A Angelina y al bebé los dieron de alta, ya estaban de nuevo en la mansión de Lucien Black, el hombre estaba que se reía solo, de pronto la vida le había dado dos hermosos hijos, físicamente muy diferentes, eran algo así como el día y la noche, pero a los dos los amaba, su bebé recién nacido le inspiraba mucha ternura, era tan parecido a su madre, sus azules ojos, su candidez
En cambio el pequeño Lucien, era tan parecido a él, era una versión de él mismo en pequeño, entre ellos había una conexión especial y una guerra de poder, era fascinante para el joven amo Black, ver como si hijo le mantenía los sentidos alerta, si se dormía se lo comía, eso era seguro
Los señores Di Monti, habían pasado toda la tarde disfrutando a su nuevo nieto, también del pequeño Lucien, solo que aquí iba a haber preferidos, cosa que poco a poco se notaría cada vez más
— Pequeño Lucien, la abuela y yo, ya nos vamos a descansar, mañana vendremos a visitarlos, ven a darme un beso de buenas noches — Angelo Di Monti, pasó a despedirse de su travieso nieto, el niño estaba jugando con bigotes
— Abuelo, ¿te gusta mucho el bebé, Angelo? es muy bonito aunque no se parece a mí, la idea de papá de nombrarlo con tu nombre estuvo genial, yo creo que quiere ser tu amigo
— Pero... fue mamá, quién nombró a tu hermano, ¿cierto? — el abuelo, pensó que el niño estaba confundido
— mm... mmm... no fue mamá, fue papá, él dijo que lo nombraría así, por qué mamá te amaba muchísimo, quería que te sintieras orgulloso abuelo, además el nombre le queda genial
— Si, no podría ser de otra manera, Angelo, es un nombre muy elegante — respondió el engreído hombre
— Abuelo, mi nombre también es muy cool, ¿verdad? es.... déjame ver... ¿cómo dice papá? a si, dominante, nombre tiene fuerza
— Claro querido, tu nombre es muy genial también, te combina bastante bien, sobre todo con tu carácter — murmuró el magnate
Mientras tanto, Jan Pierre y Philips, habían hecho una especie de tregua, desde que el bebé llegó al mundo, se encontraban hasta en la sopa, cosa que a Jan Pierre, le molestaba, todavía no lo había perdonado por drogarlo y secuestrarlo
Llegó un momento en el que todos estaban en la amplia habitación de los padres, Angelina le pidió a Jan Pierre, llevar unas frazadas para el bebé, estaban en la nueva habitación, la que recién habían remodelado para el recién nacido, solo que Philips, salió detrás de él, discretamente
El apuesto Jan Pierre, estaba en la habitación sacando de un cajón las frazadas, cuando de pronto Philips, entró y cerró la puerta con seguro
— ¿Qué es lo que haces? ¡estamos en casa de nuestros jefes, los señores Di Monti, están aquí! ¡detente!
Philips, ni siquiera se interesó en escuchar, se acercó peligrosamente al asistente ingles, besándolo apasionadamente, Jan, trataba de resistirse y empujarlo, pero no lograba zafarse del fuerte agarre del hombre
La lengua de Philips, hacía maravillas en los labios de Jan Pierre, los jadeos comenzaron a escaparse de la garganta de Jan, su archirrival lo tocaba por todo el cuerpo, si que sabía hacerlo estremecer, estaba demasiado excitado, pero sabía que debía parar que no estaban en un lugar adecuado
— Ahh, para, Philips, aquí no podemos — Jan Pierre, estaba haciendo uso de todo su autocontrol, había sentido el pene duro del hombre que lo tenía acorralado contra la cómoda a punto de hacerle perder la cordura y entregarse, pero debía ser racional, la casa de sus jefes debía respetarse
Philips en respuesta dejó sus labios y bajó a su clavícula, en ella dejó una marca, se la dejaba para que no se olvidara de ese momento, ya que lo había estado ignorando olímpicamente, quería que se sintiera marcado por él
Mientras se lo hacía, Jan Pierre, estaba dado a su caricia, no quería ceder pero carajo, amaba al atractivo rubio y lo deseaba como loco, solo que todavía no estaba seguro de que hacer con esos sentimientos que tenía por él, ellos siempre se habían odiado y ahora habían resultado enamorados
Con las piernas temblando, el asistente ingles, se las ingenió para escapar de la habitación con las frazadas en mano, puso su mejor sonrisa intentando que los demás no pudieran ver su estado alterado, pero para uno de ellos no pasó desapercibido, Lucien Black, que era experto en leer a las personas notó su nerviosismo y son solo bajar un poco su verde mirada, pudo ver la marca
— Ese es el detalle, estuve en tu vida y no me valoraste, tampoco me respetaste, ahora es tarde, no puedo darte una oportunidad por qué yo ya no siento lo mismo por ti, deje de amarte, Marco, ahora mi corazón pertenece a otro hombre
— Mientes, solo quieres que me rinda por qué tienes miedo de volver conmigo y que te fallé, tu me amabas tanto, no te creo que de verdad me hayas olvidado, tú... eras tan mío Jan Pierre, creé en mí una vez más, prometo jamás fallarte de nuevo
— No voy a creér en ti, entiende que la confianza está irremediablemente rota, ¿quién me dice que una vez que me tengas te canses de nuevo de mí y vuelvas a buscar otra cosa fuera de nuestra cama? deja de buscar en mí algo que ya no existe
Marco, estaba apunto de replicar pero la voz de la nana los interrumpió
— Joven Jan Pierre, lo busca un hombre rubio de hermosos ojos verdes, pide verlo y que si no lo recibe se meterá sin permiso — avisó la buena señora
— ¡Pero qué demonios! ¿estás esperando a otro hombre, Jan Pierre? ¿quién demonios es? ¡quiero saberlo!
— ¡Soy yo! Philips, vine a buscar a mi chico, más bien me vas diciendo ¿qué carajos haces tú aquí? según tengo entendido tu no eres nada suyo, lo fueron sí, pero se terminó el día que te encontró follandote a un jovencito, Jan Pierre, te importó muy poco a la hora de traicionarlo
— ¡Métete en tus asuntos imbécil, esto es cosa de Jan Pierre y mía, la única opinión que me importa es la suya, no la tuya ni la de nadie más, él es el hombre que amo y que voy a reconquistar te guste o no! — Marco, se puso como demonio al ver entrar a tan atractivo hombre buscando a su cachorrito
Pero Philips, se puso como tigre enfurecido al ver a su gatito bebiendo una copa con su apuesto ex novio ingles, ese coqueto gato, se las pagaría después, ahorita tenía que deshacerse de ese intruso que claramente estaba queriendo robarle a su chico
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: CARIÑO VUELVE A MI LADO