Bebé por Contrato (COMPLETO) romance Capítulo 50

Ya pasaron 4 días, no me ha venido a buscar ni me ha hablado. Eso sólo significa algo, realmente ya no le importo o más bien su orgullo no lo deja ver que ha hecho mal las cosas.

Estoy decepcionada, demasiado. Pero sé que puedo salir del hoyo, solamente que ahora hay algo, dos bebés dentro de mí. Desde que me dijo esas cosas hay algo que cambió en mí, me doy cuenta ahora que todos los hombres son así, orgullosos. Te lastiman, te humillan y al día siguiente ellos son las víctimas.

¿Qué culpa tenemos nosotras de no querer ser destruidas? ¿A caso es malo querer que nos respeten? No es tan difícil, porque nosotras las mujeres podemos.

-Dios santo, realmente me siento triste -susurro al aire.-Realmente me quiero morir.

Exacto, no teníamos nada más allá de un contrato, pero yo ya lo estaba sintiendo. Yo ya sentía ese amor por él, ¿por qué no lo viste, Barry? Estaba ahí en las mañanas y en las noches cuando llegabas, ¿por qué fuiste tan mal agradecido? ¿Qué te hice yo para que me tratarás así? Bien, no hay problema, no me voy a estancar.

Ya le lloré 4 días enteros, no le voy a llorar más. Y si viene, pues lo siento, no lo voy a recibir.

El corazón me late desbocado, alguien está llamando a la puerta. Que sea Barry, por favor...

Me miro al espejo, tengo los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, un poco de rímel de bajo y los labios resecos. Me veo hermosa seguramente.

Camino despacio y tranquila hacia la puerta, no hay prisa, si es él, esperará. Y no, no es él.

-Hola, el señor Barry me ha mandado para saber sin le falta algo.-Dice Rease un poco incómodo.

-Dile que lo odio-dedico una pequeña risa falsa.

-¿Te pegó duro?-me acaricia el cabello sin necesidad de acercarse.

-No sabes cuanto -admito.

-Ay Kelly...

-No necesito compasión. Me conozco y sé de todo lo que soy capaz.

-Me alegra saber eso, y no es compasión, es admiración. Barry está metido en la discordia. Te dejó y ahora está en un hoyo, Gabriela no es de mi devoción, pero si es lo que él quiere, dejemoslo. -Mi corazón a medio sanar vuelve a enfermar al escuchar el nombre de Gabriela, hace que me hierva la sangre de coraje.

-¿Qué?-mi voz es baja pero se puede notar lo temblorosa que está.