Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 48

BARRY

Que lindo se siente ver sonreír a la madre de tus hijos. Llevamos una semana durmiendo juntos, desde que arreglé con ella las cosas hasta hoy y espero que siga así. Es tan reconfortante domir a lado de alguien, te sientes seguro y con paz interior y mucho más cuando la persona ni se mueve.

Me gusta tocarle el vientre a Kelly mientras duerme. No tiene tantos meses como para que ya tenga barriga, pero igual quiero sentir la diferencia para cuando la tenga.

No puedo esperar a saber que serán. Espero que sean niños, así podré ser un mejor padre por que soy hombre y me entenderé más pero si son niñas, bueno, será un reto total y estoy preparado.

-Kelly, ya despierta. Hoy me acompañas a la oficina, ¿si?-la muevo un poco, está acostada en más de la mitad de la cama, me toca domir en un pequeño pedazo.

-No-murmura.-5 minutos más mamá-se vuelve a quedar dormida tan fácilmente, ¿como es posible? A mí me cuesta tanto domir.

-Kelly... Iremos a comer pizza a la hora de la comida-en la madrugada me dijo que se me había antojado una pizza con demasiada piña, asqueroso pero un antojo es un antojo.

-Dejame pensarlo -susurra-no.

-Está bien-me levanto y me apresuro, hoy tengo que salir de la ciudad.

Cuando salgo de la ducha Kelly está aún adormilada pero despierta.

-¿ya te vas?-su voz es lenta y pausada.

-Ya, me iré sin desayunar. Hoy iré con Mónica a ver un cliente fuera de la ciudad.-Me acomodo la corbata y la miro, su cara es inaudita, se ha despertado ahora.

-No, no, no, ¿como que Mónica? -dice rápidamente.

-Sí-lo siento niña.

-Yo iré contigo.

-Kelly, realmente se me hace tarde. Te dije que vinieras.-Camino hacia ella y le planto un beso en la frente. -cuidate mucho.

-Barry...-no entiendo la preocupación.

-¿si?

-No vayas con ella.

-Es mi deber, bye que se me hace tarde.

La dejo en mi habitación con una poca de culpa. En serio le molesta, entonces mi deber es que ella esté tranquila.

Cuando llego al aeropuerto, Mónica ya está lista y todo.

-Buenos días, Barry -me saluda. Tiene la voz tan dulce que me agrada.-Ya están nuestros boletos para el vuelo comercial.

-Bien, gracias. Ya no vendrá mi esposa. -Ayer le comenté que ella vendría.

-Lo deduje-sonríe.

-¿Lo dedujiste?

-Sí, yo no le caigo bien. No creo que quisiera convivir conmigo, si yo fuera ella yo no lo haría. -Estamos en la sala de espera solos.

-Si, no le caes bien-enseguida me arrepiento totalmente de haber dicho aquello.

-Vaya, instinto de mujer.-Ríe.

-Nunca he entendido eso de los instintos.

-Pues verás, las mujeres observamos más allá de lo que ves. Tendemos a analizar la situación, vemos las probabilidades de todo. Sólo somos inteligentes.

-Que cosas, creo que ya sé porque me terminaban a mis amigos infieles.

-Ay Barry, ¿me vas a decir que tú no eres infiel?

-Si lo he sido, pero ahora no quiero serlo-su pregunta me pone muy nervioso.

-Que lastima que lo digas - ¿lastima? Ignoro sus palabras y solamente sonrió. -No te pongas nervioso antes del vuelo -se levanta y se va hacia la zona de los baños.

Saco mi móvil y marco el número de Kelly, me manda directo a buzón. Cuando salí de casa vi que lo tenía a la mano, no entiendo. Vuelvo a intentarlo y no. Me estresaaaaa que no me contesten. ¿Qué estará haciendo? Le marco de nuevo.

-Hola-dice Kelly muy energética.

-¿Por que no me contestabas?-digo irritado.

-No tengo llamadas perdidas de tuyas -dice.

-Te llamé dos veces.

-Bueno, perdón.

-Ya estoy en el aeropuerto, salgo como en 10 minutos. Me hubiera gustado que vinieras. -Sonrío al pensarlo.

-Perdón por ser tan dormilona.

-No te preocupes, de todas maneras volveré en la madrugada.

-Me alegra escuchar eso.

-No te quedes sola, vete con tus papás. Puedo pasar por ti en cuanto llegue a la ciudad.-Probablemente llegue como a las 2 de la madrugada.

-No,mejor me quedo. Llegarás cansado, y será un estrés para ti tener que pasar por mí. -Se escucha que bosteza y a lo lejos veo a Mónica regresar.

-Está bien, entonces esperame en casa, ¿te parece?

-Oye Barry, ya es hora de abordar -dice Mónica de repente.

-Permiteme-le contesto-¿Kelly?

-Mejor si me voy con mis papás y no vengas por mí...

-Kelly, no...-Genial, me colgó.-Gracias Mónica -susurro, ella ya está entregando su boleto, mientras yo tengo que dejar a esa mujer enfadada por su culpa.

*Kelly, no te enfades. Ella y yo tenemos asientos diferentes. Ojalá hubieras podido venir, pero no olvides que llegaré en la madrugada. No te vayas con tus papás, solo es cosa del trabajo, nada más* envió rápidamente el whatsaap antes de entregar mi boleto.

Dos horas después estamos pisando tierra, en realidad no teníamos asientos diferentes, solamente lo escribí para ella estuviera tranquila. No debería estar así de enfadada y mucho menos en su estado.

-Hay que desayunar -sugiero. Para movernos más rápido renté un auto, odio tener que tomar taxis, me impide ir a los lugares que yo quiero rápidamente.

-Me parece que es lo correcto -creo que lo que no es correcto es tu vestimenta querida Mónica. No critico a nadie, pero mi empresa es seria. Ya comprendo porqué Kelly se enfada tanto. Ella se vestía tan bien, casi nunca la veía con falda o con vestidos y ni se diga de blusas escotadas. Pero ahora que vivo con ella me doy cuenta de que sí las tiene y las usa. Creo que si se tomaba enserio el trabajo.

-Bien.

-Conozco un cafe-bar-su sugerencia no me parece, soy un empresario.

-Ya tengo un lugar en mente.

-Vamoos Barry, no seas así, que seas una figura pública no quiere decir que no te puedas divertir. -Me toca el hombro con el dedo índice.

-También estoy casado-prendo la radio ignorando la sugerencia de Mónica. En la radio está sonando What is love de Haddaway. Esa canción es de los noventa. La letra es repetitiva pero hay un significado más allá de lo sencillo. Sin lugar a dudas la letra es para un corazón roto.

-Esa canción provoca querer bailar, ¿no?-Monica es una chica muy audaz en el área de trabajo, pero... Hay algo en ella que me mantiene en preocupado, ¿será que tenga que investigarla a fondo?

-Algo-quiero marcale a Kelly, pero estoy menjando.-Oye, puedes tomar mi móvil y marcarle a mi esposa-la reacción de Mónica no es la mejor pero de todas maneras sonríe y toma el móvil del tablero.

-Vaya, pensé que tendría contraseña. -Comenta.

-No tengo nada que esconder- sé que Kelly no es una chismosa.

-¿Es Kelly?

-Si, cuando conteste pones el altavoz, y por favor no hables.-No quiero que Kelly se termine de enfadar más.

-Claro, jefe.

-¿Qué pasó, Barry?-la voz de Kelly se escucha rara, es por la señal supongo.

-Hable, jefe-miro mal a Mónica, ¿a caso no le dije que se callara la puta boca?

-¿Barry?-puedo oír el enfado en la voz de Kelly, temo por mi vida.

-Hola, ¿estás en casa?-no quiero empezar mal.

-Sí-responde cortante.

-Bien, yo estoy yendo a desayunar.

-Bueno, cuidate-dice, no sin antes colgar.

-Gracias Mónica -muevo la cabeza disgustado.

-Perdón, mil disculpas -realmente parece apenada.

-Olvidalo.

Desayunamos lo más rápido posible para poder llegar a tiempo con los inversionistas de Tokio.

Realmente Mónica se ve bien. Llegamos a un club llamado The Loft. Realmente no se ve ni costoso ni barato. Se ve promedio, pero sigo pensando que no es buena idea estar aquí.

-Muchas gracias-dice Mónica.

-Que les vaya bien-el taxista realmente fue muy amable.

-Gracias-contesto.

Mónica saluda al cadenero como si lo conociera de toda la vida, sin lugar a dudas es conocida, va saludando a una persona cada que camina. Yo voy detrás de ella, y ni siquiera me he dado cuenta de cuando me tomó de la mano. Todos me miran y no sé porqué.

Se escucha el bullicio de la gente mezclado con la canción de Dua Lipa y Calvin Harris. Mónica me lleva hasta la barra y pide algo solamente con una seña, poco después nos traen dos tequilas.

-No quiero tomar-grito cerca de su oído.

-Solo uno, Barry -pide.

Quitan a Dua Lipa y la replazan por Haddaway, vamooos ya casi nadie escucha What is Love, es más, diría que ya casi nadie la conoce.

-Ven vamos a movernos un poco -me tomo rápidamente el tequila y la sigo.

Ya imbécil, diviertete y desestresate.

Son ritmos muy raros pero con que dejes fluir la música...

Baby dont' hurt meeeee

Sonrío al pensar en Kelly, seguramente ya está domirda. Creo que en éste club no tienen música por géneros, si no que mezclan de todo un poco. Ahora mismo está SAINT MOTEL con My Type.

Mónica está empezando a moverse muy raro. Me aparto de ella un poco, pero enseguida ella vuelve a mí.

-Iré por un trago-le grito.

Camino sin esperar a que ella me responda, busco al barman y le pido un wisky, me lo trago de un sólo sorbo.

-Otro por favor, amigo-el asiente y poco después me lo entrega y yo el dinero.

Regreso a la pista con Mónica. Está sonriendo muy feliz y quitada de la pena. Mónica me jala y me acaricia el cabello, justo donde la canción dice: "tú, tú, tú, eres mi tipo" que obvia.

La canción termina y poco después empieza What Lovers Do de Maroon 5. Ella mueve la cabeza en señal de desaprobación.

-Vamos por más tragos -yo no digo nada, solo la sigo. Odio los antros, recibes más golpes y empujones que en una huelga.- un bloody mary y, ¿tu Barry?

-Yo un ginebra tonic.

Volteo a ver a mi alrededor, todos se están divirtiendo, bailando, besándose, riéndose. Muy felices, y yo no sé si realmente lo estoy disfrutando. Miro como Mónica se pasa su bloody fácilmente. Tomo mi trago de la barra y trato de disfrutarlo.

Tengo la vista borrosa y me siento desorientado. Mónica está abrazada a mí riéndose. Paro un taxi, ya debemos regresar, ya pasan de las tres de la madrugada. Cuando el taxi se estaciona delante de nosotros abro la puerta y meto a Mónica, es tan difícil hacer esfuerzos cuando éstas mareado.

-Al Hotel Minneapolis- digo...

-Oigan, ya llegamos, despierten-el conductor grita. Saco mi billetera y le doy dos billetes.

Abro la puerta y me bajo despacio. Mónica está apenas despertando.

-Vaaamos Móniiica, ya.-Murmuro..

Ella sale sin ningún cuidado, el vestido se le ha subido un poco.

Entramos al hotel y caminamos directo al ascensor. Dios mío, como se mueven estás cosas.

-Barry, que guapo éstas -Monica se ríe y me abraza.

-Tú también lo estás...

Las puertas del elevador se abren, caminamos los dos abrazados.

-Nos vamos a caer, Barry -su risa es demasiado melosa.

Paso la llave y abro la puerta de mi habitación.

-Quiero quedarme contigo -susurra ansiosa.

-No, no es buena idea.

-Por favor -suplica.

Entramos a la habitación, yo me tiro en la cama sin más rodeos. Ella se quita el vestido y lo tira a un lado. Se acuesta a mí lado...

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