Joaquín pensaba que, si algún día había una persona en el mundo quien podía afectarlo, él iba a matarlo a su mano.
Esto es la conciencia que Joaquín tenía de pequeño.
Como el heredero de la familia García y el director en el futuro, Joaquín recibió la educación más estricta y despiadada desde niño. Su abuela le enseñó a su nieto a ser una persona como un robot despiadado.
-No debes tener debilidades. Si hay una persona quien puede afectar fácilmente tus decisiones y tu mente, esta persona es el enemigo más temible. Frente a enemigo, Joaquín, tienes que matarlo. -
Cuando le dijo a Lázaro estas palabras, Lázaro, que también era un chico, además de estar asustado sintió que Joaquín solo lo decía por decir. Y es que, de joven, todos decían algo que pensaban “muy genial”. Pero cuando sean mayores, creen que lo que decían eran demasiado ingenuos.
Quizá Lázaro olvidó que Juan dijo tales palabras. O tal vez él se tomó esas palabras como una broma y se las olvidó después de escuchar.
Pero... Nunca Lázaro podía saber que la adolescencia de otras personas no se parecía en nada a la de Joaquín.
Joaquín estaba junto a la cama y se agarró el cuello de la mujer con su mano... Se agarró sin fuerza.
Joaquín estaba perplejo por qué esta mujer siempre afectaba su emoción tan fácilmente.
-¿Por qué ella puede hacerme enfadar tan fácilmente? - Joaquín pensaba.
-¿Y por qué no puedo evitar a ver cómo está ella porque le duele? -
Joaquín se sentó en el sofá. No quiso comprobar cómo Denis estaba debido a su gemido de dolor.
Ya Joaquín probó a controlarse.
Joaquín se esforzó al máximo... ¡Era su culpa! ¡Sus gemidos!
Joaquín tenía dedos afilados. La agarró por el cuello con sus manos hermosas… La fuerza creció lentamente…Solo con un poco más de esfuerzo, Joaquín pudo matar a la mujer que afectaba su emoción.
Joaquín pensaba-No volvería a ser afectado por ella, ni la llevaría al hospital en medio de la noche. -
-Nunca trató así a Jimena. -
-Uf... Ah... - Denis se acurrucó y se encapotó de dolor.
A la luz de la lámpara de pared, Joaquín vio claramente el sudor rezumado por su cara.
Joaquín la agarró por el cuello y la soltó de repente... ¡No pudo!
Después de soltar, Joaquín desfalleció y mantuvo su cuerpo con sus manos en el lado de la cama, jadeando por un rato antes de calmarse.
Joaquín vio que ella se retorcía de dolor.
Al principio Denis solo gemía de dolor y se acurrucaba. Pero todavía le dolía, así que solo se retorcía y, al final, ella se revolcaba en la cama de dolor.
Accidentalmente Denis tiró de la aguja en su mano, por lo que la sangre volvió a fluir en el tubo de infusión.
Joaquín le sujetó la mano para que ella no se moviera. Denis se inquietaba, retorciéndose.
-Ah... Déjame... -
Joaquín escuchó sus delirios. Él realizó que ella estaba demasiado dolorosa con gemidos sin sentido, pero nunca gritó “me duele”.
Le dolía cuando cambiaba el tiempo, pero después de tres años, se había acostumbrado a esos dolores. Después de acostumbrarse a esos dolores, no Denis creía que los fueran tan duros como entonces.
Después de acostumbrarse al dolor, aunque le dolía, Denis podía soportarlo.
Pero este dolor de hoy era igual al dolor intenso que sintió tras perder su riñón izquierdo.
-Por qué... ¿Por qué duele tanto hoy? - Denis pensaba.
Ella se sintió vertiginosa, pensando en muchas cosas. Ella pensaba que fuera por la fiebre de estos días, el ahogo de hoy y los múltiples desmayos.
Ella no hacía sufrido tanto dolor en lo que parecía mucho tiempo, y no se había apreciado a sí misma en mucho tiempo. Parecía que había sido desde la falta del riñón izquierdo.
Sin darse cuenta, Denis se mordió sus labios con tanta fuerza que le sangró.
Joaquín le mantuvo, pero no él pudo tolerarla mordiéndose el labio. Viendo la sangre de sus labios, no él dijo nada, pero hizo que ella abriera la boca con su mano, luego le tendió la mano a Denis.
-Si te duele mucho-Joaquín dijo en voz baja. -Muerde. -
Denis desencajó los ojos y le echó una mirada con los ojos a Joaquín, apuesto pero no tenía ninguna expresión en la cara.
Joaquín se encapotó, pero todavía no dijo nada, dejando que ella le mordiera el brazo.
Denis no sabía por qué lo mordió. Tal vez estaba enojada en el momento de la decisión, porque su dolor fue dado por Joaquín. Ella no podía describir, pero podía morderlo...Denis quería que Joaquín se sintiera lo dolorosa que era ahora.
Ella se mordió el brazo y probó sangre...Ella sabía que era su sangre, pero derramó lágrimas.
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