Un fuerte shock en su cabeza, fue lo que sintió Angelina, al escuchar las palabras de su ex marido, en todo lo que su matrimonio duró, jamás le dió una muestra de cariño, la hizo sentir que jamás iba a tener sentimientos por ella, Angy, se sentía muy celosa de las atenciones que le daba a Taylor, mientras que a ella solamente la ignoraba
— Buen intento, Lucien, pero no es necesario que mientas yan descaradamente para que no me lleve a mi hijo de los Estados Unidos, sé bien que tú nunca pudiste sentir amor por mí y no te culpo por eso, de tu trato, de como me humillabas paseándote con otra mujer que no era yo, aún siendo tu esposa, sí, de eso sí te culpo completamente, nunca me diste el lugar que me correspondía, así que no me vuelvas a decir que llegaste a enamorarte de mí por qué me parece lo más ridículo que he escuchado salir de tu boca
— Es la verdad, Angelina, podré ser un cabrón por haberte tratado tan mal, pero no soy un mentiroso, escucha, si solo me dieras una oportunidad, podrías ver qué soy un hombre diferente, un hombre que puede darles a ti y a Lucien una buena y feliz vida
— ¿Enloqueciste, cierto? yo jamás volvería al lado del hombre que me trató como si fuera una basura que no valía nada, eso de volver a estar juntos, definitivamente no va a pasar, ¡ahora sal de mi recámara!
— Angelina, yo....
— ¡¡¡Fueraaaa!!!
La bella CEO, fue empujando al empresario hasta sacarlo de su habitación, cerró de un fuerte portazo que estremeció todo el penthouse, los asistentes que se encontraban recogiendo la sala de estar, se quedaron en silencio observando la vergonzosa escena
— Oye, ¿en donde voy a dormir? ¡ábreme la puerta que no hemos terminado de hablar! ¡mujercita! ábreme... — el CEO, resopló enfadado, nunca en su vida había echado de ningún lado, pero ahora su ex esposa lo sacó de su habitación, Lucien, volteó y su mirada se fijó en los dos trajeados asistentes
¿Ustedes dos no se piensan ir a su casa a dormir? ¡¿qué es lo que siguen haciendo aquí todavía?! Philips, te quiero a primera hora en la compañía, vas a quedarte a cargo unos días en lo que yo me pongo al día con mi hijo
— Entendido, Lucien, yo me haré cargo, ahora me voy, es tarde y quiero llegar a mi casa a descansar
Lucien Black y Philips, voltearon a ver a Jan Pierre, como preguntándose en qué momento se iría, el asistente rodó los ojos y levantó las manos
— ¡Bien, yo también me voy! pero estaré cerca, no se atrevan a hacerle algún daño a Angelina o al pequeño Lucien, de lo contrario llamaré al señor Di Monti y se lo haré saber — el valiente asistente, era leal a Angelina y a la familia Di Monti
— Jan Pierre, no estoy aquí para lastimar a mi hijo no a su madre, te darás cuenta con el tiempo, te agradezco que los cuides así... Jan Pierre, ¿hay otra habitación disponible aquí? — Lucien Black, preguntó, se iba a quedar aunque hubiese discutido con Angelina, aquí estaba su hijo y por ahora su ex mujer, no iba a ir a ningún lado
— Sí, hay una siguiendo ese pasillo a la izquierda, es la habitación para invitados, ahora me marchó, hay mucho que hacer mañana
— el hombre, asintió y caminó hasta allá con las maletas, tenían rudas y las podía llevar sin problemas, entró a la habitación y lo primero que hizo fue ponerse una de sus finas y costosas pijamas y se calzó unas pantuflas, lavo sus dientes y por fin se fue a la cama, de acostó mirando al techo tratando de asimilar todo lo que había sucedido
Ahora tenía un hermoso hijo, uno que al principio pensó que era un fantasma que lo perseguía en su afán de buscar y encontrar a su padre, si ese pequeño se había logrado a su corta edad, él tenía que estar a ese nivel como su padre
A la mañana siguiente, eran apenas las siete y media de la mañana, el timbre del penthouse se escuchó con insistencia, Lucien Black, que tenía el sueño muy ligero, se despertó y fue a abrir la puerta, grande fue su sorpresa al ver al hombre bien vestido que se encontraba del otro lado
— Lucien Black... ahora que lo mencionas, el niño se te parece muchísimo, ahora entiendo su malhumorado carácter, no le gusta perder y que le invadan su espacio
— Así, somos los Black, bueno ya que has visto que todo está en órden, puedes marcharte tranquilo, yo estoy aquí para mi hijo y Angelina
— Lucien, ¿qué te pasa? Alejandro es mi amigo, me ha ayudado con la desaparición de Lucien y hasta ha venido a jugar videojuegos con él, ¿no deberías tratarlo mejor?
— Gracias CEO Maldonado, antes mi yo no estaba en la vida de Lucien, pero ahora estoy aquí para él, yo me haré cargo de aquí en más — el hombre fue brutalmente directo
— ¡Papá! ya te despertaste, ¿que vamos a desayunar? — el niño corrió hasta su padre, el empresario lo abrazó y le dió unas palmaditas en la espalda
—Vamos a la cocina a preparar algo, mamá irá a trabajar y no puede salir de casa con el estómago vacío, debemos cuidarla para que nos quiera mucho ¿cierto? — el astuto empresario, no se iba a dejar amedrentar por la presencia dell amigo de su ex mujer
— Alejandro, siento mucho el comportamiento del padre de mi hijo, Lucien, tiene un carácter poco amigable
— Si, lo pude notar, es una verdadera sorpresa que sea precisamente el despiadado CEO Black, el padre del pequeño Lucien, no me lo esperaba en verdad, yo... Angelina, ¿Lucien Black y tú... están juntos?
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