Amor profundo: insaciable amante romance Capítulo 62

Los accionistas presionaban a Vanesa con su mirada potente para ponerla nerviosa, pero nadie pensó que una chica sin experiencia de administración se calmaría tan rápido e incluso hablaba como si nada, ocultando sus pensamientos.

Vaya, ciertamente era hija de su padre, aunque era una niña era igual de atrevida que Felipe.

Algunos accionistas admiraban su actitud y dejaron de presionarla. Simplemente, querían saber cómo iba a resolver los casos de la empresa como encargada del Grupo Cazalla.

Sin embargo, había otros que no querían rendirse ante una muchacha que no tenía nada de experiencia y Vanesa lo sabía, pero no esperaba que el primero que le ponía problemas fue Tomás Quintano, quien se llevaba mejor con Felipe y era uno de los queridos tíos de Vanesa.

—Vanesa, si mal no recuerdo, estudiaste diseño de moda en la universidad, ¿no? —preguntó Tomas lentamente.

Su tono de hablar seguía siendo tan amable, pero sus palabras parecían cuchillas apuntaban al corazón de Vanesa.

—Sí, estudié diseño de moda. Tomas, ¿qué quiere decir con eso?

Tomás fingió suspirar, luego dijo falsamente:

—No es que te venga a poner problemas, pero el Grupo Cazalla es una empresa grande con más de tres mil trabajadores. Estudiaste diseño de moda y no tienes nada de conocimiento sobre la gestión empresarial, puede ser que todos estos empleados se queden en la calle por decisiones erróneas debido a la falta de experiencia.

Lo decía todo bonito como si fuera por el bien de la empresa, pero realmente era por su ambición.

Vanesa estaba sentado en el centro de la mesa, en el asiento de Felipe, y apretaba los puños a escondidas para ocultar su ira en su rostro.

—Tiene razón, sé que no tengo experiencia de gestión empresarial, pero que no se olvide de que soy miembro de la familia Moya. Independientemente de mi relación con Orlando, siempre que siga siendo su esposa, el Grupo Moya sería mi respaldo y Gerardo me ayudará siempre que se lo pida.

Vanesa había querido divorciarse con Orlando, aunque tuvieran que ir a los tribunales.

Sin embargo, cuando fue amenazada por Tomas, era la única solución que tenía y tuvo que presionar la gente con su identidad en contra de su voluntad.

No tenía otra, tuvo que hacerlo por sus padres y por el Grupo Cazalla. Para ello, tenía que pasar la prueba de los accionistas.

Efectivamente, después de escucharle mencionar al Grupo Moya, la sonrisa de Tomas se retorció por un segundo y los otros accionistas, que habían pensado lo mismo que Tomas, empezaron a pensar de nuevo si era preciso empeorar el caso a la familia Cazalla en ese momento.

Vanesa tenía razón, porque ella era la única esposa reconocida de Orlando, por mucho que éste tuviera otras amantes. Era él quien no había planificado bien la partida.

—Vaya, es que me han confundido algunas noticias —dijo Tomas con tono de disculpas, pero realmente lo mencionó aposta para recordar la traición de Orlando.

Tomas estaba irritado, él podía ceder ante Felipe, porque reconocía su habilidad, pero no soportaba ser dirigido por una muchacha novata. Por lo que, quiso dejar mal a Vanesa con las noticias, pero ésta no reaccionó como pensaba, sino seguía sonriendo tranquilamente.

—Ya sabéis que esas noticias publicadas en periódicos desconocidos suelen ser rumores y solo aquellos incultos lo creen. Tomas, eres el tío que más admiraba cuando era niña, así que no te dejes engañar —criticó Vanesa sonriendo.

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