Lucien Black y su leal asistente y amigo, tuvieron las dos juntas con muchísimo éxito, de nuevo tenían los dos compradores importantes en las dos empresas que Casandra Heart, había perjudicado, habían salido del bache y la crisis había pasado
Los contratos de compra venta fueron hechos casi de inmediato ambos socios de trataban de CEOS respetables, definitivamente la ayuda de su suegro le había venido muy bien
Para celebrar la nueva sociedad por qué se firmó que serían exclusivos por cinco años, brindaron con una copa de champaña, el empresario les ofrecía material de excelente calidad a un buen precio y la compañía Cavalli, tendría un cliente fijo para su setenta y cinco por ciento de producción, era un ganar ganar
Ese día, el joven CEO Black, llegó temprano a casa, fue a saludar a Angelina, que se encontraba revisando unas cosas en su computadora personal,
— ¿Espero que no estés trabajando a mis espaldas eh? sabes que debes cuidarte mucho por el bebé, no me hagas quedarme día y noche para vigilarte, mujercita
— No seas exagerado, cariño, solo estoy revisando unos contratos, no es nada del otro mundo, mejor dime, ¿que haces aquí tan temprano? ¿que no se supone que debes estar en la oficina a estas horas?
— Si, pero hoy tuve un día muy productivo en menos horas, ¿adivina qué? hemos conseguido dos clientes nuevos, cubrimos la venta de las dos empresas que la desquiciada de Casandra Heart, nos afectó, eso da marcha a los demás planes que tenemos Philips y yo
Creo que... fue tu padre quien los puso en contacto con nosotros, al parecer ya no me odia tanto, o eso quiero pensar, Angelina, voy a ir a buscar al pequeño Lucien, siento que estos días por lo problemas de la empresa, lo he tenido muy abandonado, iré a su habitación a sorprenderlo
— Anda ve, mientras tanto yo termino de checar y autorizar ésto — Angelina recibió un suave beso de su esposo antes de verlo salir de la habitación
Lucien, recorrió el camino, se detuvo un momento a revisar un mensaje justo detrás de la puerta de su hijo, fue entonces que escuchó unos maullidos y la voz del niño tratando de calmarlo
— Señor bigotes no maulles tan fuerte por qué nos van a descubrir... ¿por qué tienes que hacer tanto escándalo? ya te he dado de comer, te dí agua, no entiendo ¿qué te sucede?
El padre se quedó quiero en su lugar, quería pensar que se estaba imaginando los maullidos de gero y a su hijo hablándole, pero cuando abrió la puerta se encontró con que su pequeño diablillo, estaba tirado en la alfombra y a su lado un gato que respiraba con dificultad
— ¿Pero qué está pasando aquí, pequeño Lucien? ¡tienes un gato en tu habitación a escondidas! ¿desde cuándo? !¿por qué no le dijiste a papá?!— el CEO, quería reprender a su travieso hijo pero estaba demasiado impactado
— ¡Papá, no es lo que piensas! mira, me encontré al señor bigotes en el jardín, hacía mucho frío y el me pidió que lo adoptara, insistió tanto que no me pude negar, solo que... no se que le pasa papá, está respirando muy extraño y maulla sin parar
— ¿Te pidió que lo adoptaras, eh? me gustaría saber cómo, por qué hasta donde yo sé, los gatos no hablan, ¡¿así que me vas diciendo por qué carajos metiste un gato callejero a vivir en tu cuarto?!
— Ya te dije que me pidió que lo dejara entrar, no lo iba a dejar allá afuera en el frío para que se congelara verdad, el señor bigotes es un buen gato pero creo que se enfermó, ayudame a revisarlo papá, no se me puede morir el gato que estoy cuidando — el pequeño Lucien, estaba asustado por qué el gato se veía mal, además su padre lo había descubierto que lo había metido a la casa, las cosas no pintaban bien
Lucien Black, se acercó y cargó al grisaseo minino, dándose cuenta de algo muy importante, el señor bigotes no era macho, era una hembra, embarazada y a punto de parir, por eso estaba tan agitada
— ¡Carajo, este gato es hembra y está por dar a luz! ¡no puedo creér que la tengas viviendo contigo pequeño Lucien! aaashh, ahora la tenemos que llevar al veterinario, ¡vamos, date prisa porque no sabemos en qué momento comience a tener a los gatitos!
— Hmm... ¿un gusto en la casa? nunca a habido una mascota en la mansión Black, no sé si sea buena idea, ¿quién la va a cuidar? ¿quién la va a bañar y a darle de comer? es mucha responsabilidad, no creo que estés preparado pequeño Lucien
— Papá, es solo un gato no es un extraterrestre, yo puedo cuidarla, hasta la he bañado, pero a ella creo que no le gusta mucho el agua, piénsalo un poco, si nos la quedamos yo me haré cargo
Lucien Black, no respondió nada concreto, bajaron con la gatita a la veterinaria que había buscado por G****e y se la dieron al médico para que la revisara
— Señor Black, está minina está por dar a luz, la llevaremos adentro y la atenderemos, pueden esperar en la sala de espera mientras que le damos el diagnóstico
Así, el pequeño Lucien y su padre esperaron por unos diez minutos hasta que salió de nuevo el médico, el traía la noticia de que los gatitos ya habían nacido, eran cuatro, los pasó para que los conocieran, se les escuchaba maullar sin parar, dos de ellos eran grises como la señora bigotes, los otros dos amarillos como suponían era el papá
— Si quieren pueden dejar que la gatita descanse está noche aquí, estaremos al pendiente de ella y de sus gatitos sin problema, mañana a la hora que quieran pueden pasar por ellos — sugirió el veterinario
— Si, que se quede, los gatitos lloran demasiado, no me van a dejar dormir, espero que con esta noche puedan habituarse al mundo, adiós señora bigotes, cuidas bien de tus hijos... vamos papá, regresemos a casa — el mini Lucien Black, no se andaba por las ramas, la situación no se veía tan fácil como para asumir los cuidados de la señora bigotes tan pronto
Lucien Black, solo dejó escapar el aire en un suspiro, nadie dijo que ser padre sería sencillo, y su retoño parecía que le sacaría bastantes canas blancas muy joven
— Vámonos a casa a cenar con mamá...
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