Capítulo 22: Volver a encontrarlo
¡Esto era ginecología!
Había mujeres por todas partes.
Al escuchar esto, nos miraron todos.
Vieron que Alicia me estaba protegiendo y gritando a la otra, de inmediato supieron que Jimena era la amante.
La gente alrededor estaba insultando a Jimena, ella se quedó en una situación vergonzosa y se fue enfadada.
Cuando terminó esta farsa, Alicia y yo no dijimos nada, encontramos una cafetería y nos sentamos.
-Un café moka, por favor-
-¡No!-
Alicia me paró al decir lo que quería pedir.
No solo no me dejó tomar café, tampoco me dejó beber frescos.
Finalmente, pedí un vaso de agua tibia contra el desprecio del camarero.
Cuando llegó el agua tibia, tomé un sorbo y Alicia me preguntó, -¿Qué vas a hacer con este bebé?-
Pensaba que diría decisivamente, -Abortaré-
Pero cuando estaba a punto de decirlo, volví a dudar.
Miré al agua y dije, -Si tengo que mantener mi matrimonio por un bebé, sería demasiado triste- Hice una pausa y continué, -Además, no estoy segura de que le guste nuestro bebé-
Bajé la cabeza y estaba de mal humor, incluso un poco deprimida.
Alicia me miró y dijo generosamente, -Ay, cuando nazcas, te ayudaré a criarlo. No tenemos dinero para sostener a los hombres, pero a un bebé aún podemos criarlo-
-Así nos quedaremos, no pienses arrepentirte cuando nazca-
-Claro que no, dará a luz-
Alicia y yo hablábamos una por una sin parar, pero en realidad estábamos bromeando.
El bebé debía tener un padre de todas maneras.
La reacción de nauseas era un poco grave, y dijeron que el bebé estaba muy inestable en los primeros tres meses. Me arrepentí en el momento porque el mes pasado, para paralizarme, tomé 6 proyectos.
También era la persona que admiraba más cuando estaba en la universidad.
Además, fue él que me presentó a esta empresa para hacer prácticas.
Me desperté inmediatamente al verlo, me levanté y dije felizmente, -¿Cómo estás aquí?-
-También te quiero preguntar a ti, ¿por qué estás aquí?- Yonatán levantó la mano y me ayudó a alisar el pelo desordenado en mis mejillas, sonriendo suave y bellamente.
Estaba un poco avergonzada, dejé el cabello detrás de las orejas y dije, -Aún no he terminado el trabajo, por eso tengo que trabajar horas extras-
-Ven, levántate-
Yonatán me dio una palmada en el hombro.
Me levanté, se sentó en mi asiento, comprobó las representaciones que hice y me preguntó sobre las necesidades del cliente.
Después de eso, tardó alrededor de una hora en terminar la imagen renderizada 3D que estaba haciendo, también perfeccionó los detalles.
Estaba a su lado mirando, admirándole profundamente.
Después de terminar todo, Yonatán apagó el ordenador, se desperezó y me dijo, -Ven, te llevo a casa-
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