(COMPLETO) Mi Maldita Obsesión romance Capítulo 41

Cristóbal Manckenzie

No me gusta las decisiones que toma Bárbara, yo sé que no estoy en posición de pedirle nada ni exigirle pero es que la quiero tanto. No permitiré que nadie le haga daño y mucho menos terminar nuestra relación. Pero si esa es su decisión de darnos un tiempo tengo que aceptarlo por más que no me guste.

Ella logra ponerme rápido en todos los sentidos, creo enormemente que me estoy enamorando de ella y es una sensación sensacional es la primera vez que siento esto y la verdad es que me gusta.

Bárbara se ha metido en mis sensaciones, en mis olores, en mi ser, hasta su ausencia me duele. Y es que estoy perdidamente enamorada de ella y quiero gritarlo a los cuatros vientos.

Estoy sumido en mis pensamientos en mi casa sin Bárbara, pero eso es lo que queda, ella tomó esa decisión y la aceptó. Suena mi teléfono y lo tomó enseguida.

Observo que se trata de Natalia y decido contestar.

--Hola-contesté.

--¡Cristóbal! Hola ¿Cómo estás?-pregunto de inmediato.

--Bien ¿Qué necesitas?-pregunté enseguida. No estoy de ánimos para hablar ahora.

--Tengo que hablar contigo de algo muy importante ¿Puedes hoy?-comentó.

--¿Sobre qué tema? Natalia no estoy de ánimos para salir-le informe cortante.

--Es sobre nosotros, bueno sobre mí... De verdad te pido que si me puedes escuchar es importantísimo-dice nuevamente y con voz de urgencia-. Puedo ir a tu casa si no estás ocupado así no te hago salir ¿Va?-finaliza.

No sé qué quiere hablar conmigo pero me siento en la obligación de escuchar es mi amiga y tengo muchísimo tiempo sin saber sobre su vida más allá de todo.

--Está bien-respondo sin más-. Te espero aquí-contesto.

Ahora tengo curiosidad de que es lo que me tiene que decir Natalia, ella dice que es algo muy importante. Pero no sé de qué se puede tratar no tengo ni una mínima idea.

(...)

Me informan de que Natalia ya está aquí y procedo a darle el permiso para entrar mientras me dirijo hacia el despacho.

Ella entra enseguida y nos saludamos de beso en la mejilla y abrazos.

--¿Cómo es eso de que no tienes ánimos para salir?-pregunta con una leve sonrisa y sin poder creerlo.

--Merezco descansar ¿No?-respondo normal mientras me siento en unos de los sofás que están en mis despachos.

--Bueno si, tienes razón y más ahora que tienes que estar pendiente a prácticamente dos empresas ¿No? Con eso de que eres el socio mayoritario de Bárbara-comentó sin ganas y también llegando al sofá.

--Así es... ¿Pero que ibas a decirme? Según tú tan importante-exprese medio confundido.

--Claro si ¿Pero primero te preparo algo de tomar?- me pregunta.

No le prestó mucha importancia y asiento con la cabeza ya que estoy con mi celular y justo recibí un mensaje de Bárbara. ¡Es una foto! Una no, varias fotos de ella en lencerías. ¡Ella me quiere matar! ¡Dios mío! De inmediato ella me envía un mensaje.

¿Cómo me quedan? No tengo a quién mandárselas por eso me decidí por ti.