CEO dominante romance Capítulo 12

¡Tigre Negro! Cuando reconocieron al hombre que lideraba el grupo, se les pusieron los pelos de punta a todos, incluidos Xu Ziheng y Zhang Tian. Aunque eran dos infames conocidos como los rufianes de la ciudad de Jiang, no eran tan importantes como para que nadie se atreviera a meterse con ellos. Y, el Golden Age tampoco era excepción de esto.

Rosa Sangrienta era alguien con influencias en ambos, el inframundo y el mundo real. Y, Tigre Negro era el hombre terrorífico y despiadado que dominaba el mundo del boxeo de la ciudad de Jiang desde hacía tres años.

Xu Ziheng sabía que Tigre Negro no tendría piedad, ni siquiera la tendría con su padre Xu Tianlong, de estar allí, mucho menos con él y Zhang Tian.

¡Pum! ¡pum! ¡pum!

Entonces, un grupo de casi doce hombres en traje encabezados por Tigre Negro se abrieron paso hacia Lin Fan y los demás. Los pasos, en unísono, sonaban malévolos y hostiles, provocando escalofríos en Xue Ziheng y muchos otros.

¡Están fritos! ¿Podría ser que Tigre Negro hubiera descubierto que Lin Fan robó la tarjeta y estuviera allí para atraparlo? Las caras de Bai Vi y los demás empalidecieron de solo pensarlo.

-Señor Lin, por favor, apresúrese y retírese. Con Zhang Tian daremos la cara ante Tigre Negro, retrasándolo un poco para que pueda escapar. —Le urgió Xu Ziheng mientras gotas de sudor brotaban por su frente. Aunque le temía a Tigre Negro, le temía mucho más a su padre.

Lin Fan era alguien a quien su padre temía y admiraba profundamente. Si algo le pasaba a Lin Fan, Xu Ziheng tenía la certeza de que sería despellejado vivo.

-Señor Lin, por favor, ¡diríjase hacia la salida! ¡No seremos capaces de demorarlo por mucho tiempo! -Le urgió Zhang Tian también.

Al ver esto, el bello rostro de Bai Vi empalideció más y más, mientras miraba a Lin Fan, sin atreverse a parpadear, como buscando su opinión. Sin embargo, lo que le resultaba a todos difícil de creer era que Lin Fan parecía no estar afectado. Permaneció en su asiento, en el sofá, observando esa escena desplegarse ante sus ojos indiferentes. Era como si nada de eso tuviera que ver con él.

Al darse cuenta de esto, los demás comenzaron a alborotarse. ¿Estaba tratando de aparentar? ¿Se había vuelto loco? Wen Qian y los demás miraron a Lin Fan como si fuera un idiota.

¿Creía que un hombre despiadado como Tigre Negro no se atrevería a asesinarlo? En ese instante, los antiguos compañero de Bai Yi se alejaron de Lin Fan como si fuera la peste; por miedo a que terminaran metidos en el medio.

Lin Guangyao, por otro lado, eufórico, exclamó:

-¡Amo Hu! ¡Llega justo a tiempo! -Se apresuró hacia donde estaba Tigre Negro y sus hombres. Apuntó con un dedo a Lin Fan, sentado sobre el sofá, y agregó con rencor —: ¡Ese insolente de ahí tuvo la audacia de admitir que robó la tarjeta de calavera! ¡No lo deje salirse con la suya!

-La voz de Lin Guangyao estaba llena de maldad.

—¿Eh? Al escuchar eso, Tigre Negro se detuvo de inmediato. Con expresión divertida, le preguntó curioso-: Entonces, en su opinión, ¿cuál debería ser el castigo?

Lin Guangyao se sintió en las nubes cuando oyó estas palabras. De inmediato pensó que Tigre Negro le estaba pidiendo su opinión, entonces rápidamente respondió:

-¡Deberían romperle las piernas, por supuesto! Mmm. ¡Hasta se atrevió a robar la tarjeta del club Golden Age, ignorando las consecuencias! Debe ser castigado severamente, así servirá de ejemplo para otros.

«¡Romper sus piernas!» Las palabras de Lin Guangyao hicieron que todos empalidecieran. Nunca hubieran imaginado que su antiguo monitor fuer tan retorcido y malévolo. No se daba cuenta, que hacía unos minutos atrás le habían perdonado la vida gracias a esa tarjeta. Sin embargo, ahora se daba vuelta y mordía la mano del quien lo había ayudado; había perdido la cabeza.

—¿Estás seguro? —preguntó Tigre Negro, mirándolo de

¡Pum! Al piso como un animal, Lin Guangyao estaba estupefacto por lo ocurrido.

-¿Qué... qué están haciendo? ¡Lin Fan está allá! ¡Yo soy Lin Guangyao! ¡Suéltenme! ¡Suéltenme! Amo Hu, ¿qué está pasando? -Lin Guangyao estaba completamente sorprendido, pero no importaba cuanto luchara, no podía liberarse de los hombres que lo sujetaban. Era como si sus cuerpos fueran de metal, ¡no podía zafarse de ellos!

—¿Qué está pasando? Justo ahí, un algo destelló en los ojos de Tigre Negro, mientras miraba a Lin Guangyao. Sus labios se arquearon en una sonrisa cruel y dijo—: ¿No fue esto lo que pediste? ¿Qué rompiéramos brazos y piernas?

¡¿Qué?! Lin Guangyao estaba estupefacto. Y no era solo él; los demás no podían creer lo que estaba pasando. Sin embargo, eso no fue todo. Después de eso, todos vieron como Tigre Negro recibía un bate de béisbol de uno de los hombres. Lo apuntó hacia los brazos y las piernas de Lin Guangyao y lo movió de un lado a otro sin vacilar.

¡Crac! ¡Crac! El ruido de los huesos rompiéndose era acompañado por los gritos, parecidos al de un cerdo agonizante, que resonaban en el corredor. Se escuchaban desesperados y desoladores. Cuando, Tigre Negro finalmente se detuvo, todas las extremidades de Lin Guangyao estaban rotas. Se quedo tirado en el piso, retorciéndose como un gusano. Horribles gritos de desesperación seguían saliendo de su boca. ¿Cómo podía ser? Lin Guangyao no podía creer lo que acababa de suceder; los demás tampoco.

Especialmente cuando Tigre Negro lanzó el bate de béisbol a un costado y se dirigió hacia Lin Fan con una docena de hombres nuevamente. Al ver esta escena intimidante, era imposible no estremecerse. Bajó el sonido de pisadas arrastrándose; los hombres se posicionaron en frente de Lin Fan. Justo cuando Bai Yi y los demás se habían puesto tan nerviosos que eran incapaces de pronunciar un solo sonido. Los hombres se inclinaron ante Lin Fan al mismo tiempo.

—¡Le agradecemos al señor Lin Fan por salvarle la vida a nuestra joven ama! -La voz de Tigre Negro era fuerte y clara y resonó en todo el corredor como una fuerte campanada.

Su voz seguía haciendo eco a través del lugar y fueron tan sorprendentes para todos, que sintieron como si los hubiera partido un rayo.

¡¡¡Qué!!!! ¿Le salvo la vida a quién? Bai Yi, Wen Qian y los demás procesaron esta información rápidamente. Finalmente, entendieron a qué «señor Lin» se referían en el salón privado.

Y resultó ser que, a quien Rosa Sangrienta le había ofrecido su mejor y más preciado vino, era a Lin Fan. ¡El único merecedor de un brindis hecho por ella era Lin Fan!

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