Ángela asintió ligeramente.
Cuando se volvió para regresar al Palacio de Nieve, a lo lejos vio como Yolanda de repente se desvaneció, a punto de caer.
¡Stuardo reaccionó rápidamente y la levantó en brazos!
Ángela observó esta escena, sus largas pestañas temblaban ligeramente.
El aire parecía congelado, como si el tiempo se hubiera detenido.
"Dra. Fernández, ¿qué te pasa?" Stuardo, sostenía a Yolanda, con una sombra de preocupación en sus ojos.
Yolanda, viendo su expresión preocupada, sonrió suavemente y dijo: "Stuardo, ¡lo siento! Estaba tan emocionada por salir contigo hoy que no pude dormir anoche. Me sentía un poco mareada... pero ahora estoy bien."
Stuardo suspiró aliviado.
¡Ella no podía tener problemas!
¡Todavía estaba esperando que tratara a Soley!
"¡Volvamos!"
Sosteniendo a Yolanda, se dirigió hacia el estacionamiento.
Incluso después de que se alejaron, Ángela todavía no había vuelto en sí.
Después de llamar a su superior, el empleado le dijo a Ángela: "Señorita, a mi jefe le ha gustado tu plan. Pero necesitamos tu información. Si el Sr. Ferro pregunta más tarde, podremos explicárselo."
Ángela volvió en sí.
El empleado le pasó una libreta y un bolígrafo.
"Señorita, por favor escribe tu nombre y número de teléfono."
Ángela escribió su información de manera mecánica.
En casa de Los Fuentes.
Begoña volvió a su casa con regalos caros y los repartió uno por uno a los más jóvenes de la familia.
Todos la trataban con una actitud particularmente cálida y amigable.
A las cinco de la tarde,
Begoña cenó y salió de la casa.
Caminó hasta la esquina y tomó un taxi.
Después de subirse al auto, el carro salió a la ruta principal.
Detrás del taxi, en un Santana negro, el conductor tomó una botella de licor, bebió unos tragos, luego pisó fuertemente el acelerador, persiguiendo el taxi de adelante.
A las cinco y media de la tarde.
¡Hubo un accidente de tráfico causado por un conductor borracho en la Calle de Río!
Cuando los oficiales de tránsito llegaron a la escena, encontraron el teléfono de la víctima y contactaron a su familia.
Cuando Ángela vio la llamada de su madre, sonrió ligeramente y respondió: "Mamá, ¡volveremos pronto!"
"¡Hola, te llamamos de la policía! Hubo un grave accidente automovilístico en la Calle de Río y una señora murió en el acto. Encontré tu número en el teléfono de la víctima. ¿Eres amigo o pariente cercano? Si es así, ve lo más rápido que puedas, ¡por favor!"
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo