Capítulo 21: ¡Ven y mira, la amante pega a la esposa!
Cuando regresé a la empresa en metro, ya tenía mucha hambre, fui al restaurante y pedí mis albóndigas estofadas favoritas y cerdo desmenuzado con sabor a pescado.
Pero cuando lo comía, no tenía apetito.
Tenía hambre, pero sin apetito.
Pensaba que estaba demasiada cansada y no me importaba, así que apenas comí algunos bocados, regresé a la empresa y comencé a ocuparme con el trabajo retrasado.
Trabajando horas extras hasta las 9 de la noche, mis ojos soñolientos apenas se podían abrir.
La misma situación continuaba, los fines de semana dormía hasta las 10. Cuando me desperté, Alicia estaba en casa.
Me ridiculizó cuando me vio, -No espero que una persona tan autodisciplinada tenga un día con tanto sueño-
Sonreí vergonzosamente pero tampoco no entendí por qué tenía tanto sueño estos días.
Cociné fideos instantáneos, pero no tenía apetito, solo comí unos bocados y el todo resto lo dejé.
Cuando fui al baño a verter los fideos restantes, Alicia, que se estaba lavando las manos allí, lo vio y se sorprendió aún más, -¿Cómo tú desperdicias la comida?-
Estaba a punto de explicarme, con un vuelco en el estómago, dejé el cuenco en mi mano, me apoyé en el retrete y vomité.
Pero aún no salió nada.
Alicia me miró con un poco de sorpresa, -Julieta, no estarás embarazada, ¿verdad?-
Esta vez, realmente me lo tomé en serio.
Empecé a mirar el calendario, ya había pasado más de una semana desde la fecha que me debía bajar la regla…
Además, Hector y yo antes hicimos dos veces sin tomar ninguna medida de protección…
De repente, un mal presentimiento surgió en mi corazón.
Llevé a Alicia para que me acompañara al hospital y fui al departamento de ginecología.
Cuando salieron los resultados de la ecografía, como lo esperaba, embarazada, más de 5 semanas.
-¿Cómo podría ser esto...?- Miré los resultados de prueba sintiéndome extremadamente complicado.
Mientras diciendo, me volvió a mirar y agregó, -Es de Hector-
Mi mente explotó en un instante, pero fingí estar tranquila.
Me di cuenta de que Alicia quiera decir que yo también estaba embarazada, la agarré rápidamente y le dije con calma, -¿Es honorable tener un bebé con un hombre casado? Cuando nazca tu bebé, irías a contarle que su madre es una amante?-
Cuando Jimena lo escuchó, su cara cambió de repente, -¡Tú! ¡No es que te cases con Hector con tu manera sucia!-
-Debo dar gracias a ti por eso- Escondí la hoja de prueba detrás de mí y continué, -La abuela no siguió culpando de la boda. Si no viniste a mi casa para entramparme, ¿cómo podría la abuela hacer esto? -
-Claro que la abuela tiene más experiencia de vida que todas nosotras, ¿crees que dejará que le engañes con tus pequeños trucos?-
Cuanto más hablaba, peor se ponía la cara de Jimena.
Al final, no pudo contenerse, apuntándome y maldiciendo, -¡Julieta, tú perra! ¡Es todo por ti! ¡Si no vinieras a la familia Sandoval, no habría pasado tantas cosas-
Mientras diciendo, ¡corrió hacia mí!
Alicia vio esto y me protegió directamente detrás de ella, y gritando, -¡Ven y mira, la amante pega a la esposa!-
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