el hombre. Una luz azul no se tardó tiempo en iluminar el ventanal. Bajo de rayo azul, en un instante, se encendió la hermosa belleza del hombre, lo que se destacó su mayor indiferencia.

La pobre en la cama de repente llamó un gemido doloroso, mientras que el hombre en el sofá seguía sentado inmóvil.

llamó un gemido más doloroso.

El hombre del sofá apretó la mandíbula, pero siguió permaneciendo inmóvil.

La voz se volvió cada vez más dolorosa, incluso estaba acostada en la cama, acurrucándose gradualmente y abrazándose a sí misma.

¡De repente!

¡El hombre se movió!

Joaquín se puso de pie con prisa con la mirada fría y la emoción desconocida. Paso por paso...caminó hacia el lado de la cama.

Sus brazos se estiraron lentamente y sus delgadas palmas se alcanzaron hacia la cara de la pobre en la cama.

¡Bruscamente!

¡Con cinco dedos alcanzados, le bloqueó la garganta de la pobre!

-Si hay alguien en este mundo que pueda alterar mi humor y pendamiento,- el joven Joaquín lo había dicho a Lázaro Martín,

-Lo mataré en persona.-

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