-¡Tú eres la líder del equipo A y yo soy la líder del equipo B, así que las dos compartimos la misma posición en la empresa! Maira, tu comportamiento ha faltado al respeto a la dirección de la empresa. Tal vez firmaste un acuerdo secreto con el Grupo Hernández y tienes miedo de que lo descubra, ¡así que me has abandonado!
Al ver que más compañeros se acercaban a observar el alboroto, un atisbo de celos y odio brilló en los ojos de Bisa.
-Ahora lo entiendo. Me preguntaba por qué el Grupo Hernández accedió con tanta facilidad a entregarnos el proyecto. ¿Será que hay algo entre el Señor Lucio, del Departamento de Proyectos del Grupo Hernández, y tú? — dijo a modo de provocación.
Al ver los rastros de desprecio en las miradas de sus compañeros hacia Maira, una expresión de satisfacción apareció en su rostro.
-Maira, el Señor Lucio es tan viejo como tu padre. Es mayor y feo, y sin embargo estás dispuesta a sacrificarte por la empresa. ¿No habría sido una gran pérdida para ti que nuestra empresa no fuera seleccionada? He recordado que te gusta el Director Chávez, ¿verdad? Aun cuando no lograste atraer su atención, no hay necesidad de que rebajes tu elección de hombres... ¡aaaah!
-¡¿Has dicho suficiente?! -Maira tenía una taza de café en la mano, así que observó con absoluta frialdad cómo la mujer que tenía delante saltaba tras ser salpicada por el café caliente.
Un sentimiento de asco surgió dentro de Maira:
«La mujer que tengo delante es lo que le gusta a Simón: una estúpida hipócrita de lengua afilada. Simón prefiere buscarla a ella que a mí. Me pregunto cuánto me odia en realidad para que hiera mi orgullo hasta ese punto».
-¡Aaaah! Maira, tú... p*rra!
Elsa llevaba un conjunto de Chanel, que le había regalado Simón hace poco. Todo el conjunto valía de hecho su sueldo de un año. Al mirar el café marrón que goteaba desde el cuello hasta el dobladillo del traje mientras formaba feas manchas, casi se vuelve loca.
-Deja de escupir tonterías. -La mano libre de Maira se apretó en un puño con fuerza a su lado mientras soportaba el mareo-. Yo también me sorprendí cuando se eligió el anteproyecto. Anoche discutí el proyecto con el Director Hernández durante la cena. ¿Quizás te gustaría demostrar cómo tú atraerías su atención? Dijiste que eras la líder del Equipo B, pero ¿has producido algún diseño adecuado? Si no tienes capacidad para diseñar, ¡haz algo que esté dentro de tus posibilidades! Nadie se interpondrá en tu camino.
Todos sabían que Elsa había sido nombrada líder del Equipo B por haberse valido del Director Chávez. Por lo tanto, las palabras de Maira «si no tienes la capacidad de diseñar, haz algo que esté dentro de tus capacidades», fueron como darle una bofetada a Elsa, lo que hizo que la expresión de esta última decayera al instante.
-Tú... Maira... tú...
-¿Por qué está todo el mundo de pie por aquí? ¿No tienen ningún trabajo que hacer? -La repentina voz grave y áspera rompió el ambiente. Era Simón, que había llegado al Departamento de Diseño sin que nadie se diera cuenta.
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