El imponente CEO, bajó del avión privado de Angelina, con el pequeño Lucien en sus brazos, el niño no dejaba de contarle como el CEO Maldonado, jugaba con él por las tardes, también le contó que no lo dejaba ganar y que le sonreía mucho a su mami
— ¿Alejandro Maldonado, le sonríe mucho a mamá? ¿qué más hace él?
— Sí, Alejandro le sonríe a mamá, le ayuda recoger los platos y también le quitó los tacones para darle un masaje por qué mami, estaba muy cansada de trabajar, no lo soporto, ¿por qué a mí no me quita los zapatos para darme un masajito? no quiere al pequeño Lucien, solo quiere a mami
El poderoso CEO, escuchaba atentamente todas las quejas y comentarios de su hijo, parecía un lobo levantando las orejas, a Alejandro Maldonado, parecía gustarle mucho estar cerca de su ex esposa, Lucien Black, estaba rabiando por dentro
Él llevaba más de dos años buscando a su ex esposa, no podía sacar de su cabeza el día que ella le pidió el divorcio, cómo él trató disimuladamente de persuadirla para que desistiera de su idea, pero Angelina, ya estaba muy decidida
En cambio él, descubrió muy tarde que lo que pensaba que sentía por Taylor, era solo un falso amor, ella fingía ser tan inocente y pura, una mujer frágil que necesitaba de su compañía y su apoyo, por ella dejó de ver a la hermosa mujer que tenía por esposa, no supo apreciar como Angelina, le demostraba su amor todos los días, a pesar de su fría indiferencia hacía ella
Pero lo cierto es que desde que su esposa se marchó, el frío en su cama nunca ha dejado de sentirse, él extrañaba su calor, su abrazo nocturno y eso beso en la mejilla que le daba cuando pensaba que estaba profundamente dormido y creía que no la sentía
— Angelina, ven aquí — el serio hombre llamó a su ex esposa — tenía que hacer algo antes de salir del aeropuerto
la joven CEO, no quería ir ¿acaso la iba a estrangular o algo parecido?
— Aquí estoy bien — dijo ella
— ¡Angelina, no me rompas más las pelotas!
— Mamá, portate bien, obedece a papá, tal vez papá, no tiene dinero para compra muchas pelotas — el inocente Lucien, salió a la defensa de su padre
— ¡Carajo, ahora mi propio bebé me da la espalda y se pone del lado del padre! — murmuró Angelina, mientras que se acercaba a su frío ex esposo
— Philips, toma una foto y cubre nuestros rostros para que no se sepa quiénes somos — ordenó el empresario, tenía que ayudar a dar fin con lo de la búsqueda del niño que le robaron a su padre
La foto fue hecha llegar a una cadena importante de televisión, en ella aparecía el padre abrazando a su recuperado hijo pero también al lado de la madre de su hijo, eso parecía la reconciliación de una feliz familia
— ¡Joder, Lucien! ¿por qué me besaste? — Angelina, estaba furiosa, dos años rogando por un poco de cariño y pasión, sentimientos que jamás le fueron correspondidos y ahora venía el muy fresco ex esposo a abrazarla y besarla, ella quiso quitarse pero la fuerza del hombre era brutal
— ¡Mamá, comportate! papá te dió un besito de cariño, si no te portas bien, papá, ya no te va a dar besos, pero si te porta bien te va a dar muchos, muchos besos, ¿verdad papá? — los ojos verdes del niño, estaban fijos en los de su padre
Philips, se ajustó el cinturón o el auto no dejaría de hacer un molesto ruido
Lucien Black y Angelina, estaban los dos queriendo conducir, hasta que el pequeño Lucien, los regañó
— Mamá, ¿por qué te estás portando tan mal? deja que papá conduzca, tu coche en muy cool, seguro el no tiene para comprar uno así, pero va a trabajar mucho para juntar dinero, ¿verdad papá..? mami, se buena y sube al coche, te voy a dar un masaje pero solo si eres obediente
El pequeño Lucien, los había avergonzado a los dos al mismo tiempo y con pocas oraciones, ni Lucien Black, era tan pobre y ni Angelina, estaba siendo mal portada, ella simplemente no quería que su ex marido se inmiscuyera en su vida más de lo debido
—Se buena y sube al coche — dijo el CEO, a Angelina, con sarcasmo y una sonrisa de burla
— Sí, voy a ser buena y te dejaré conducir mi costoso coche en lo que tú puedes trabajar duro y juntar dinero para comprar uno igual — la bella CEO, le regresó la cortesía al engreído hombre
Las palabras de su ex esposa, borraron la sarcástica sonrisa del atractivo rostro del joven amo Black, su ex mujer lo acababa de humillar, a él, al engreído Lucien Black, que lo tenía todo y todo lo que podía querer, menos a ella claro, a Angy, la había perdido cuando por orgullo no le pidió que no se divorciaran y tampoco le pidió quedarse a su lado
— ¿Tú casa... o la mía?
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