(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 41

Supongo que ahora sé las diferencias entre amar y odiar, ¿recuerdan cómo comenzó todo esto? Empecé con una inquietud donde no sabía cómo diferenciar el amor del odio, dije que odiar a una persona era fácil y muy difícil al mismo tiempo, en ese punto no me he equivocado del todo, claro que si lo hice cuando dije que el amor disfraza la realidad con rosas y corazones. Lo cierto es que no la disfraza, el amor atrapa a todo los sentimientos incluyendo al odio, sin embargo, depende de los sentimientos de cada uno quien sobresale, ya que, el amor no se trata sólo de corazones, rosas, apodos lindos, es decir, no es todo de color de rosas, a veces es todo muy gris y hasta negro, pero en medio de aquella oscuridad sobresale un pequeño destello en el cual te das cuenta de lo importante que es aquella persona para ti.

Nathan es lo que todos llaman "mi alma gemela" y lo cierto es que me encanta estar con él, me gusta verlo reír, claro que no me gusta cuando está triste por el simple hecho de que siento su pena, pero a pesar de que existan momentos difíciles estoy allí con él apoyándolo y regalándole una pequeña sonrisa que a veces consigue acabar con cada una de sus inquietudes, yo trato de hacerle ver que existe una salida dentro de aquel pozo de problemas en donde no consigue ver la forma de salir. Lo mismo pasa cuando yo estoy dentro de aquel pozo, él está allí apoyándome y si me caigo él me levanta con una sonrisa que dice "Ok, no funcionó, pero busquemos otra forma para solucionarlo" hasta llegar al punto en donde nuestro esfuerzo tiene recompensas.

Nathan y yo prácticamente hemos crecido juntos, ya no tenemos 18 años, sino que más bien 25, ya no somos adolescentes alocados que buscan diversión y no saben muy bien qué hacer con sus vidas, ahora somos adultos profesionales que han trabajado juntos para crear su propio negocio. Todo comenzó como un sueño, teníamos pensado juntar nuestros trabajos para crear algo mucho más grande, claramente nuestros trabajos se centraban en lo que nos gustaba a cada uno, por mi parte siempre he estado familiarizado con los números gracias a mi padre, sin embargo, Nathan por razones de la vida acabó teniendo habilidades para la cocina; gracias a esto creamos nuestro propio restaurante en donde Nathan se encargaba de ser el chef al mando, mientras que yo expandía nuestro negocio por más lugares, asistí a muchas juntas, leí demasiados artículos para disminuir valores elevados de nuestra mercadería, pero ahora tenemos cinco restaurantes que abarcan cinco ciudades de nuestro país.

Fue difícil, cuando sólo teníamos un restaurante nos centrábamos en que todo estuviera perfecto, ya que, queríamos combinar un lugar formal con lo informal, nuestros cinco restaurantes son para toda clase de presupuesto tras centrarnos en los dos ámbitos, no queríamos dejar a los de bajo presupuesto fuera, queríamos que todos tuvieran la misma atención y que se sintieran como reinas o reyes, nuestra misión era difícil, pero no imposible por ende ahora tenemos un lugar maravilloso donde enorgullecernos mutuamente al ser nuestro.

Claro que recibimos ayuda, de no ser por nuestros padres que nos promocionaron a su modo no seríamos conocidos por todo el país, además nos ganamos el título de restaurante cinco estrellas por su buena comida, buena atención, buena decoración, etc. Este sueño nos permite trabajar juntos y vernos más de lo que creímos que lo haríamos cuando recién entrabamos a cursar nuestra carrera en la universidad, aunque tampoco es como si nos viéramos todo el día, de todas formas, siempre andamos de lado a lado tratando de no descuidar nuestros restaurantes, pero si no nos vemos en el trabajo lo hacemos cuando el día acaba y llegamos a casa.

Ahora vivimos juntos a media hora de la ciudad en donde estudiamos, claro que también estamos a media hora de la ciudad en donde viven nuestros padres, estamos viviendo en la casa que mi suegro le dio a Nathan y sinceramente es perfecta para nosotros, tiene la tranquilidad que necesitamos luego de un arduo trabajo estresante, claro que le hicimos algunas mejoras, como poner una piscina en nuestro patio, teníamos un río a un par de metros de distancia, pero no me convencía así que instalamos una piscina bastante grande para nuestro uso en verano. Claro que esto estaba bajo un techo de vidrio, es decir, ahora tenemos un patio techado, pusimos algunas plantas y mandamos a encementar la salida para nuestra propia comodidad, de todas formas, cuando teníamos todo cubierto de césped nos generaba problemas al olvidar cortarlo, en conclusión, pusimos cemento para evitar que el césped generara mala hierba.

Como llevamos siete años juntos creo que ya deberíamos dar el siguiente paso, no quiero presionar nada, pero quisiera que lo mantuviera en mente para un futuro próximo y si todo sale bien acabaremos adoptando a un pequeño niño o niña que nos acompañe.

La verdad es que esta idea partió al ser parte de la boda de Keyla quien se casó a sus 23 años, es decir, a comienzos de este año en donde todo fue hermoso, su esposo es un encanto y la trata como una reina, ganarse a mi suegro no fue difícil tras demostrarle que amaba con locura a Keyla y viceversa, por ello se casaron luego de tres años de relación, además a los meses después Keyla acabó embarazada, ahora todos esperamos el nacimiento de su bebé, aunque ese no es el punto, el punto es que en la boda el ramo de flores llegó a mis manos y ni siquiera estaba participando.

Aún recuerdo la cara que pusieron sus amigas y primas cuando el ramo que peleaban llegó a mis manos, en ese momento Nathan me abrazaba por la espalda mientras veíamos como las damas de honor y el resto de las chicas se peleaban por el ramo, no entendíamos su desesperación por lo que reíamos hasta que el ramo llegó a mis manos y el DJ nos anunció como futura pareja de casados.

Ese día fue intensó, nosotros no nos habíamos casado, no obstante, lo hicimos como si fuera nuestra noche de bodas y como excusa de nuestra calentura nombrábamos culpable al ramo de rosas blancas que habían recibido sin querer mis manos, ahora bien, Keyla tiene casi nueve meses, lleva once meses casada al hombre que ama ¡y yo llevo siete años con Nathan y aún no nos casamos! ¿Entienden mi punto?

–Mi amor– me llamó Nathan entrando a mi oficina– ya es hora de irnos– lo miré, no pude evitar sonreír al ver su atractivo y preguntarme "¿Cómo conseguí que un chico tan guapo se enamorara de mí?"

–Dame cinco minutos– le respondí acabando rápidamente lo que tenía que hacer, llevaba una semana realizando un tema legal que nos ayudaría en nuestro negocio, por ello era importante acabarlo hoy.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) ¿Enemigos o amantes?