CARIÑO VUELVE A MI LADO romance Capítulo 49

La familia Black, parecía disfrutar humillando de la peor manera a Angelina, el viejo amo Robert Black, tenía en sus manos al pequeño Lucien, el niño estaba asustado y quería que lo soltara para volver a los brazos de sus padres, pero el hombre era muy fuerte en comparación suya

—¡No volverás a ver a tu hijo nunca más, la familia Black, se hará cargo de él, tu no eres digna ni siquiera de ser su madre! ¡saquen a esta mujer de mi vista! — grito el viejo amo Robert

— ¡Detente papá! no te atrevas a...

— ¡El que se atreva a ponerle una sola mano a mi hija, ordenaré que se las corten! — una imponente voz retumbó en el salón de los Black, Angelo, Di Monti, entraba furioso a la mansión con sus hombres, venía dispuesto a arrasar con todos ahí y salvar a su hija

El hombre maduro pero de un atractivo elegante, unos ojos de azul profundo iguales a los de Angelina, vestido de forma pulcra y sofisticada en un traje blanco de tres piezas, se hizo presente en el lugar

— ¡¿Quién demonios eres tú?! ¿cómo te atreves a contradecir mi órden? ¡saquen a este hombre de mi casa! — Robert Black, pronto se arrepentiría de haber hecho enfurecer al millonario CEO, Di Monti

Hombres armados y muy bien entrenados protegieron a su jefe, nadie podría ponerle siquiera un dedo encima

— ¡Entérate plebeyo, soy el CEO, Angelo Di Monti, el mismo que te advirtió por teléfono que si te atrevidas a tocar a mi nieto o a mi hija, vendría personalmente a hacerte cenizas a ti y a tu despreciable familia! ahora prepárate por qué tu fin a llegado

—¿Quién es este hombre? no pueden dejar que le hable así amo padre — Valeria Black, no entendía nada, pero no iba a permitir que la familia Black fuera humillada de esa manera

— ¡Yo soy Angelo, el padre de Angelina, mi querida hija cometió la equivocación de haberse enamorado del poco hombre joven amo Black, ella era joven e inexperta, no sabía la clase de basura que era la familia Black, ustedes se aprovecharon de su bondad y la trataron de la peor manera! el CEO, los señaló, en sus ojos había una furia gigantesca

— ¡Papá! ¿viniste por mi?— Angelina corrió a abrazarse de su padre, el había venido a por ella y por su nieto, dejó escapar sus lágrimas, estaba conmovida hasta lo más profundo de su ser, si ella no se hubiese aferrado a casarse con Lucien Black no hubiesen estado separados por tanto tiempo

— Aquí estoy mi cielo, papá se va hacer cargo de todo, nos vamos a regresar a Inglaterra y todo volverá a ser como antes, allá mi nieto y tú estarán a salvo y no tendrán que ver nunca más la cara de estos infelices — el CEO Di Monti, abrazaba a su hija y le dejo un beso en la frente antes de continuar

— ¡Abuelo! ¡sálvame al pequeño Lucien de este abuelo malvado! dice que me quiere robar de mamá, no lo permitas abuelo Angelo!

— ¿Qué demonios es todo ésto? Angelina, debes reconocer tu posición y dejar que los Black, cuiden de tu hijo, tú nunca podrás darle a ellos lo que tendrá en esta familia, renuncia al niño y a Lucien Black, tu no eres los suficientemente buena para ser la señora Black

Para cuando Angelo Di Monti, llegó a la mansión Black, era por qué ya tenía información detallada de todo los que estaba pasando ahí, también sabía de la familia Heart y la propuesta de matrimonio hacía su muy despreciado ex yerno, eso no le molestaba, lo que le molestaba era la arrogancia de la joven Heart, al creerse mejor y más rica que Angelina, su hija no era de presumir su alto nivel social

— Que te cases con el inútil de mi ex yerno no me molesta en lo absoluto, así juntos van a ver caer las empresas de sus familias hasta quedar en la ruina y no conforme con eso los haré quedar en la vil calle, por qué tampoco voy a dejar ir a la familia Heart, si criaron a una joven con tan pocos valores morales como lo eres tú, eso quiere decir que al igual que tú no valen nada

La franqueza mortal de Angelo, cortaba como navajas a las personas que lo rodeaban, sobre todo cuando se trataba de destruir a sus enemigos, el millonario CEO, no tenía piedad

— Creo que te mencionaron en la conversación, Lucien — comentó Leron Camel, a su amigo, su sentido del humor negro y sarcástico, lo hacía bromear hasta en este crítico momento

— ¡Cállate! no soy un inútil, pero a los ojos de mi suegro estoy muy mal parado, me preocupa que me quite a Angelina y al niño...