Ante la inesperada noticia, me apresuré en ir a casa de Nicolas, sin tener tiempo para darle importancia a mi tobillo lastimado, estaba preocupada, no pude dejar de pensar en el día que llegó lleno de heridas. Bajé del taxi y me acerqué a tocar la puerta, pero Kevin me abrió la puerta en cuanto llegué.
—Kevin ¿Qué pasó?— aunque el aliento me faltara, preguntar qué estaba pasando era mi prioridad en este momento.
—Señorita, Alice, rápido, debe subir a verlo, por favor— Kevin me ayudó a subir las escaleras, ya que mi dolor se estaba haciendo evidente, cuando llegamos a la habitación de Nicolas lo vi en su cama lleno de vendas, cuales cubrían todas las heridas en su cuerpo.
—Nicolas ¿Qué te sucedió?— Verlo de esta manera es algo a lo que nunca me podría acostumbrar en la vida...
—Alice, est...— al verme intentó levantarse pero me acerqué de prisa a él para impedirle hacerlo.
—Tranquilo, no te levantes— le dije acompañando su cuerpo con mis manos para que pudiera recostarse de nuevo.
—¿Qué le ha pasado a tu pierna?— me preguntó mirando mi tobillo, preocupado por mi actual situación.
—No es nada comparado contigo. ¿Por qué estás así?— no es como si tuviésemos tiempo para preocuparnos por esta insignificante lesión.
—Por ti, Alice, tu permitiste que ese hombre durmiera en tu casa— La seriedad en sus palabras y la furia en su rostro, demostraban mucho pero no comprendía su punto.
—¿De qué estás hablando?—¿Él está hablando de Edward? ¿Cree que nosotros pasamos la noche juntos?
—No te he dejado fuera de mi vista ni un segundo, he estado muy pendiente de tus movimientos— puede que mi corazón estaba estrujándose de tristeza al verlo así pero sus palabras me asustan, aún más sus acciones, él está en esta situación por mi culpa ¿Por qué me niego a aceptarlo?
—¿Por qué me haces esto Nicolas? ¿Por qué te empeñas en hacerme sentir así?— Realmente lo intento, trato de normalizar sus actos pero ni siquiera todo el amor acumulado por años que siente por mi es justificación de lo que hace.
—No puedo evitarlo, yo te necesito— no quiero entender que es eso que necesita de mi o por qué —Te necesito porque te amo...— Al escuchar esas palabras mi corazón dio un sobresalto.
—Nicolas, yo...— me encuentro tan vulnerable ahora mismo que soy capaz de aceptar lo que estés dispuesto a darme.
—Lo sé, tu no me amas pero dame la oportunidad. Mi amor es suficiente para los dos— después de soltar esas palabras, comenzó a toser, me levanté dispuesta a alcanzarle un vaso con agua para que le parase el ataque de tos.
—Ven, déjame ayudarte a beber— Me coloqué justo detrás de él para sostenerlo y pudiera beber más cómodo.
—Tú, ¿Acaso intentando de que te de comer también?— dicho eso, comenzó hacer caritas de perrito abandonado, como sí fuera capaz de darme pena.
Resignada tomé la cuchara y comencé a llevarle la comida a la boca sin poder dejar de murmurar lo mucho que lo detestaba.
—Te odio, te odio demasiado, más en esta situación— él solo se limitaba a reír ante mis palabras.
—¿De qué te ríes? Puedo irme en cualquier momento por sí recuerdas, esta habitación no tiene seguridad— me trae recuerdos estar en esta casa, no necesariamente buenos recuerdos.
— Me río de tu nueva versión, la otra Alice me habría tirado los platos encima si pudiese— no es mentira, me he ablandado por hoy.
—No me des ideas que no estoy de humor en este momento.
Esperé a que Nicolas se volviera a dormir para irme, pero antes le dejé una nota.
"Si vuelves hacer esto te juro que regresaré pero, esta vez no para ayudarte si no para matarte con mis propias manos, daño por hecho"
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) El Loco De Mi Prometido