—¡No! —Luna saluda rápidamente. Entra en pánico y dice:
—No te he visto antes, pero eres realmente como un amigo mío antes, así que no puedo evitarlo...
—¿De verdad? ¿Puedo escuchar la historia de tu amigo?
El café tarda en hacerse. Macos se enfrenta a Luna y le pone las manos en el pecho. Le habla suavemente.
Macos no desprecia a Luna por su aspecto, sino que la trata con educación.
Macos es tan amable como siempre. Luna quiere preguntarle qué pasó aquel año, pero teme que la reconozca.
Macos se camufló así que es normal que Macos no la reconozca. Si ella se aventura a preguntarle, él dudará de ella y puede exponer su identidad aquí. Además, ¡Emilio sigue por aquí!
Luna duda un momento y opta por contenerse.
Sacude la cabeza y dice ligeramente:
—es muy parecido a ti, pero ya ha fallecido.
—Siento recordarte algo triste —Macos parece apenado.
—No pasa nada —Luna sacude la cabeza y sonríe.
—De todos modos, ha pasado mucho tiempo. He aceptado el hecho durante mucho tiempo. No tienes que lamentarlo.
De todos modos, ella sabe que sigue vivo.
Al ver a Luna así, Macos sonríe. Se acerca a ella y le entrega una tarjeta de visita y le dice con una sonrisa:
—Esta es mi tarjeta de visita y tiene mi número de móvil. Como has dicho que me parezco a tu amigo muerto, estamos predestinados. Si luego piensas en ese amigo, puedes llamarme. Al menos puedo charlar contigo.
¿Quiere Macos ser amigo de ella?
Luna mira la tarjeta de visita de Macos y se sorprende. Quiere cogerla, pero de repente piensa en su relación de hace seis años.
No, ella no quiere volver. Ahora sólo quiere encontrar a su hijo y volver a Francia y no volver nunca más.
Luna aprieta los dientes y se niega educadamente:
—Lo siento. No puedo coger su tarjeta de visita. Sólo soy una secretaria. No puedo aceptar su amabilidad.
Macos se sorprende. Sólo está expresando cortesía, pero no esperaba que la mujer lo rechazara.
No coge la tarjeta en absoluto, sino que se limita a exponer su posición.
¡Qué interesante!
—Muy bien —Macos coge la tarjeta de visita, sonríe y dice:
—Eres bueno. El señor Palacio tiene una secretaria interesante. ¿Cómo se llama?
—¡Me llamo Ángela! —Luna no esperaba que Macos le preguntara su nombre. Se sobresalta y casi suelta su verdadero nombre. Afortunadamente, lo corrige a tiempo.
—Ángela —Es un buen nombre. Yo tenía una amiga con un nombre bonito —Macos sonríe y asiente. Entonces el café está listo. Se gira para coger la taza.
Luna está un poco sorprendida. ¿Qué quiere decir Macos?
¿Qué han hecho en él? Emilio está furioso.
Se quedaron en el salón de té durante mucho tiempo. Una es su nueva secretaria, y la otra es su socia desde hace muchos años. Emilio realmente piensa...
¡Esta nueva secretaria es tan capaz!
Emilio se muestra hosco hasta el final de la reunión.
Después de que estos empresarios se despidan, Luna ve partir el coche de Macos y se siente repentinamente frustrada.
Emilio ve los movimientos de Luna. Se enfada aún más.
Luna entra en el coche y cierra la puerta. De repente, Emilio tira de ella y la inmoviliza debajo de él. Le pasa el brazo por el cuello.
Luna se sobresalta. Mira a Emilio con sorpresa.
—Emilio, ¿qué quieres hacer? ¿Vas a acosarme sexualmente?
Los ojos de Emilio están enfadados y fríos. Mira a Luna y dice con desprecio:
—¿Te acoso sexualmente? No te lo mereces.
El cuello de Luna está presionado por el brazo de Emilio. Aunque está sufriendo, no tiene dificultad para respirar. No sabe qué le pasa. Grita con rabia:
—Si no quieres acosarme sexualmente, ¿por qué me presionas?
Con eso, se retuerce y trata de liberarse de Emilio.
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