Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje romance Capítulo 213

Luna poco a poco no soporta su afectación. Cuanto más mira, más triste se siente. A veces mira las acciones caballerosas de Emilio, y realmente quiere empujarlo y gritarle que deje de ser tan amable con Fiona.

Pero ella no tiene esa calificación. Sólo es una secretaria.

Ahora Luna se encuentra muy humilde. No tiene antecedentes familiares. Es una mujer corriente que hace cosas corrientes. Trabaja durante el día y vuelve a casa por la noche para cuidar de su hijo.

Luna parece ver de repente la distancia que hay entre ella y Emilio. Parece tan pequeña. ¡Espera! ¿Qué está pensando? ¿Por qué de repente se siente tan insegura de sí misma? ¿Cuándo ha sido tan humilde?

¡Luna no quiere perder! ¡No puede sentirse insegura por el trato diferente de Emilio!

Luna sigue animándose en su corazón. Agacha la cabeza para comer. Como ellos la ignoran, ¡ella también los ignora!

Luna se siente más cómoda pensando en ello. Está de mejor humor, así que come más. Luna convierte todas las quejas de hoy en motivación y trata la comida como un desahogo. Come mucho.

Como resultado, se come la mayoría de los platos de la mesa.

Fiona mira a Luna un poco sorprendida. Está un poco sorprendida. ¿Es esta mujer un cerdo en su última vida? ¿Por qué puede comer tanto?

Pero a Emilio no le importa. Llama al camarero y pide más. Luego dice que va a ir al baño.

Fiona asiente y sonríe:

—De acuerdo.

Fiona se limpia la boca elegantemente con una servilleta cuando Emilio se va. Mira a Luna, que sigue comiendo con la cabeza gacha, y no puede evitar hacer una mueca:

—¿Eres un cerdo? Te ves feo cuando comes. ¿No te da vergüenza? Emilio y yo nos avergonzamos, pero él no quiere decírtelo.

Luna la mira y no quiere hablar con ella.

—¡Oye! —Al ver que Luna la ignora, Fiona se siente avergonzada. Da una palmadita en la mesa y dice:

—¡Te estoy hablando! ¿Me oyes?

—Te escucho, ¿y luego qué? —Luna responde con frialdad. No quiere hablar con la mujer que seduce al marido de otras personas, es decir, ¡la amante legendaria!

Además, la familia de Fiona está en buenas condiciones. Luna no entiende por qué una mujer con tan buenas condiciones quiere ser amante.

Fiona demuestra plenamente su capital como ama. Al ver que Luna por fin le responde, su sentimiento de superioridad queda muy satisfecho.

Resopla y saca un cheque de su bolso y se lo entrega a Luna. Dice con orgullo:

—Esto es un millón de euros. Es suficiente para que lleves una vida sin preocupaciones durante unos años. Por favor, no aparezcas al lado de Emilio. No lo mereces.

—...

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Conquista Dominante: Mi Esposo Salvaje